
LA BARBERÍA DE FÉLIX

Casi nunca puedo resistirme a entrar. Esta vez fue en Llanes, y la puerta tenía campanita, qué alegría!.
Entre coquetos aparadores de madera, pequeñas toallas primorosamente dobladas, y sencillos azulejos de color amarillo, lucen las flores de lis en los dos sillones reclinables, fabricados en Missouri a principios del pasado siglo. El que está a la derecha no se usa nunca; alrededor de él trabajó su padre durante más de 50 años y, en señal de respeto, Félix solo usa el de la izquierda.
Con sus gafas para la presbicia en la punta de la nariz, Félix atiende con un ojo a los clientes mientras vigila con el otro lo que pasa en la calle. De vez en cuando esboza una sonrisa, al descubrir a un turista pegar la nariz a la cristalera o asomarse a la puerta de la barbería con admiración, o cuando sorprende a algún cámara furtivo disparando con timidez.
Yo entré un día, decidido a pedirle que me dejara hacer fotos. Me sacó utensilios antiguos, orgulloso de su oficio. Creo que ya no tendrá relevo cuando se jubile.
Sigo fisgando en otros locales antiguos, atraído por sus estanterías endebles, o su iluminación deficiente, o su maravilloso caos, y me alarma volver y ver que ya han cerrado otro más, como si fueran una rara especie en peligro de extinción, amenazada por el brillo del halógeno y la mercadotecnia (qué palabrita).
Todavía está abierta la barbería de Félix…
¿Algún comercio favorito vuestro?
Que encanto tienen estas barberias, tan limpias, con sus frascos debidamente colocados en las vitrinas y sus tijeras alineadas esperando al proximo cliente. . Yo las recuerdo de niña, porque debajo de mi casa habia una, y siempre me llamaron la atención, esas palanganitas donde depositaban la brocha, y la velocidad a la que los barberos daban el jabon.La pena es que desgraciadamente van desapareciendo, y son sustituidas por las peluquerias unisex. El sino de los tiempos, sin duda.
PD: Hoy he recibido el libro de fotografias de Casas de Indianos, y ya estoy deseando leerlo.. Un saludo.
Espero que lo disfrutes Mª Luisa. Un saludo.
Me vais a hacer llorar!!!, el Rompeolas, cuantas sidras me tomé allí, el Pinin, el primer café despues de cenar y la final del Mundial 82 entre Alemania e Italia, con hinchas autóctonos de ambas selecciones ( por supuesto, mucho más guapos los italianos, ja,ja), la discoteca Matius (vale, vale, no es tan antigua, pero clásica un montón, muy seventy), el salón de té de la confiteria Las Vegas, con su galeria hacia el rio, el Sablon´s, con su terraza encima de la playa, para ver y ser vistos, la merceria Las Panesas, donde ibas a alquilar el traje de aldeana, La Marina, con Tomás a la cabeza, manejando la plancha al aire libre magistralmente y llamando con una tapa y un cucharón a las gaviotas para que se acercasen a comer…tengo que parar, que no acabo. Ainss, que lejos me queda ya todo eso…
No tengo palabras Mariam, ni tampoco conocimiento de todo ese mundo tan atractivo que describes tan bien. Gracias por compartirlo.
Si no me equivoco , está próxima al puente ¿ no?; respecto a locales » viejunos» del lugar, siempre recordaré El Rompeolas con sus carteles taurinos llenos de telarañas y la cafetería Pinín ? con las antiguas fotos de cacerías por lejanos lugares… de Gijón siempre me alegran las estanterías de La Asturiana, en la calle Munuza. Saludos dominicales.
Ramón, está casi detrás del kiosco y cerca del puente. Yo tambén miro de vez en cuando al pasar por La Asturiana, es de los pocos comercios antiguos que quedan en Gijón.
La barbería de Llanes es entrañable. Acercarse a su ventanal es trasladarse décadas atrás. Felicito a Félix por su mimado comercio. Su escaparate forma parte ya de mi ruta turística por la villa, como lo era también el del Auseva o el mítico Rompeolas .Aun me cuelo en la droguería Buj ,con su suelo de tarima vieja y deslavada y estanterías acristaladas de color malva…me encanta. Todavía quedan viejas ferreterías con sabor como la de Ribadesella. Me gusta curiosear por ella y miro con insisistencia queriendo encontrar cualquier «reliquia»,pero se me olvida que de eso ya no queda.Tristemente los comercios-museo se extinguen como los dinosaurios; si no se adaptan mueren por naturaleza. La antigua ferretería de llanes , por ejemplo ,evolucionó y se transformó ,a mi modo de ver, en una tienda ejemplar y digna de elogio. Saludos
Nicolás, has descrito un recorrido precioso por algunos locales del Oriente. Yo puedo añadir los de Occidente, donde su desaparición está siendo más lenta, como en Boal que conserva 3 ferreterías muy interesantes. Un saludo.
Llevo varios años cortándome el pelo donde Félix, aunque solo los veranos, y él me contó cómo su padre tenía la barbería en un local situado justo enfrente y cómo él antes de dedicarse al oficio estuvo navegando. Es un gran conversador pero sabiendo hasta donde puede llegar. Para lo poco que voy yo también he visto algún turista sacandole fotos al sillón. En cuanto me bajé el Encuadres reconocí al barbería. Como siempre magníficas las fotografías.
Saludos
Hola Roberto, ahora recuerdo que me contó lo del local de enfrente. Yo solo estuve dos veces haciendo fotos y algunas más a saludar y darle unas copias. Sin embargo, siempre que estoy en Llanes, hago por pasar por delante y echar un vistazo. Saludos.