LA CASA CANEL
Me encanta su coqueta galería de hierro pintada en plata, su simetría, su balaustrada rematando la fachada.
Me paro siempre a verla. La casa Canel está en la calle del Campo, en lo alto de Castropol, a un paso del Casino, del parque Vicente Loriente Acevedo, y lindando con Villa Rosita.
La entrada a la casa, con las iniciales de Antonio Canel, y la puerta interior.
Como ves, una calle de lo más indiano que termina en otra casa distinguida, la de Carlos Conde. El jarrón, en primer plano, es del Parque Vicente Loriente Acevedo, con la galería al fondo.
La familia Canel hizo fortuna en La Habana con una fábrica de muebles. Esta foto de la época podría ser del día de la inauguración de la casa (al fondo el jardín de Villa Rosita).
Fuente foto antigua: http://castropol.blogia.com/
Casa Canel es bien bonita. Especialmente elegante para el no tan grande tamaño que parece tener. Me recuerda mucho, salvando las distanciase , a la casa de Los Leones de Colombres. Pertenece a ese peculiar ramillete de casas de apariencia urbana pero extrañamente ubicadas en entorno rural. A estas habría que sumar también la casa de la carretera que atraviesa Buelles y la de Libardòn y alguna otra que bien podrían encontrar acomodo en el casco histórico de muchas ciudades coloniales. Otra cosa no tendrán , pero fachada sí; siempre bien estudiadas y, normalmente , muy al gusto francés . SALUDOS
Este tipo de casa que mencionas, que no es chalé, que es urbana aunque está en una pequeña población, que bebe de las corrientes cosmopolitas, y que a menudo no tiene jardín, es muy interesante. A menudo se diluye entre otras muchas construcciones burguesas de la época y resulta más difícil identificarlas como indianas. Coincido en que son bien bonitas, no son las más bellas, pero triunfan!.
Me imagino Alejandro, que cuando llamas a la puerta de cualquier casa, con la intención de que te dejen entrar y poder fotografiar su interior, simplemente con ir acompañado, además de con tu cámara, por supuesto, con uno de tus magníficos libros, no tendrás ni el más mínimo problema…¡Si hasta te tendrían que invitar a merendar!. ¿Quien se te iba a resistir?. La casa, preciosa, igual que las fotos.
Por cierto Mª Luisa, el candelabro judío se llama» menorah»…;)
Lena, qué más quisiera yo!, que fuera tan fácil. Es cierto que los libros me abren algunas puertas, pero los interiores de las casas no dejan de ser una parte de la intimidad de cada uno, e incluso a veces, en la misma familia, unos están a favor y otros no, es delicado. Pero cuando hay suerte y encima me invitan a un café, ya es la gloria!.
Tú prueba. El no ya lo tienes; quizas la respuesta a tu llamada sea un si. Atrevete; nosotros te hacemos de escudertos; ja,ja,ja.
Gracias Mª Luisa, este verano seguro que pasaré por Castropol, de eso no hay duda. Y quizás sea el momento de ir a presentarme, veremos.
LLama, llama, seguro que te abren y luego… nos enseñas las fotos. Si es tan bonita y cuidada por dentro como por fuera, promete.
Ya sabes, alguna vez lo he comentado, que guardo mucho cariño a Castropol (pero a mi no creo que me abrieran la puerta… tampoco tengo el valor ;)))
Lo del valor, Paloma, depende de los días. Cuando pienso que lo peor es un NO!, entonces voy y llamo, pero no siempre está uno en esa onda. Además de la pista que da Mª Luisa, siempre he pensado que la casa estará bien conservada, como una pequeña joya de familia.
Toda esta casa es armonia pura. Desde el maravilloso mirador, hasta el cierre de las ventanas que me recuerda al candelabro (no recuerdo su nombre) judio. Desde antes de saber que era una casa indiana, ya me gustaba, y sentada en un banco del parque, me pasaba muchos ratos contemplandola. Hace unos años, en una de mis visitas a Castropoil, ví que tenía abierta la ventana de la izquierda, que dejaba ver un tresillo de la epoca, una preciosa mecedora y un baul muy antiguo. Como siempre, me detuve un rato admirando todo aquello, e imaginandome como serían el resto de las estancias, y la vida de sus moradores dentro de esa casa. Hasta que tú nos abriste esta ventana al mundo indiano, pensaba que esta casa era Villa Rosita. Preciosas las fotografias. Un salaudo.
Mª Luisa, yo nunca he estado dentro, aunque en los veranos la casa siempre está abierta. Es muy probable que esté bien conservada, igual un día me atrevo a llamar a la puerta…
Impecable, Alejandro, da gusto pasar por esta casa tuya…
Un saludo
Belén
Gracias Belén, ya digo que me parece muy coqueta. Saludos.