CAMINOS DE SALAS, EL CORAZÓN
Afróntalo, solo alcanzarás el grado de indianofilo cuando te adentres al interior de Asturias.
A diferencia de la costa, donde las casas de indianos son más abundantes y están más agrupadas, en los concejos del interior tienden a la dispersión y son más difíciles de encontrar.
Hay sin embargo algunos núcleos muy accesibles y que merecen una excursión al corazón de Asturias.
Ya mencioné que Malleza es conocida como la pequeña habana.
Si buscamos ese término aparece la little havana de Miami, un barrio con la mayor concentración de exiliados cubanos donde se vive la cultura de aquel país.
La pequeña Habana de Malleza viene tanto por sus casas de indianos como por las pensiones que albergaban cada verano a un buen número de emigrantes.
Venían a pasar el verano y llenaban este rincón de Asturias de ritmos caribeños, trajes blancos y sombreros Panamá.
Todo un contraste con el verdor, el sosiego y la quietud de estos parajes.
Algo así como la que rezuma la siguiente imagen del porche de la casa de Panchón.
Casa de Panchón
Dicen que el indiano propietario de esta casa, que había hecho fortuna en la banca, se arruinó durante el crack de la bolsa de 1929.
Las historias de indianos arruinados forman parte de la épica. Al parecer hubo bastantes.
La casa lo tiene todo para llamar la atención.
Casa de Vicente
Otro capítulo menos conocido de las construcciones indianas, pero muy extendido, es el de las casas familiares -modestas- que fueron reformadas y ampliadas con la nueva fortuna.
Muchas de ellas son curiosas, mezclan elementos típicos indianos con otros de casona señorial, luciendo en ocasiones escudos heráldicos inventados.
Así lo hizo Vicente González del Llano al regresar de La Habana.
Su casona con aspiraciones nobles está situada a continuación de la de Panchón, y nunca dejo de mirar su cenador.
Las Palmeras
Un poco más abajo está la conocida como Las Palmeras, de 1912.
Construida para el indiano José García que forjó su fortuna con una tienda de abarrotes en Cuba llamada El Escándalo.
Villa Alicia
En el azulejo de la entrada pone 1918-1923.
¿Cinco años para hacer esta casa? Me preguntó si hubo dificultades.
El resultado es más que elegante, colonial, grandioso.
Ocupa la cima de un pequeña colina con lo que el efecto visual es aún más impactante.
Ya hablé antes de esta casa, me dejo llevar por mis debilidades.
En este caso solo quería mencionar que el autor del proyecto es el arquitecto Julio Galán.
Hablaremos de él próximamente por sus otras obras para indianos y algún edificio de Oviedo.
Finalmente, si tu excursión se queda coja sin el placer de una buena mesa, tienes el restaurante Al son del Indiano en uno de esos edificios que albergaron antaño la alegría de la pequeña Habana.
Al salir, medita unos segundos frente a la bicicleta, en homenaje a todos aquellos que lo intentaron.
Un pequeño aparte.
Salió este pasado domingo en La Nueva España, un artículo sobre el libro de Ribadesella.
Está siendo un éxito, muchas gracias a todos.
Buenos días, Alejandro, he visto que llevas un tiempo sin publicar. Espero que te encuentres bien.
El domingo me voy para Asturias y seguiré viendo casas indianas con todas tus indicaciones. Mil gracias por tanta ayuda.
Que tengas un buen verano.
Hola, muchas gracias por el artículo , creo que salir en la prensa ayuda mucho a que mucha gente conozca tus libros y te sigan en internet , ojalá siga el éxito con tu nuevo libro.
He estado viendo en internet Villa Alicia , menudo hotel han hecho, maravilloso, yo siempre lo digo, este tipo de Casonas se salvan de la ruina cuando llega un empresario y las convierte en hotel, de lujo o rural.
La Casona de Vicente me gusta mucho, con esa galería haciendo esquina a la derecha, y en la parte de arriba , muy bonita .