
EL DETECTIVE DEL TIEMPO

Hoy me ha dado por hurgar en unas fotos antiguas como si fuera el pasatiempo de los 7 errores.
Isabel Escudero, bisnieta de doña Socorro, me ha vuelto a enviar una foto de sus tesoros familiares. Se ha acordado a propósito de la entrada titulada “Nobleza Obliga”, y me cuenta que las iniciales de doña Socorro (dos eses y una ge) lucían en la fachada principal. Su actual propietario las cambió por las suyas (ay! vanidad).
Además de ese detalle se aprecian dos cúpulas pequeñas sobre templetes que ya no existen, y que es la primera vez que las veo, el molino de viento para bombear el agua del pozo (a la derecha), y la capilla de La Atalaya (a la izquierda al fondo). También el jardín todavía en ciernes, donde faltan esculturas y los árboles están recién plantados.
En la foto de interior, con doña Socorro sentada a la izquierda, están algunas de sus hijas y nietos, y el capellán que vivía con ellos (costumbre arraigada en la época entre familias adineradas). Siguiendo el juego de las diferencias, la preciosa figura de bronce bajo una palmera que decora la escalera, ha sido sustituida por la de un pescador (padre de uno de los nuevos propietarios).
Alejandro, te he tomado la palabra y he investigado el asunto de las pinturas. Creo que la teoría es la que menos nos gusta, ya que, en el libro «Indianos, La gran aventura» de Eduardo Mencos aparece una foto del hall del palacete de la hija de Doña Socorro y carece de las pinturas actuales que he comprobado en tu libro. Así que me temo que las de la casa grande tienen el mismo origen ya que son muy parecidas. Por lo que las pinturas serían un mero añadido, sin valor alguno, de los años 80. Es una pena, la verdad. Pero también es cierto que de ser auténticas, eran de menos calidad que las de otras casonas como las de Villa Isabel, La Casona o la del los García de la Noceda de Pravia que son de las más vistosas. Te mando la foto al correo para que la veas pero es de muy mala calidad porque es hecha con el móvil. Un saludo!
Gracias David por molestarte en mirarlo. Yo voy a escribir a Isabel Escudero, bisnieta de doña Socorro y la persona que me manda estas fotos, para ver si ella nos lo puede aclarar. Gracias.
Coincido con lo de las iniciales, me parece realmente estúpido. Además si el nuevo comprador la hizo hotel..¿qué más le daba? Al margen de esto, las pinturas que adornan ahora los interiores son de la época o añadido por el nuevo propietario porque en la foto antigua las paredes son blancas. La verdad que es estupendo poder comparar la actualidad con las fotos de época! Un saludo!
Vaya sorpresa!!! Ahora que lo dices es cierto. Sólo encuentro una explicación razonable, y es que las pinturas decorativas en estas casas se terminaban incluso años después de ser habitadas. Era una labor lenta y muchas veces obra de una sola persona. Me parecería demasiado inventar por parte de los nuevos propietarios. Te cedo el puesto de detective, jeje.
Me encanta mirar una y otra vez estas fotos antiguas y comparar con la actual. Tenemos suerte de que esta casa tenga un » retrato» que nos decubra cómo fue en origen y cómo era el entorno de aquel entonces. La verdad es que las «garitas» desaparecidas , con ese aire hindú, le añadían un aire más exótico , si cabe, a la ya exhuberante mansión. Se la ve, eso si, un tanto desangelada sin esos árboles adultos que hoy día la envuelven y arropan y la hacen más íntima. Sin ellos , la casa sobresale descaradamente de su alrededor tan humilde y sin urbanizar. Aunque esa sería, precisamente, la intención de sus moradores. Nos quedamos con las ganas de saber la opinión de los convecinos de ese momento sobre tal singular construcción. A buen seguro que la tacharían de excéntrica cuando menos. Tanta vanguardia no se yo si se asimilaría. Me imagino que le pasaría lo mismo que ahora con esas «casetos» cúbicos y acristalados llenos de hormigón y hierro oxidado , que tan poco gustan a nuestra amiga Mariam. Lo cierto es que este estilo modernista o art noveau es muy especial y no apto para mayorías. De hecho fue ,en muchas ocasiones, mal utilizado por muchos arquitectos (o aprendices de) que, en aras de complacer los gustos de sus clientes adinerados y «snobs» , desvirtuaron la esencia del estilo y se quedaron con lo meramente anecdótico del mismo como era la ornamentación. A buen seguro que el maestro Gaudí tendría algo que objetar al proyecto del chalet de Doña Socorro de su aprendiz. (Por cierto, hablando de «snobs», telita marinera el que se le ocurrió cambiar las iniciales de la fachada de la casa) SALUDOS
Nicolás, lo de las iniciales chirria bastante… Sobre la casa y su impacto en la época, imagino que tuvo que ser muy grande, en un pequeño pueblo de pescadores, conserveros, y artesanos. Había por entonces en Figueras dos mujeres que rivalizaban por su poder económico y posición social: una era doña Socorro, y la otra la señora Pardo Donlebún que habitaba el palacio de Figueras. Nuevos ricos frente a nobles. A lo que iba, la casa se divisaba desde todo el entorno de la Ría y, si sigo imaginando, puedo ver a la gente de los alrededores acercarse los domingos a pegar la cara en la reja, admirados u horrorizados de tanta modernidad, sofisticación, y derroche. Entretanto, al otro lado (en Ribadeo) se levantaba una torre aún mayor para competir en importancia (la Torre de los Moreno), obra del mismo ingeniero, Ángel Arbex, que trabajó para doña Socorro, y por encargo de una familia de indianos enriquecidos en Argentina, y que se terminaría dos años más tarde. Un abrazo.
Las pequeñas cúpulas que ya no están me recuerdan a los kioskos (no sé si es la palabra correcta)para las bandas de música
Si, quizá más pequeñas. Supongo que eran la parte más frágil de la casa.
Muchas gracias por tus fotos .Un abrazo Federico
De nada, muchas gracias por tu ayuda. Un abrazo.
Las vetustas figuras se desvanecieron… y el pasamanos acaricia a otras nuevas; el caso es continuar cumpliendo su función. Saludos.
Así es, y ya van 100 años.