
MIENTRAS ESPERO

Con tantas entradas sobre jardines estos días pasados, tengo tendencia a pensar en verde (como llevar unas gafas).
Coincidió -además- que quedé para comer con unos amigos en Ribadesella, en el restaurante El Puente del Pilar.
Como llegaban tarde y yo no llevaba cámara (a veces ocurre), entretuve la espera dándome una vuelta por el jardín y tirando fotos con el teléfono.
El lugar es entrañable, la comida muy buena y, para todos los que nos gusta lo indiano, desde allí ya se divisa la torre de Villa Rosario, perfecto para un paseo después de comer.
Tiene una pinta barbara, pero lo más extraordinario de todo es que he debido de pasar un montón de veces por delante y ni me he dado cuenta…¿Se puede ser más despistada?. Habrá que repetir paseo.
Coincido con los demás, no llevabas cámara profesional pero, incluso con una cámara de móvil, se nota «el buen hacer».
Yo también he pasado veces por delante sin enterarme de lo bonito que es el sitio ni de lo bien que se come. Realmente conocer lleva mucho tiempo y mucha calma.
Me fascina el Puente del Pilar!! No solo es un sitio super encantador sino que la comida es muy rica. Cierran despues de la fiesta del Pilar hasta Semana Santa pero vale la pena ir.
Sara, me alegro que ya lo conozcas, y desde luego que la comida está muy rica.
Coincido con todos mis compañeros,en que el retraso de tus amigos fué providencial, y con tu maestria, nos has brindado la ocasion de contremplar unas fotografias preciosas. Me gustan todas, pero la del rio, tan evocadora y nostalgica con el puentecito, y el rincon del porche, para acoger una amena charla, o leer un buen libro, tienen un encanto especial. Mencion aparte merecen las hortensias, que aunque ya van perdiendo su colorido siguen estándo bonitas.
Preciosa entrada Alejandro.
Un lugar muy tranquilo el día que estuve allí. Imagino que en pleno verano debe estar a tope. Muy recomendable.
Por tus fotos Alejandro y por el comentario de Nicolás parece un sitio de comidas familiar,acogedor,seguro que al llegar te dan un trato de amigo y de cliente a la vez.Los tomates ecológicos son una muestra de que tienen su propio huerto imagino.Y la foto del río y el puente es preciosa,te mereció la pena esperar.Como se nota la llegada del otoño,lo digo por las hortensias que poco a poco se van secando,me recuerda una entrada tuya con fotos de ellas.Ya va llegando la época del frío,de estar en casa con la mantita y tomar algo caliente,bueno tú no,Alejandro,que tienes que seguir haciendo fotos para nosotros,jajajajajajajajaja,lo siento,que malo soy,saludos.
Qué malo Ignacio! jaja. Por ese puente se llega caminando -en un minuto- a la playa de Santa Marina, donde están todas las casas de indianos. Buen plan. Lástima que el restaurante cierre todo el invierno. Seguro que ellos también se quedan en casa con la mantita. Saludos.
Está muy claro: sólo las personas inteligentes son capaces de transformar un momento de descortesía en fructífero .
Enhorabuena porque , aun con cámara no profesional , lo profesional se nota y las fotografías quedaron muy bonitas.
Me alegro que en un blog como este de «Asturias por Descubrir» se den cabida , además de casonas y Palacios , a jardines , rincones y establecimientos tan ideales como éste.
Enhorabuena, también , a Fernando por haber sabido reconvertir el negocio familiar » El Puente del Pilar» que empezara su encantadora madre hace ya más de cuarenta años . No sólo de chigres y sidrerías se tiene que conformar Asturias . Lo «chic » también tiene cabida y aquí hay un excelente ejemplo.
SALUDOS
Nicolás, creo que tú ya habías mencionado este lugar en otro comentario. Para mi era la primera visita (habiendo pasado mil veces por delante sin detenerme) y me encantó.
Descortesías aparte (está muy mal llegar tarde…), casi tenemos que alegrarnos del retraso de tus amigos, Alejandro, porque esa espera la convertiste en estupendas fotos.
¡Qué sitio tan bonito!
La espera se me hizo corta con tantos rincones interesantes.
Parece un sitio de lo más agradable y cuidado hasta el detalle. Habrá que tomar nota!
David, te lo recomiendo. Un sitio de lo más agradable, precio razonable y atención exquisita.