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MARÍA Y TARSILA SON PRIMAS

MARÍA Y TARSILA SON PRIMAS

Perdón por la tontería del título, ahora mismo me justifico explico.

Villa Tarsila -foto de inicio- es visita obligada en cualquier recorrido por las casas de indianos del Occidente de Asturias.

Situada en el centro de Luarca, fue proyectada en 1893 por el arquitecto Juan Miguel de la Guardia para el indiano Ramón Rodríguez.

En ella demuestra de la Guardia su dominio del lenguaje clásico, que traslada con elegancia a distintos edificios de la última década del siglo XIX. Las malogradas Villa Teresa y La Barrera, algunos detalles de Villa Argentina y el desaparecido chalé de Concha Heres en Oviedo son buenos ejemplos de chalés promovidos por clientes adinerados.

Este verano tuve el privilegio de fotografiar otra de sus obras  -Villa María- para la próxima entrega de Palacios y Casonas de Asturias.

Solo con verla de lejos se intuye el parentesco que guarda con Villa Tarsila. El mismo porte y la misma belleza distante que, en el caso de Villa María, se complementa con un espléndido jardín inglés.

Villa María, situada en el barrio residencial de Somio (Gijón),  fue construida unos años más tarde que su prima, probablemente hacia 1898, para el industrial Tomás Zarracina.

Con el tiempo la propiedad pasó a manos del Conde del Real Agrado, indiano enriquecido en Cuba al que la casa parece que se le quedó pequeña. Originalmente de planta cuadrada, con la entrada en su centro, el palacete se amplió respetando la arquitectura original.

Si te fijas en la foto siguiente, junto al alero se ve la diferencia en el tono de la piedra que delata el recrecido hacia la derecha, por cierto llevado a cabo por el estudio del arquitecto Manuel del Busto.

Ayer terminé de retocar las fotos del interior de Villa María, repletas de detalles magníficos, que solo han conseguido aumentar mi nostalgia porque ya no sea posible admirar Villa Tarsila tal y como fue.

10 Comentarios

  1. Mª Luisa

    Coincido totalmente con Nicolas, en el poco atractivo que tiene esa fachada tan rectilinea, y apagada. El copete de su verja, es lo que mas me ha gustado. El edificio es magnifico, pero a mi, me resulta «soso», a pesar del color, que siempre anima algo. Lo mismo me ocurre con Villa Tarsila, solo que a esta, como dice Nicolas, le falta un punto de color. Aún estuve estas vacaciones, paseando por su jardin, que para mi, sigue teniendo mucho encanto.

    Cuando descubra los interiores de Villa Maria, en el nuevo libro de Palacios y Casonas, a ver si compensan, el poco atractivo de la fachada.

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    • Alejandro Braña

      Creo que Villa María te gustará por dentro, está magnificamente conservada, por eso al verla eché de menos que Villa Tarsila no se conserve por dentro. El jardín de Villa María, que apenas se aprecia en estas fotos, es aún mejor.

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  2. María L.Bazaga

    Villa María es una preciosidad, Alejandro, me encanta. Su sillería de piedra, ese tono color caldera que describís… Pero sobre todo lo armonioso de la arquitectura con el tipo de jardín elegido, me parece todo un acierto. Y la verja de entrada evocadora y señorial, como no podía ser de otra forma.

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    • Alejandro Braña

      María, sin duda es una de las casas más atractivas de Gijón construidas en esa época.

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  3. Nicolás

    Por cierto …¡¡ muero de ganas de ver su interior !! y ¡¡ qué envidia me das !!

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    • Alejandro Braña

      El interior es un gran añadido para este libro. Estoy encantado de poder compartirlo, las fotos creo que le hacen justicia a la casa y al esfuerzo de su propietario por conservarla.

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  4. Nicolás

    A pesar de que las dos Villas son impecables he de reconocer que no me atrae nada este estilo «residencia diplomática «. Seguramente tenga mucho que ver el tamaño desmesurado de las mismas . La casa , por ejemplo , de los García de la Noceda ,siendo también de estilo neoclásico, tiene un tamaño más aceptable y más movimiento en su arquitectura que la hacen ser más encantadora .

    Villa Tarsila es tan perfecta como aséptica . Quizá le falte ese toque de color que tiene Villa María . El tono caldera combina muy bien con la piedra de sillería y con el verde de la vegetación frondosa que le arropa. Le aporta esa chispa viveza y calidez y , además , hace buenas migas con los rayos de sol que se le acercan . Hay muchas casas indianas con ese color y me cuesta imaginármelas de otro : Villa Argentina, la Casona de Somao, la casa de Manuel Montes de Colunga,…

    SaLuDoS

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    • Alejandro Braña

      Nicolás, esa elegancia distante de la que hablo en el texto y que tú llamas «residencia diplomática», creo que es el acierto del arquitecto para dar a su cliente ese estatus que pedía a gritos tras su nueva posición social. Lo que me gusta de de la Guardia es que lo resuelve con clase, sin estridencias, de forma contenida. Todo el tiempo que estuve en el jardín de Villa María me la imaginaba en su estado original, con planta cuadrada. El tamaño de la casa sería entonces más manejable. El color me gusta mucho.

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  5. Martín

    Buenoooo, ese libro que está a punto de salir del horno será una delicia. Villa María es, desde luego, una de las mejores casas de indiano de España, un verdadero palacio en el más puro sentido del término. No tenía idea de que la ampliación la llevó a cabo Manuel del Busto. Me encanta que fueran respetuosos con el diseño original y que lo hicieran con los mismos materiales y calidades. ¡Gracias!

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    • Alejandro Braña

      Martín, ese libro es la pera!!!jajaja. En serio, estoy encantado con cómo está quedando a pesar de que vaya retrasado al abrirse algunas puertas inesperadas. Gracias.

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