SE MIRAN
Es imposible no quedar fascinado por el paisaje y la luz de Asturias en esta época del año.
Por eso yo ando -como caballo desbocado- estos días persiguiendo esa luz, esas casas y esas cosas por media Asturias.
El tiempo es extrañamente cálido y soleado este Diciembre. Aún así, los amaneceres son gélidos, y después de un rato la cámara se escurre entre los dedos como un vaso helado.
Cada mañana, y ya van tres siglos, el palacio escondido entre arbustos se asoma para mirar este paisaje infinito, como en un marco sin espejo.
Será la próxima entrega de Arquitecturas Olvidadas esta semana.
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