LA TARDE SIN PRISAS
La luz del atardecer suaviza un poco sus rasgos de fortaleza medieval y malencarada, su aspecto de tener malas pulgas.
Es el Palacio de Aramil, en el concejo de Siero, una construcción de finales del XVII y propiedad por entonces de la poderosa familia de los Vigil de Quiñones.
Yo venía a ver el palacio, actualmente abandonado, pero salir a hacer fotos es la excusa perfecta para deambular sin rumbo, coger caminos sin salida, guiarte por la luz, y dejarte atrapar por cosas sin importancia mientras se desliza la tarde.
Y eso hice. Muy cerca de allí descubrí la pequeña iglesia románica de San Esteban de Aramil, del siglo XII, y de paso me entretuve fotografiando ovejas, portillas, caminos, y hasta una puesta de sol.
La tarde sin prisas…
Me gustan mucho las fotos que presentas de los vallados o portillas de madera ; ya has sacado varios ejemplos en otras ocasiones; y siempre me recuerdan las acuarelas de un tal Columé, que también las pinta. Saludos.
Ya me vas pillando mis «obsesiones fotográficas», y esjtos cierres de madera siempre me llaman la atención.
Eso que dices Alejandro de «perderse» es lo mejor… A veces suele depararte agradables sorpresas. Aunque también algún susto!
Es una pena que el Palacio esté abandonado cuando en el 2007 se llegó a firmar un Plan que incluía su rehabilitación. Claro que llegó la crisis y ya podemos imaginar en que quedó todo lo firmado…
Y respecto de la que fuera la propiedad, que he leído que fue la más poderosa de la mitad oriental del concejo de Siero durante siglos, ¿no quedará ningún miembro interesado y con posibles para restaurarlo? En fin…
Lo de las ovejitas mirando la cámara, en tu caso será por el ruido del disparador. Pero no creas…pienso que, salvo cuando tienen miedo, les llamamos nosotros más la atención aún que ello/as a nosotros…y nos observan curiosamente. Suelo hacer también fotos de animalillos mirando o posando. Lo hacen muy bien.
Realmente con el día tan guapo que hacía, y esa tranquilidad que se aspira… no se puede tener prisa…
La puesta de sol, preciosa y un buen colofón al día.
Paloma, no sabía que hubo intención de rehabilitar el Palacio de Aramil, sin duda lo merece. Sobre los animales mirando a la cámara, a mi me pasa más con las vacas, se quedan mirando un poco hipnotizadas, no sé si es curiosidad o desdén, vete a saber!.
Muy bonitas todas. Si tuviera que escoger, quizás me decantaría por la tercera (viejo árbol y palacio) y la cuarta (el camino). Siempre me han llamado la atención esas construcciones, bien sea una iglesia, un palacio o una casona acompañados de un viejo árbol, tiene cierta magia, no sé explicarlo. De hecho, hay muchas iglesias por Asturias con un viejo árbol y suelen ser tejos, muy unidos a la mitología astur. En cuanto al camino, me gusta la perspectiva que has logrado y me encantan esa verjas de madera, en realidad, simples estacas…otras veces son travesaños colocados de cualquier manera para delimitar el camino o para que el ganado no se escape, pero el efecto que hacen cuando vas caminando por esos senderos siempre es muy evocador.
Una vez que ya tenía las fotos que necesitaba del palacio, fue agradable simplemente perderme por aquellos caminos y hacer fotos con esa luz tan estupenda. De hecho, no recordarba que la iglesia de San Esteban estuviera tan cerca. En el concejo de Siero tiendo a perderme, me resulta imposible llegar a los lugares sin antes coger varios caminos equivocados, las cosas del descubrir.
Naturaleza, animales en libertad, arte y aire puro para respirar; ingredientes suficientes para una tarde de relax sin prisas, disfrutando de esas maravillas que encierra Asturias. Me hacen mucha gracia las ovejitas, que están muy pendientes del objetivo de tu camara a la que observan con atención. Las fotografias preciosas, sobre todo la última, con esos tonos dorados y anaranjados y el arbol en primer plano como un enrejado. Un saludo.
Mª Luisa, los animales (vacas, ovejas, gatos…) prestan mucha atención al ruido de la cámara. Buen instinto de supervivencia. Saludos.