CUADERNO DE NOVIEMBRE 2023
Ya sabes cómo son las despedidas, dejan siempre un regusto de nostalgia por todo lo vivido.
A finales de Noviembre dije adiós a Ribadesella después de una relación en ocasiones obsesiva.
Para entonces casi toda la maqueta del nuevo libro estaba cerrada pero faltaba una imagen más. Tuve la suerte de contar con uno de esos días cálidos de finales del otoño y asomarme de tarde a esta atalaya desde la que se domina la vista de Ribadesella.
Me resultó extraño ver Santa Marina -al fondo en la imagen- tan poblado de casas. Ya sé, hace mucho que está así, pero me había acostumbrado a mirar las casas de una en una y a ver fotos antiguas con un paisaje muy distinto.
Son ensoñaciones que tiene uno cuando anda con la cámara por ahí, deseando cruzarse con la marquesa de Argüelles.
Descendí absorto de mi atalaya y decidí dar un último paseo por Santa Marina, es tan distinto en esta época del año, con las casas cerradas y todo el aparcamiento del mundo.
Como si quisiera brindarme una despedida en plan violines, el cielo se puso rojo y no pude evitar clavar el trípode en la arena para hacer esta foto.
Es un poco Lo que el viento se llevó, pero la melancolía tiene estas cosas.
Ese trayecto Gijón-Ribadesella se había convertido en costumbre durante bastante tiempo.
RÍA DE VILLAVICIOSA
A veces -por el camino- me distraía y buscaba otras atalayas. Uno de esos días cogí una carretera secundaria para ver amanecer sobre la ría de Villaviciosa.
SANTA CRISTINA DE LENA
Y aficionado ya a las atalayas, me acerqué un día a fotografiar Santa Cristina de Lena.
Ya conté que estoy explorando el Prerrománico Asturiano y Santa Cristina es una de sus joyas que debemos al rey Ordoño I.
Es una iglesia pequeña, robusta, compacta, dominando el tránsito entre Asturias y León.
Sus numerosos contrafuertes no tienen razón de ser, no soportan la estructura, son una demostración de fuerza, de su voluntad de permanecer por los siglos de los siglos.
Me ha encantado la referencia a “Lo que el viento se llevó”. Manuel Mujica Láinez decía que la historia de Argentina era “la historia de lo que se nos fue”, y creo que en muchos aspectos esta idea se puede aplicar a Asturias en general y al oriente en particular. Gracias por captar con sabiduría y sensibilidad la frágil belleza de este entorno. Tus libros son un contrafuerte para este patrimonio.
Martín, solo nos queda hacer pequeños gestos para conservar lo que tenemos.Se nos ha ido tanto que da miedo pensar en ello.
Totalmente de acuerdo con Cristina pero agrego algo más: gracias. Qué sería de nosotros sin ti. Yo, aquí, por ejemplo, peleándome con las facturas y la cuenta del banco, muerta de asco, y para darme un respiro entro en tu página y me elevas hacia el cielo. Impagable.
Ay las facturas! Por eso necesitamos treguas y poder disfrutar de otras cosas. Gracias por tu apoyo Lidia
Que maravilla de fotos, Alejandro. Una belleza. Estoy deseando tener tú nuevo libro. Cuando estuve este verano en Ribadesella (por primera vez) siguiendo todas tus indicaciones para ver casas indianas también pensé que la Marquesa de Argüelles podría aparecer en cualquier momento.
Un abrazo desde Sevilla.
Gracias Cristina, la marquesa engancha, qué personaje! y este libro tiene mucho que ver con ella. Gracias de nuevo por la compra.