LA CASA MORI
En el centro de Luanco, concejo de Gozón, aún podemos contemplar una pequeña joya del modernismo en Asturias.
El indiano José María Mori vino a instalarse a su pequeño pueblo de pescadores en el cambio de siglo, después de haber hecho fortuna en Cuba, y contrató a un joven arquitecto para su empeño.
Era Manuel del Busto, quien con tan sólo 25 años iniciaba aquí su fulgurante carrera con clientes indianos, y que sabría plasmar como ningún otro arquitecto los deseos de notoriedad de sus clientes.
La Casa Mori se terminó en 1902 siguiendo los postulados del modernismo que emergía con fuerza en toda Europa. Dos de sus fachadas lindan con la calle, y las otras dos con un jardín que alberga una construcción auxiliar.
Dentro de unos días, los suscriptores del blog podréis ver en exclusiva los interiores de esta casa, algo verdaderamente sorprendente.
La fachada a la calle, con sus dos torres-mirador remarcando la casa. La entrada está a la derecha del todo.
Una de las fachadas laterales que se abren al jardín. La escalera exterior hace de escalera de servicio, al comunicar la cocina con la entrada de servicio y el lavadero.
La fachada posterior, abierta hacia el amplio jardín, y dos detalles de los miradores de madera y la guardamalleta.
4 fotos
Por cierto, nos citas de pasada y misteriosamente que el jardín «alberga una construcción auxiliar». A ver, a ver… ¿Tendremos más detalles?
Si, si, es una sorpresa preciosa que está en una esquina del jardín.
Si no fuese porque sabemos que esta preciosa casa lleva la firma de Manuel del Busto, resultaría difícil creer que es obra de un arquitecto incipiente. Tomó los detalles de vistosidad y elegancia que le ofrecían las curvas del modernismo para sacar partido del terreno en esquina, con las torres-mirador que la hace tan singular. Y más sobria en la fachada interior, sí, pero no carente de detalles coquetos como la guardamalleta o la policromía de los vanos de las ventanas (¿es cerámica vidriada, Alejandro?), que me encanta. Preciosas las fotos. Me gusta muchísimo la de la escalera exterior. ¡Cuánto habrás disfrutado haciéndolas! Y, como todos, deseando ver los interiores.
Maite, yo coincido contigo en cuanto a la foto de la escalera exterior, me gustó mucho ese rincón. Las torres-mirador corresponden a las dos habitaciones principales de la casa.
A mi también me encanta esta casa desde hace mucho tiempo. En una ocasión, siendo muy pequeña, me colé para verla por dentro, pero naturalmente no pasé del portal y parte de la escalera. Ahora espero ansiosa poder ver lo que entonces no logré atisbar. También me ha llamado la atención esa parte trasera. Preciosos detalles, pero como han dicho más arriba, parece otra casa diferente.
No sé si recuerdas el portal y la escalera, pero son algo muy especial, modernismo elegante…
Qué maravilla, Alejandro, poder visitar esas casas. Al menos nosotros la veremos a través de tu objetivo. ¡Estoy deseando!
Para eso estoy aquí. En unos días está listo para ver. Gracias Martín.
Siempre me llamó la atenciòn esta casa. Estoy deseando ver los interiores.
Montse, a mi también, y está muy bien conservada.
Es un «trasero» sobrio pero elegante, lo que me refiero es que no tiene mucho que ver el lenguaje delantero con el trasero. Si me dices que son dos casas diferentes me lo creo. Esperaremos por esos interiores, además yo no tengo ninguna referencia de ellos jamás he visto foto ni nada, será una sorpresa!
Yo creo que no había visto fotos antes, y no sabía lo que me iba a encontrar.
Es una casa preciosa, además si contamos que el modernismo en Asturias perdió la batalla frente al más que asentado eclecticismo, hace que me guste más. Esperaré ansioso los interiores. Por cierto, lo que me parece más curioso me parece, es la fachada trasera. No me la habría imaginado así ni por asomo. En Asturias ese estilo tan pintoresquista con la famosa guardamalleta estaba más que de moda. ¿Siguen habitándola descendientes del indiano? Un saludo!
David, no sé cómo te imaginabas la fachada posterior, quizá es demasiado sobria. Ya sabes que el lucimiento se dejaba para las fachadas «a la vista». La casa pertenece a los descendientes del indiano, lo que ha garantizado la conservación de los interiores, que son algo sorprendente. Saludos.