QUINTA IBÁÑEZ
Un hotel es un destino más que digno para una casa de indianos. Además, a los simples mortales nos brinda la oportunidad de fantasear mientras subimos la escalera o fijamos la vista en las decoraciones de techos y paredes.
Es encomiable el esfuerzo de conservar o restaurar una casa de indianos para usos hoteleros. La temporada turística en Asturias es bastante corta y estas casas tienen unos costes muy elevados de mantenimiento.
El libro Sueños Indianos en Asturias hace un recorrido extenso por las casas indianas convertidas en hoteles. Siempre querríamos más, que estuvieran impecables, que conservaran los muebles originales, que su nuevo propietario no hubiera hecho esto o aquello.
Yo soy el primero en protestar para mis adentros. Es más, si pudiera elegir me gustaría que conservaran su nombres originales. Cuánto mejor sería que el Palacete Peñalba se llamara Chalé de Doña Socorro, ¿no es más sugerente lo segundo?. La Quinta Ibáñez se ha convertido ahora en Quinta Villanueva, que recuerda su emplazamiento en Villanueva de Colombres, concejo de Ribadedeva.
La familia Ibáñez que mandó construir esta casa en 1904 está vinculada a la próxima entrega de Arquitecturas Olvidadas que llega en unos días, y por eso la recuerdo ahora. Una foto lejana ilustraba la última entrega de A Pie de Página, nada fácil de identificar.
Recorrer estos hoteles indianos, aunque sea sin hospedarse, es una estupenda manera de matar el gusanillo, de imaginar aquel tiempo, como cuando una música querida te asalta de nuevo y tienes que hacer un alto en el camino, vencido por la nostalgia.
Es una casa preciosa. Me encanta tanto el exterior como la escalera de entrada, bellísima la forja. Y los techos también increíbles.
Ya sabes María, te falta hacerle una visita…
Estoy de acuerdo que el futuro de muchas Casonas Indianas es convertirlas en Hotel,pienso que es una manera de conservarlas y de que su uso dé beneficios económicos,hoy en día , vivir en una casa tan Grande,no le veo mucho sentido,puedes ocupar una par de habitaciones y ya está,el resto de la casa queda vacío.
Ha quedado muy bonita la casa Quinta Ibáñez,como todas las que vemos en el libro Sueños Indianos,que maravilla de techos con sus pinturas,muebles originales o modernos.No siempre se pueden conservar los muebles originales y aunque se intente conservar la casa tal y como era,a la fuerza hay que modernizar las instalaciones.
Ignacio, yo siempre pienso en las dificultades de adaptar una de estas casas a hotel, por eso no suelo quejarme de lo que veo. Hay casas transformadas con mejor y peor gusto, pero es inevitable. Es una gran oportunidad para casas que de otra manera no se salvarían. Saludos.
Precioso Alejandro. Acogedor, y decorado con muy buen gusto. A ver, cuando me acerco, aunque solo sea para verlo in situ.
Es un buen punto de partida para visitar esta zona de la que hablo estos días en el blog. También está muy cerca Peñamellera, especialmente otro núcleo indiano importante: Alevia.
¡Extraordinaria! Me parece elegantísima y, efectivamente, conserva gran parte de su encanto. Me la apunto para una visita. ¡Gracias!
La zona y la casa se merecen una visita.