DISFRUTANDO CON POCO
La verja marca la distancia que nos separa de una casa, establece la medida de su altivez y de su misterio.
Ya he comentado mi entusiasmo por las verjas de forja en otras ocasiones, pero el otro día pude deleitarme frente a una de mis favoritas mientras daba tiempo a que se disipara la niebla.
Jugué visualmente durante un rato con sus formas, con la distancia a la casa, con sus quiebros modernistas, con su gran porte.
Disfrutando con muy poco, entreteniendo al frío.
Nota: La verja pertenece a la casa del indiano Juan Antonio Llamedo, en Ceceda, concejo de Nava.
Precioso trabajo, una buena carta de presentación para la casa. En lo referente a posibles artesanos del ramo, me viene a la cabeza uno en la zona de Las Quintanas de Gijón, saludos.
Gracias por la pista, deben de quedar pocos artesanos dedicados a esto. Saludos.
Tú sabes sacarle partido hasta a cuatro hierros oxidados y retorcidos…pero la verdad es que esta verja merece todos los elogios. Tiene un diseño muy original. Si nos llama la atención hoy en día, supongo el asombro que despertaría por aquel entonces. Preciosas fotografías , como siempre.
Todo en esta casa es muy llamativo, pero la verja desde luego que llama la atención.
Es una maravilla. Verdaderamente el arte de la forja artística da un carácter especial a estas casas. Me has recordado el inicio de «El Siglo de las Luces», de Alejo Carpentier (un autor muy relacionado con lo indiano):
«Aunque se adornaran de mármoles preciosos y finos alfarjes de rosáceas y mosaicos —de rejas diluidas en volutas tan ajenas al barrote que eran como claras vegetaciones de hierro prendidas de las ventanas— no se libraban las mansiones señoriales de un limo de marismas antiguas que les brotaba del suelo apenas empezaban los tejados a gotear…»
Ahora mismo queremos hacer unas puertas de forja de este estilo para una casa de la época. El problema: no encontramos a nadie que haga algo tan siquiera parecido. ¿Alguien conoce en Asturias algún artesano? ¡Gracias!
Gracias por la cita de Carpentier, es maravillosa. Sobre lo del artesano, ahí queda la llamada por si alguien puede ayudar.