SHE
Nicolás -seguidor de este blog desde Santander- me recordó la figura de un indiano cántabro de gran relevancia, vinculado también con Asturias.
Se trata de Antonio López López, Marqués de Comillas, quien con tan sólo 36 años regresó de Cuba con un enorme fortuna. Su lista de logros empresariales -navieras, tabaqueras, bancos, minas- es interminable y existen múltiples relatos sobre sus hazañas. Nos dejó -además- el maravilloso Palacio de Sobrellano en Comillas (Cantabria) que encargó al arquitecto Joan Martorell como residencia de verano.
Su presencia en Asturias se debió a las primeras explotaciones mineras que abrió en zonas de los concejos de Aller y Mieres. Él y su hijo Claudio López Bru (II Marqués de Comillas) fundaron en la década de 1880 la SHE (Sociedad Hullera Española) para extraer el carbón en la región.
El pueblo de Bustiello (Aller), se conserva como una colonia industrial ideada por la empresa. Es la máxima expresión del paternalismo filantrópico, un poblado ejemplar para obreros y empleados que acreditasen una conducta virtuosa.
Veinte viviendas obreras, pareadas y con huerto, rodeadas de todos los servicios necesarios para facilitar una vida ordenada y feliz que recompensara la dureza del trabajo.
Hay dos elementos que presiden la colonia: la iglesia y, frente a ella, el monumento al benefactor.
La iglesia es de grandes proporciones. Justo detrás, aunque no se ve en estas fotos, está la «Escuela de Niños»
El monumento dedicado a su benefactor: Al Excelentísimo Señor D. Claudio López Bru, Marqués de Comillas. El personal de las Minas de Aller. Año 1925.
Junto a iglesia está el edificio del «Círculo Católico» pensado como Casino y centro de esparcimiento para los obreros del poblado. A Bustiello se accedía cruzando el puente de hierro, como el que entra en un club reservado a unos pocos privilegiados.
En los extremos del conjunto se sitúan las casas de los ingenieros y cargos directivos.
Mención especial merece también el Sanatorio, separado del poblado unos 200 metros.
Es un proyecto de gran calidad -hoy completamente abandonado a su suerte- fechado en 1902. Su disposición alargada, en módulos pequeños y con grandes ventanas, permite la entrada de mucha luz natural durante todo el día. (Para algunos hospitales de hoy en día esto debe de ser una idea revolucionaria ¿?).
El conjunto de Bustiello es una joya de nuestro patrimonio industrial, vinculada en este caso a uno de esos indianos que optaron por no retirarse a vivir de las rentas.
No te pierdas dos apuntes sobre esta entrada. Ambos tienen que ver con azulejos: una en Santander, la otra en Aller.
No sé si desde que nos mostraste este magnífico conjunto se han acometido algunas obras de restauración. En caso contrario, esperemos que la declaración de BIC sirva para algo:
http://www.elcomercio.es/asturias/cuencas/poblado-minero-bustiello-20171025160410-nt.html
Maite, me enteré esta mañana de la declaración de Bustiello como BIC, poco antes de leerte. Hay que alegrarse, supone al menos una barrera de protección contra desalmados. Es un conjunto único de patrimonio industrial.Gracias.
Alejandro se me había pasado esta magnífica entrada, como siempre nos tienes acostumbrados, con fotografías preciosas. Yo que vivo en Aller paso todos los días por delante del poblado minero como se conoce por aquí, y aún así no dejo de mirar de reojo una vez tras otra este conjunto. Desde luego si os acercáis por el concejo bien vale la pena pararse un rato a hacerla vista programada en el centro de interpretación que han puesto en una de las casonas para los «ingenieros». Un saludo, Alejandro
Esther, gracias, se me había pasado comentar que hay un centro de interpretación. Es interesante visitarlo para tener una visión más completa.
¡Vaya descubrimiento, Alejandro!
Mira que pensé que conocía bastante sobre la biografía de los López, los Güell y sus descendientes… Y (una vez más) Asturias y tú venís a sorprenderme. Había leído -de pasada- que ‘Claudio López Bru había sido propietario de unas minas en Asturias’, pero no pensaba que había dejado esta pequeña joya, como consecuencia.
Tendría que haberlo imaginado. Los prohombres de entonces nunca hacían las cosas a medias.
¿Paternalismo? Quizá, visto con ojos actuales. Pero si nos situamos en el promedio de las condiciones de vida de la población en aquella época, esas colonias industriales -de bellísma factura, para mí- proporcionaron bienestar a los trabajadores que pudieron alojarse en ellas, y a sus familias. ¿Por qué darle un tono peyorativo?
La contrapartida no sería tan desinteresada, pero estos ‘obreros privilegiados’ sí pudieron acceder a una instrucción, modo de vida y trabajo, sanidad e incluso ocio, impensables para la mayoría. Y que de ninguna manera les garantizaba el incipiente y caótico movimiento sindical. El disponer -por ejemplo- de un hospital (preciosos los toques modernistas) acorde con los avanzados criterios higienistas europeos (con magníficos ejemplos, como el Antiguo Hospital de Jornaleros de Madrid o el de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona) en un bonito pero apartado lugar, no estaba al alcance de todos. No olvidemos en qué momento de la Historia estamos.
