EN CAPILLA
He fotografiado cerca de 50 casas de indianos por toda Asturias en los dos últimos meses.
Más allá de las idas y venidas, el cansancio, y los muchos kilómetros, me he quedado con los numerosos relatos de triunfo, zozobra, y a veces de olvido que me han contando en cada nueva casa.
Entrando y saliendo, mirando, iluminando, todo es bastante premeditado, pero hay momentos inesperados en los que se para el reloj de las prisas. Uno de ellos ocurrió el otro día, cuando me abrieron la capilla de la Virgen del Carmen en Villa La Argentina (El Villar, concejo de Valdés).
Emociona ver este lugar privado, recogido, hermoso, y recordé la gran historia de su primer propietario, el indiano Manuel García Fernández, que levantó un imperio desde su Ingenio Bella Vista, en San Miguel de Tucumán, Argentina.
Pequeños rincones cargados de leyendas.
Me ha encantado esta capilla, la verdad es que debe ser alucinante estar rodeado de tanto detalle. Me resulta muy alegre a la vista. Saludos.
Me alegro Ramón de que te haya gustado. Saludos.
Desde fuera no te puedes imaginar ese interior. Choca ese rojo vivo del exterior con el azul intenso del interior de la capilla…A mi también me ha llamado la atención el mecanismo de los reclinatorios de los bancos (y su decoración me recuerda un poco el estilo Gaudí) y me parece muy original la barandilla que rodea el altar, no solo por el color sino por la forma sinuosa que tiene de rodear todo el espacio…Es muy bonito el conjunto y se agradece el buen estado de conservación. Completamente de acuerdo con los comentarios sobre la verja, una joyita.
Lana, coincido contigo sobre el conjunto del altar, muy diferente y original, y los bancos son preciosos.
Relevancia si que tuvo en la tierra de adopción, que incluso una localidad lleva su nombre.
No lo sabía!
En algún sitio leí que la capilla ahora funciona como biblioteca del hotel… de ahí que haya libros. Aunque siempre insistimos en ello aquí sería pecado no resaltar la labor de forja artística en rejas y puertas. ¡Qué tiempos!
Desde luego Martín, las puertas de la capilla son algo especial, y está claro que el promotor de Villa La Argentina quiso darle mucha relevancia en el conjunto de la casa.
Hola Alejandro,qué te puedo decir?,pues que es una maravilla,que suerte has tenido de poder entrar y así gracias a tus fotos podemos contemplar tanta belleza.Es una Capilla grande,verdad,se puede dar misa,seguro,y una pregunta,sólo es Capilla,no hay nadie enterrado?,me parece que no,pues no se ve ninguna escalera que baje a ninguna Cripta.Bueno,es maravilloso lo bien conservado que lo tienen todo,no se ve ni una humedad,es que por mi caso particular es un problema eso de las humedades en las capillas.Un saludo a todos.
Ignacio, la dueña sí que me comentó el problema de las humedades con el que llevan muchos años luchando, supongo que es inevitable en este clima. La capilla no tiene cripta (a diferencia de la tuya) y su forma alargada, con bancos, deja espacio para celebraciones. Me contó que en la capilla tuvieron lugar muchos bautizos de la familia. Un saludo.
En Mayo de 1924 el propio Ministro de Obras Públicas de Argentina visita su ingenio y refinería de azúcar
Al parecer el Ingenio Bella Vista no sólo era una gran hacienda, también incorporó procesos y maquinaria muy novedosos en la época.
Te envidio en muchas ocasiones, Alejandro, pero ésta es una de las que más (y empiezo a cuestionarme si es una envidia sana, no creas, jaja…) ¡Qué suerte haber podido entrar en la capilla de Villa Argentina y qué suerte tenemos nosotros de que nos la enseñes en el blog…! Es sorprendente, con preciosos detalles como las bisagras de los magníficos bancos, la delicada benditera, la madera tallada o las lámparas. Y sorprendente también el colorido -que yo aventuraría que es un guiño al azul, blanco y amarillo-oro de la bandera argentina- poco habitual en una capilla. A mí me ha gustado muchísimo. Me llama la atención también una estantería en la parte posterior, con libros. ¿Te fijaste si eran de temas religiosos o… ? Es curioso ese mueble en una capilla, no de adorno, sino tan repleto. Bueno, que me encanta. Que Villa Argentina y su situación en el conjunto de El Villar es una de mis favoritas y hemos tenido la suerte de poder verla. Gracias por el esfuerzo, pero estoy segura de que también lo has disfrutado mucho porque eso se desprende de los post y las fotos que compartes con nosotros. Un abrazo.
Maite, me gusta mucho tu interpretación sobre los colores de la capilla en referencia a la bandera de Argentina. De hecho, la casa aún conserva un azulejo junto a la puerta principal con el emblema de la República Argentina. Durante la Guerra Civil, cuando la casa fue ocupada por los mandos de las tropas franquistas, un soldado que montaba guardia, al enterarse que el azulejo representaba a una República y ellos combatían contra una República, trató de cargárselo, menos mal que apareció un superior con más luces y se lo impidió. Hay dos estanterías repletas de libros, una a cada lado de la puerta, y no tuve reflejos para acercarme a curiosear, quizá por estar un poco embobado con la capilla. Y sobre el esfuerzo, «sarna con gusto no pica…» Un abrazo.
Una capilla de muy buenas proporciones aunque, a mi parecer, algo desafortunada en los colores. El conjunto de la casa con la capilla da un empaque muy especial, por no hablar de las vecinas. Una colonia indiana muy bonita y bien conservada. La última foto sería una bonita postal! Un saludo.
David, en cuanto a la conservación de la colonia indiana hay de todo. Justo al lado está la casa del hermano, Villa La Barrera, en un estado lamentable, hasta la verja se cae a trozos. Me encanta ver dos proyectos tan dispares, construidos casi a un tiempo por el mismo arquitecto (Juan Miguel de la Guardia) y pensar en aquellos días de esplendor. Sobre las postales, ya comentaste alguna vez aquí que te parecía una buena idea, creo que a propósito de una imagen de la Quinta Guadalupe. Ya veremos si es posible, gracias.
Hola Alejandro, solo te puedo llamar privilegiado, pero… ¡¡qué bien que lo seas para ofrecernos estos tesoros!!! 😉 Un abrazo, Esther
Gracias Esther, esto de la capilla fue una sorpresa para mi, y está claro que me encantó. Un abrazo.
Pocas capillas privadas tendrán las calidades de esta. Me llama la atención el magnífico mobiliario en ¿caoba?, en ese modernismo temprano con referencias goticistas. Estoy seguro de que todo el esfuerzo no habrá sido en vano y dentro de poco muchísimas personas podremos disfrutar con esa obra de arte fotográfico. ¡Gracias!
Martín, los bancos son una preciosidad, parecen de caoba aunque no soy un experto.