ENTRE TODOS LOS AMANECERES
Pocas casas de indianos disfrutan de amaneceres como los de Villa La Argentina.
Hay que estar allí al despertar el día, cuando el primer rayo de sol ilumina la galería de hierro que alegra su fachada.
Porque hay que decir que es coqueta. Proyectada por Juan Miguel de la Guardia en 1899, V. La Argentina está situada en Villar de Luarca, concejo de Valdés.
Su propietario fue Manuel García Fernández, indiano enriquecido en Tucumán (Argentina) donde él y su hermano José (propietario de Villa Barrera) hicieron fortuna al crear el Ingenio Bella Vista, una gran hacienda dedicada a la explotación de la caña de azúcar.
Hoy en día, Villa La Argentina se ha transformado en un hotel y apenas conserva por dentro algunos destellos de lo que fue en aquella época.
La fachada posterior, muy cuidada, da paso a un jardín con algunas especies traídas de América y cobija la capilla de estilo neogótico.
Nota: A diferencia de Manuel del Busto y otros arquitectos, cuyas fachadas posteriores son más bien feas (véase V. Excélsior, V. Amada, La Javariega, etc.), Juan Miguel de la Guardia parece querer cuidarlas (véase V. Barrera, V. Tarsila, etc.)
En este parque frente a V. La Argentina comenzó mi pequeña historia con las casas de indianos. Llegué aquí un día con mi cámara, sin saber nada, y quedé fascinado…
El próximo día cruzamos la calle (con sorpresa).
Martín , no recuerdo haber visto nada singular en la casa. Lo que me viene a la memoria , es que no estaba en buen estado y sus techos que eran muy altos. No obstante, tampoco pude ver toda la planta … de lo que me acuerdo bien , es que la verja antes de ser restaurada de su penoso estado, estaba pintada de color verde. Saludos.
Gracias Ramón.
Gracias Ramón!! Me refería justo a ésa. La verja tiene partes restauradas y partes reconstruidas. Me dijeron que las partes que no pudieron restaurarse las tienen dentro a modo de exposición. ¿Tenía algo interesante esa casa? Alejandro, te mandé un correo con unas fotos para que la reconocieras.
Gracias Martín, lo he recibido y finalmente me he dado cuenta de la casa. Estuvo abandonada muchos años y luego se hizo con ella el Ayuntamiento, pero yo nunca he estado dentro ni conozco la historia.
La casona a la que se refiere Martín , está en la avenida de Los Campones. Hace años estuve en la planta baja, y según entendí a una persona que vivía allí , era municipal. La finca acoge a La Fundación Laboral de la Construcción . Lo que no recuerdo ahora mismo , es si desmontaron y restauraron la verja, yo diría que si. Lo que es seguro , es que restauraron el muro. Saludos.
Ya caigo Ramón, una de esas casas que quedaron aisladas en medio de una zona industrial. La verja está estupenda aunque la casa debe de estar ahora sin actividad.
Una casa preciosa Alejandro.Menos mal que muchas de estas casonas están convertidas en hoteles,pues de lo contrario estarían abandonadas o en ruina total.Qué bonitos los techos con sus frescos,hicieron una buena restauración,me gusta mucho esta casa,aunque nunca he entrado.Un saludo a todos.
Ya sabes Ignacio, ahora tienes una excursión pendiente a la zona de Villar, incluida esta casa.
Bueno, yo me refería a una casa a las afueras de Gijón, en cuya finca han construido unos talleres o algo así y se llama «Fundación Laboral». Delante pasa una carretera con muchísimo tráfico (ésa es su cruz) y está rodeada por una especie de polígono industrial. Fuimos a ver unas cosas y de casualidad vimos unas rejas modernistas que nos dejaron impactados. La casa parece medio abandonada. Preguntamos y nos dijeron que era propiedad del Ayuntamiento, pero que no la cuidaban.
Martín, me he confundido evidentemente. Por esos datos no me doy cuenta qué casa es y si la conozco. Quizá otras personas de Gijón que visitan el blog sepan de qué casa se trata. Lo siento.
Me encanta esta villa y aunque no puedo poner un orden determinado en mis favoritas (son tantas las casas indianas que me tienen loca) si puedo decir que es una de mis preferidas…Puedo además presumir de haber disfrutado unos momentos en su jardín, sentada en uno de esos bancos que rodean una fuente que hay en medio de una especie de plazuela en la parte trasera de la casa. Pude entrar y ojear un poco del interior (menos de lo que me hubiera gustado) porque me interesé por los precios de las habitaciones para hacer una futura visita más «oficial». Por cierto, creo que la llamaban Casa o Residencia de «Los Pachorros». La historia merece la pena y mucho. Sin embargo, la capilla se me escapó. Buena disculpa para repetir visita…Los alrededores son también muy interesantes, hay un montón de casas espectaculares. Enhorabuena por estas fotos llenas de luz y color, Alejandro.
