CAMINOS DE SALAS (PREÁMBULO)
Cuando Restituto regresó de América echaba de menos algo más que su pueblo.
Sí, se había esforzado en reunir un capital -a estas alturas conocía el valor del dinero- pero seguía persiguiendo la certeza de que nunca le faltaría de nada.
Restituto construyó su casa y grabó en la piedra del dintel Restituto G. Rico 1890.
Pero lo que de verdad calmó su espíritu fue construir una panera más larga y grande que su casa.
En ella guardaría las cosechas, el futuro, las certezas. Pase lo que pase, nunca me faltará de nada.
Guardaría el vino, el maíz, las patatas, la leña, el seguro de una vida sin más privaciones.
Si el tamaño de las paneras es un baremo de prosperidad, en Salas les ha ido muy bien.
No sé dónde está la madre de todas las paneras, pero en el concejo de Salas hay grandes ejemplos.
Son el reflejo de buenas cosechas, extensas fincas y abundancia de recursos.
La panera es la cuenta bancaria, el plazo fijo, la promesa de que siempre quedará algo si vienen mal dadas.
Por eso están tan presentes, tanto que a veces se ponen encima de la casa, por si acaso.
Así se crea esa simbiosis casa-panera. donde ambas se comunican sin tocar el suelo, donde todo está a resguardo.
De la lluvia, de los intrusos. Escaleras, pasadizos, puentes, portillas.
Salas es un concejo del interior de Asturias que no asociamos a la arquitectura indiana, aunque tenga un montón de casas.
Eso es lo que veremos en las próximas entradas.
Creo que no podré ofrecerte una guía, están desperdigadas por pueblos pequeños, conocerlas requiere a veces perderse por carreteras que van de lo estrecho a lo tira que libras.
Quizá el único núcleo, el más conocido, sea el de Malleza, apodada la pequeña Habana.
Desde ahí nos acercaremos a las más desconocidas, casi en medio de la nada.
Es ese lugar donde el indiano siempre quiso volver, construir una gran panera y subir ese último peldaño que lo llevaría a la abundancia.
¡ Qué interesante entrada , fotos y narrativa !
Lo expones tan bonito que hasta lo más sencillo lo encumbras .
Me llama mucho la atención este tipo de construcción rural tan identificativa de Asturias
( y también Galicia , si no me equivoco ) y que, curiosamente , no continúa su arraigo por su vecina Cantabria .
Es muy curioso ver la arquitectura y la artesanía al servicio de ese bien indispensable en el medio rural como es la cosecha de frutos , granos y semillas .
El “ sumun “ es la casa panera . Perfecto ejemplo etnográfico.
Muchas gracias por mostrarlo y descubrírnoslo.
Gracias Nicolás, por la zona donde vivo estoy más acostumbrado al hórreo, mucho más modesto en proporciones. Estas paneras gigantescas me siguen llamando mucho la atención. A veces superan a la casa en superficie. Un ejercicio en autosuficiencia aprendido a fuerza de escasez.
Hola, me gustaría leer el artículo pero me piden suscribirme, si alguien lo puede poner aquí para que lo leamos, gracias.
Ignacio, mañana mismo lo cuelgo aquí.
Enhorabuena por el artículo que te dedica La Nueva España por tu libro Casas sobre la arena.
Gracias Lidia
Buenos días. No dije nada en la entrada del prerrománico porque hubiera repetido todo lo que dijeron los demás. Mal hecho. Una palabra de apoyo siempre viene bien y por eso te digo que ya sueño con tu libro, porque en los libros ‘cultos’ casi siempre las fotos son un adorno a unos textos muy pesados y en cambio, en el tuyo, el prerrománico se verá más hermoso que nunca. Y ya que te escribo, y espero llegar a tiempo, por favor cuando vayas a Malleza haz una foto de la bicicleta apoyada en el árbol, esperando que regrese su dueño. Es una de las imágenes más conmovedoras de los sueños rotos. Un abrazo.
Gracias Lidia, la idea del libro de prerrománico es precisamente la que expones. Creo que tiene mucho más interés visual, que es hermoso. Estoy en ello.
Sobre la bicicleta de Malleza, ya hablé de ella, https://asturiaspordescubrir.com/articulos/la-bicicleta/, pero nunca está de más recordarla, es conmovedora.
Gracias por el link. Esa historia siempre me llegó al alma y veo que no sólo a mí.