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Eran estas cosas sencillas pero necesarias,las que mas agradecerían los vecinos de pequeñas aldeas porque les facilitaban la vida, me imagino que muy dura en aquellos años. Fué mucho y bueno lo que los indianos hicieron por sus municipios. Se convirtieron el los benfactores de sus paisanos y seguro que estos se les agradecerían infinitamente. He observado que en la placa de la iglesia figuran los nombres de los dos hermanos, pero con el segundo apellido diferente, quizas el indiano enviudo, se volvio a casar y tuvo el segun do hijo.Un saludo.
Qué observadora Mª Luisa, no había caido en lo de los nombres. Efectivamente algunos pueblos «sufrieron» transformaciones radicales gracias al dinero que llegó de América, y es notable como, en un pequeño lugar como La Pereda, tuvieron de repente todos esos servicios. Una historia apasionante.