FOTOGRAFIANDO LA OBRA DE JOSÉ TRENOR
Mi labor fue la de recoger en fotografías una obra efímera, todavía en vida del artista, y desparecida completamente después de su muerte.
Sus piezas estaban en el patio de las Torres de Donlebún en Barres, donde José Trenor seguía acudiendo a diario a cuidar de ellas.
Su sobrino, el escritor Gonzalo Moure, tuvo la idea de documentar en fotografías una selección de los cactus de José Trenor en Castropol.
Así fue como me encargaron montar un estudio improvisado en un viejo garaje de Figueras, a unos dos kilómetros.
Durante tres días íbamos y veníamos trasladando estas frágiles esculturas hasta el estudio improvisado y vuelta a su lugar exacto, en medio del caos que solo José Trenor dominaba.
Se fotografiaron sobre un fondo blanco para eliminar cualquier contexto que pudiera distraer de la esencia de su obra.
A continuación tienes una muestra de este trabajo que abarca más de cien piezas y que culminó con la edición de un libro-catálogo.
LOS CACTUS DE JOSÉ TRENOR EN CASTROPOL
Gonzalo Moure le puso el nombre de CAPTUS, porque tal y como afirma en el prólogo del libro, es la captura de objetos de desecho por cactus vivos. El objeto de su actividad fue, y ahora ya lo es definitivamente, un misterio, salvo por su escueta afirmación, arrancada casi a la fuerza: «Lo que hago es dar vida a objetos muertos».
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