A estos grandes personajes, como a los indianos (a veces reunían las dos condiciones) -con sus luces y sus sombras-, creo que les debemos reconocimiento. Su empuje, la exposición de sus capitales -con lícito afán de prosperidad- impulsó el desarrollo industrial en unos tiempos de ruina y guerras. Y, desde luego, Claudio López Brú no me parece el peor de ellos.
A nosotros nos quedan sus vestigios, que -lamentablemente- no siempre valoramos ni conservamos.
Esta interesante entrada daría para tantas derivaciones como quisiéramos: humanista, arquitectónica, social, paisajística, laboral…
La fotografías son extraordinarias, Alejandro. Realzan -si cabe- la belleza del conjunto. Me encanta la primera, los detalles de la verja, minuciosamente trabajada con los símbolos mineros. ¿A qué edificio pertenece?
No pretendía que sonara peyorativo. El paternalismo lo entiendo como una relación muy diferente a la actual entre patrón y obrero. La empresa invade el ámbito privado para condicionar otros aspectos de la vida. Tuvo aspectos positivos y negativos. Desde luego en Bustiello trataron de crear un poblado perfecto, con todas las necesidades cubiertas, muy por encima de la media.Seguramente despertó la envidia de muchos. La verja es preciosa, cierra la iglesia por atrás y es el mismo motivo que circunda la escultura dedicada al Marqués de Comillas.
No es una crítica a tu comentario, Alejandro. En absoluto. Sé que es una definición establecida. Pero esa definición establecida siempre conlleva un cierto tono de desaprobación, creo yo. Precisamente por ese afán de control patronal totalitario. Y se olvida el contexto histórico, imprescindible marco para su explicación.
La manera de gestionar las empresas y administrar los recursos fue cambiando con los tiempos y el nuevo orden social. Pero yo sigo admirando a aquéllos que -entonces- con sus claroscuros, impulsaron tantas empresas que contribuyeron a esa revolución industrial.
Esta entrada me encanta. Había visto fotos en tu estupendo libro «Asturias, patrimonio industrial», pero desconocía la historia completa que las respaldaba.
Un abrazo.
Maite, en el libro de Patrimonio Industrial no había sitio para extenderse demasiado con este magnífico poblado de Bustiello. Las fotos son todas nuevas, de hace un mes. Quería visitarlo de nuevo y ver cómo estaba. Algunas cosas han mejorado -se rehabilitó el edificio del Círculo Católico para convertirlo en residencia de ancianos- pero lo más preocupante es el estado del Sanatorio, totalmente abandonado y expuesto a los mayores desmanes. Puedo entender la falta de presupuesto, pero no es tan caro establecer unas mínimas cautelas para su conservación. Sobre la iniciativa del Marqués de Comillas, si muchos indianos hubieran creado empresas aquí a su regreso de América -en lugar de retirarse a vivir de las rentas- Asturias sería hoy Suiza, más o menos…
Bustiello parece la maqueta hecha realidad de un pueblo idílico ideado en un «laboratorio de arquitectura» .
Una rareza en mitad de las montañas. El ejemplo de lo que, para una mente decimonónica, debería ser el ordenado mundo donde trabajar y vivir . Existen otros casos parecidos alrededor de algunas fábricas, casi siempre, de origen europeo. Pero no conocía ninguno como este, donde todo está felizmente calculado para que no se tenga ninguna necesidad mas que la del trabajo .
Claudio López , que heredó de su padre una de las más importantes fortunas de este país , tenía un exagerado fervor religioso y fue un destacado dirigente de la Acción Católica de España . No le debió costar demasiado acogerse a las nuevas directrices de La Iglesia sobre el movímiento obrero católico ( muy contrarias a las seguidas por los obreros socialistas y anarquistas del momento) . Hay que recordar que este hombre costeó la construcción y el funcionamiento de una institución importante como fue el Seminario Pontificio de Comillas. Una obra faraónica .
Sabiendo esto , uno puede entender mejor el por qué de una iglesia , como la de Bustiello, que es tan exageradamente desproporcionada para el conjunto del pueblo ; el por qué de una barriada de viviendas modestas de obreros al amparo de otras más notables de jefes ; el por qué de un lugar de recreo y ocio controlado, …
Así Bustiello ha quedado tal cual » fósil de experimentación social».
Es una lástima que el edificio más bonito: el sanatorio, se encuentre en ese estado. No es nada frecuente encontrarse con arquitectura modernista por estos lares. Una joya del patrimonio arqueológico industrial . Desconozco su autor, pero parece clara su influencia del modernismo catalán . El propio Claudio nació y vivió en Barcelona . Su padre, una vez regresado a España de Cuba, empezó negocios en esta ciudad y creó vínculos con su lugar de nacimiento. De ahí que Comillas sea un pueblo sobresaliente en modernismo . Y puede ser explicación para el estilo del sanatorio.
SALUDOS
Nicolás, gracias por darme la idea y por el comentario que completa estupendamente la entrada. Tienes razón, cuando estás allí -al otro lado del río- el conjunto parece una maqueta.