EL ARTISTA SILENCIOSO
Tuve la inmensa suerte de fotografiar la obra del artista José Trenor (Valencia 1920 – Figueras 2007)
Fue apenas un año antes de su muerte, y por encargo de su sobrino Gonzalo Moure.
No conocí apenas al hombre, pero pude admirar al artista a través de una obra gestada silenciosamente a lo largo de más de 30 años.
Adentrarse en las Torres de Donlebún, en Barres, Castropol, era penetrar en un mundo mágico y extraño.
En el patio de un viejo palacio semiderruido colgaban pequeños objetos de desecho de los que nacían cactus de distintos tamaños que parecían vivir y sostenerse de forma milagrosa.
Apenas hablé con él a lo largo de los tres intensos días que duró la sesión de fotos.
José Trenor era parco en palabras con los extraños. Creo que no le gustaban demasiado las visitas.
Pasaba sus días regando y mimando sus cactus con la precisión de un cirujano, entre pausas para leer o dar de comer a los pájaros.
Se había acostumbrado a un ritmo lento. Más que por su edad, parecía una declaración de intenciones ante la vida.
Aquí podéis ver el lugar donde trabajaba el artista silencioso y una muestra de su obra.
LA OBRA DEL ARTISTA JOSÉ TRENOR
Las casi cien fotografías que condensan su obra se editaron en un libro-catálogo que, por gentileza de Gonzalo Moure, pondremos a la venta el próximo martes en este blog.
Yo tuve la suerte de verlo era una preciosidad. José Trenor era padrino de mi hermana Maria Pilar. Estuve en Figueras y en Las Torres cuando todavía estaba con nosotros tu madre.
Gonzalo hace muchos años q no nos vemos pero nos queremos. Un abrazo
Desampa Trenor desde Valencia
Fue un privilegio para mi conocer y fotografiar esa obra tan singular, unido a un lugar único. Gracias.
Toda una sorpresa, no sabía que tenías editado este libro. Tengo un par de cactus que me regaló .D. José poco antes de morir, ahora volver por allí es una pena, no se como habrá quedado el palacio rehabilitado… pero por lo que vi hará un par de años, las máquinas daban miedo. Quiero comprar uno de esos ejemplares, si aún te quedan. Un abrazo. Belén
Belén, ya te lo llevo cuando nos veamos. Un abrazo.
No había visto el blog recientemente, Alejandro. Leerte, y después ver los comentarios, me ha emocionado. Mucho. Marián, comparto esa sensación cada tarde, cuando paso frente al protón cerrado. Tengo la exposición abierta al público en Figueras, en la Fábrica La idea, en la Senra, en la misma casa en la que montamos el estudio para fotografiar los «Captus». Si alguien quiere visitarla, solicitadlo en mouregonzalo@telefonica.net
Será un placer. Un placer doloroso y melancólico, pero las manos de Trenor volverán a vivir.
Abrazos.
Gracias Gonzalo. Es una buena información para la gente que visita la zona, otro aliciente más para pasar por Figueras. Saludos.
Hola Alejandro, no te conozco en persona, pero me encanta este «rincón»,pienso visitarlo a menudo.Yo sí conocí a Don José (en mi casa siempre le nombraron así) aunque no en profundidad, pero nos encantaba ir de paseo hasta Las Torres y pararnos un buen rato con él a «estar» allí, simplemente.Cuando se murió se me encogía el corazón de ver aquel portón verde cerrado…y no sigo.Es un homenaje precioso a su persona el libro, así que enhorabuena.Un saludo.
Gracias Marián por visitar, comentar y suscribirte al blog. Mi relación con Don José fue muy breve, pero me ha quedado un recuerdo entrañable para siempre. Un saludo.
¡Hola Alejandro! Soy sobrino de Gonzalo Moure y sobrino-nieto de José Trenor. Felicidades por la obra, es fantástica. Y retrata a mi tío y sus cactus tal y como eran (lo del cigarrillo en la boca era muy habitual en él). Vuestro libro permitirá que su memoria y su arte permanezcan para siempre.
Un abrazo.
Gracias Jaime, guardo un recuerdo especial de esos días en Figueras fotografiando los cactus y del breve encuentro con José Trenor. No se si su obra estaba destinada a ser efímera, pero me alegro de que al menos queden estas fotos como testimonio. Un saludo.
Gracias Mª Luisa, desgraciadamente solo quedan estas fotos, el resto se ha perdido para siempre. Las Torres de Donlebún se han vendido y quizá algún día las veamos restauradas.
Esta es una visita que ya no podré hacer; siempre he deseado ver el palacio y la colección de cactus que alberga, pero una vez muerto José Trenor ya no será posible. Es una pena, porque tiene que ser toda una experiencia estar rodeada/o de una variedad tan grande de cactus.
Enhorabuena por este magnifico blog. Entraré siempre que pueda.
Un saludo.
Gracias Mar. Aquí puedes ir encontrando bastantes cosas sobre indianos, y el resto podemos ayudarte a buscarlo. Te agradezco que te hayas suscrito al blog. Vamos a empezar esta semana con sorteos y descuentos especiales para suscriptores, así que a lo mejor cae “algún regalito”.
me ha encantado conocer tu blog, te he encontrado buscando información acerca de los indianos, me encantan sus casas y todo lo relacionado con aquella época. Te visitaré a menudo, tienes unos libros geniales, me los apunto a ver si caen proximamente como regalito!!
un saludo y enhorabuena por el trabajo.