Lena, toda la familia tenía el mote de «Los Pachorros», y una plaza del centro de Luarca lleva ese nombre. El jardín es realmente acogedor y te traslada facilmente a otro mundo, quizás al de entonces. Como dices, Villar se merece muchas visitas.
. Esta casa es preciosa; todo delicadeza y armonia. Junto con Villa Excelsior y La Javariega, me tiene robado el corazón,;aunque hay tantas y tan bonitas, ,que es dificil limitar las ,preferencias a dos o tres porque todas son maravillosas. Preciosas las fotografias.
Gracias Mª Luisa, ya veo que ttambién la tienes entre tus preferidas. Un saludo.
Me gusta esa soberbia palmera, es una real?, w. robusta? Hace tiempo que busco una. Por supuesto la casa es muy bonita con ese cierre de forja tan elegante.
Alberto, sé que hay una enorme cantidad de especies de palmeras y no sabría decirte cuál es cuál. Sólo recuerdo que las más altas y delgadas son la especie washington, como las de V. Excélsior.
Cómo me suena eso de «quedar fascinado»… A mi me ocurrió lo mismo cuando vi por primera vez La Argentina, y de eso hace muchos años. Había visto muchas otras antes y muchas más que ido viendo con el tiempo , pero ninguna me fascinó tanto como ésta. Es por ello que la tengo de número uno de mi lista de casas indianas asturianas favoritas. Todavía ninguna le ha arrebatado el puesto. Lo tiene todo: es grande, pero no descomunal; es elegante, pero no es fría ni distante; es airosa por su porte distinguido, pero a la vez humana( quizá por su exquisita combinación de materiales: sillería donde debe estar, fachadas de color alegre, carpintería blanca, galería romántica, mirador de forja, cristaleras con formas de rombos,….y un sin fin de detalles acertados). A todo esto hay que sumarle su fascinante jardín medio francés medio inglés… con hortensias y glicinias que la quieren abrazar. Y qué decir de las palmeras… todas perfectas en forma y disposición. Por si fuera poco tiene otro elemento llamativo y diferenciador como es la capilla neogótica,bonita por si misma. Como broche de oro , además, está su excelente ubicación: Villar, un lugar cercano a Luarca, pero discretamente apartado. Allí convive con sus otras notables vecinas: La Barrera, Villa Teresa, Villa Carmen , Villa Excelsior,… Algo así como la»milla de oro»(donde están mi tercer y cuarta casa favorita). Nada que reprochar a su exterior (excepto esos añadidos inapropiados de cajetines de persiana en la buhardilla). Si su arquitectura lo hubiera permitido , yo le hubiera añadido alguna que otra guardamalleta, claro está… pero me conformo con el detalle de la cornisa volada de la galería , a modo de puntilla. Por supuesto que tanto elogio lo dejo para su exterior. Prefiero obviar opiniones de su actual decoración como hotel. No quiero ensombrecer lo anterior.
SALUDOS
Nicolás, no sabía que era tu casa preferida. Coincido en lo del tamaño, en numerosas ocasiones nos hemos referido aquí a casas maravillosas pero excesivamente grandes. También tiene, como mencionas, un jardín «a medida» muy para disfrutarlo. Una pena no haberla visto en sus momentos de gloria en el interior. Su propietario entonces la concibió como casa de verano ya que seguía residiendo en Argentina el resto del año. Creo que Villa Tarsila, del mismo arquitecto y anterior a las casas del Villar, sentó precedente en cuanto a elegancia para los indianos que llegaron después. Saludos.
Una preciosidad, desde luego. El otro día paseaba por Oviedo junto al Banco de España y me quedé pensando en la obra perdida de este arquitecto (ay si hubiera llegado a nosotros…). Por cierto, ¿qué sabes de la sede de la Fundación Laboral de Gijón? Las puertas son maravillosas. ¡Gracias!
Martín, lo del derribo del chalé de Concha Heres no tuvo nombre, como tantos otros atropellos de esa clase. La Laboral de Gijón tiene muchas cosas interesantes, es un tratado de arquitectura en si mismo. Me has dado la idea para enseñarla aquí alguna vez, merece mucho la pena.