SE VAN A ENTERAR
El poder, la envidia, y el dinero, son ingredientes indispensables de casi todas las historias de indianos.
Al volver a su tierra, a su pueblo, los indianos fueron recibidos con admiración y respeto, pero también con envidia y recelo.
Al ver la imponente casa que Juan Granda acababa de construir en Grado, sus vecinos, fruto de la envidia, comenzaron a murmurar que éste no había tenido suficiente dinero para levantar una planta más.
El indiano, pensando quizás aquello de “se van a enterar estos de quién soy yo”, construyó en la misma calle (a 100 metros en la acera de enfrente) un edificio con la misma apariencia exterior que su casa, pero con 5 pisos de altura (última foto), convirtiéndose en el más alto de Grado en su época (1895).
Nota: Villa Granda es una belleza, la podrás ver por dentro en el boletín de este mes (sólo para suscriptores).
Llevo su tiempo, pero al final lo conseguiste.
José, muchas gracias por tu ayuda para localizar a los propietarios. Ha sido estupendo poder hacer fotos en la casa.
Siempre he querido ver los interiores de esta casona, tan sobria, tan regia. Se asemeja a Arias de la Noceda de Avilés, siempre serias!
Tengo entendido que sus muebles fueron traidos de un palacete de Francia y que sus piedras están numeradas por si acaso, se decidía mover la casa. Curiosidades bastante extrañas.
Un saludo!
David, es cierto que las piedras están numeradas y que existe un plano para poder «desmontar» la casa y ponerla en otro sitio. No sé si era previsor o desconfiado. Los muebles se conservan en su mayor parte. La casa, como mencionas, tiene ese aire regio del neoclasicismo (se construye justo al mismo tiempo que la de la marquesa de Argüelles), pero como puedes ver se suaviza mucho en su fachada posterior con esas grandes galerías que terminan en un saliente para librar el desnivel del terreno y comunicarla con el resto de la finca. Te va a gustar el interior…