EL DISCRETO ENCANTO DE V. ISABEL
Hay regalos espléndidos que vienen envueltos en cajas sencillas, sin lazos ni florituras.
Villa Isabel es un gran regalo para la vista de puertas para adentro, tras una fachada irrelevante si la comparamos con otras casas indianas.
El gran salón
Decía que todo cambia en su interior, en sus estancias profusamente decoradas, casi impertérritas desde aquel lejano 1906 en que la familia Fernández García de Castro construyó la casa para inmortalizar su éxito económico en Cuba, con una fábrica de papel, y honrar a la matriarca del clan poniéndole su nombre.
El comedor
Es fácil quedar embobado mirando las mil y una pinturas al fresco que cubren la casa, en la línea del art noveau, atravesando sus doce dormitorios, sus salones, su comedor, su sala de billar; más de 1000 metros útiles sin contar el sótano y la buhardilla.
Sobre sus suelos de pinotea descansan muebles de época, una mesa inmensa de comedor con trece sillas, una escalera elegante…
Uno de los dormitorios y la sala de billar
Esta casa-museo espera paciente un nuevo comprador, en el silencio de La Ferrería, concejo de Soto del Barco, entre la humedad y la niebla que, como naftalina, envuelven para siempre el recuerdo de una familia.
La casa, sobre los años 20.
Ha sido muy emocionante descubrir esta página y leer todos los comentarios escritos. Alejandro ha entrado en la casa mucho después de mi última visita, ya realizada hace muchos años como biznieta y nieta de de esas dos generaciones de la familia a las que Alejandro se refiere. En esa casa hemos pasado grandes momentos todos los que éramos niños y no tan niños en las distintas épocas. Yo solo llegué a conocer a las tías María, Luisa y Matilde, que se desvivían con nosotros cuando allí llegábamos. Tenían un cuidado jardín florido alrededor de la casa y había una pequeña fuente-surtidor en medio de la finca, así como un precioso cenador-merendero, que ya no existe a la parte derecha de la entrada principal. A los niños nos gustaba ir a sentarnos a la galería en donde existía un columpio interior de madera como para cuatro personas sentadas frente a frente de dos en dos. También que alguien pusiese en marcha el precioso organillo. Si que había biblioteca, se encontraba en una sala en donde también había una mesa de billar y el cuadro con los palos de billar y las tizas correspondientes. Los libros fueron repartidos en lotes entre los treinta y tantos herederos a la muerte de la tía Matilde, que fue la última en dejarnos. La mayoría de los miembros de la familia tenían casas en zonas mas o menos próximas y Villa Isabel era muy grande y costosa para su mantenimiento, por lo que los herederos consideraron ponerla en venta y se pensó que bien pudiera servir para alguna institución, hotel, residencia para mayores etc. Los destinos de la vida dieron con un comprador y se utilizó como vivienda habitual por una entrañable familia. Desde hace unos años, el paso del tiempo y la escasez de reparaciones han hecho que la casa, las verjas, etc. entren en franco deterioro para tristeza de los que tenemos un gran cariño por esa casa y pasamos por allí muy frecuentemente. Gracias Alejandro por haberme provisto de unos momentos de recuerdos y añoranzas hacia mis antepasados y queridos familiares que ya no se encuentran entre nosotros. El tiempo es implacable con personas y cosas.
Gracias Marlé por este testimonio, es precioso.
Me encanta esta casa. Mi abuela creció en ella aunque yo no la he llegado a visitar nunca. Gracias por un trabajo tan bien hecho.
Gracias Cris por la visita al blog.
Estoy encantado de encontrar esta web. Quería daros las gracias por redactar esta maravilla. Sin duda he disfrutando cada pedacito de ella. Os te tengo agregados para ver más cosas nuevas de esta web .
Muchas gracias. Bienvenida al blog y espero que lo disfrutes.
La casa me parece preciosa, siempre he pensado que seria estupendo poder comprarla y hacer una residencia de descanso para personas mayores.
Lidia, gracias por visitar el blog. Villa Isabel es preciosa, aunque necesita algunos arreglos, especialmente la galería de madera, pero los interiores son sorprendentes.
Por cierto, he de decir que la ausencia de la galería delantera hace mas mella en la sobriedad, una pena su falta.
Creo, y esto es especular, que la decisión de añadir las galerías posteriormente puede deberse o bien a ayudar a caldear la casa, o a que finalmente el resultado de la construcción era demasiado espartano.
Interesante, y la salita de la planta baja ¿conserva también los muebles? ¿y el resto de dormitorios? ¿Cuantos baños tiene la casa? Parezco un cliente a interesado en ella ja ja ja.
La verdad que esa salita, la de la planta baja, debía de ser un lugar muy agradable, si daba a la galería que hay al sur. ¿No tiene una biblioteca o un despacho?
Es sorprendente el zócalo del comedor, nunca lo vi tan de cerca. Se me asemeja mucho al zócalo del gran hall de la Javariega ( y al de otras pero es la que se me viene en mente).
La casa en si, parece obra de un ingeniero por su construcción tan poco estilosa pero su sobriedad no deja de hacerla muy interesante. Además su ubicación es bastante peculiar, tardé bastante en dar con ella.
Un saludo.
David, empezando por el final, es cierto que la casa es obra de un ingeniero, Aurelio García de Castro (desconozco el grado de parentesco con la familia). Él no proyectó las galerías, fueron añadidas posteriormente, y quizás tenía razón dado el mal resultado que dieron. Sin embargo, te recuerdo que el chalé de Doña Socorro también es obra de un ingeniero, y allí se destapó la caja de las esencias. El zócalo del comedor debía de ser un diseño popular de la época. Lo recuerdo ahora en la Quinta de Arriba de Alevia, que se construyó cuatro años más tarde, en pleno modernismo, y creo haberlo visto en otras casas. Aunque hay 12 dormitorios, yo no los vi todos, solo hay tres baños, que están reformados. La salita de la planta baja ya no tenía los muebles, creo que por ubicación podría haber sido el despacho. Tanto la sala de estar como el gran comedor dan a la galería orientada al sur. La Ferrería, como habras visto, es un lugar un poco «empozado», con mucha humedad y a menudo con niebla. No debe de ser nada facil calentar la casa, 1600 metros contando el sótano y la buhardilla. Yo no vi ninguna biblioteca. Son mayoría las casas de indianos que carecen de ella, salvo honrosas excepciones, no estaban muy interesados por la cultura, igual que casi ninguno coleccionó obras de arte. Por lo demás, mañana hay un gran sorteo de la ONCE, mucha suerte. Si te toca, ya invitarás a merendar en V. Isabel. Un saludo.
Sin duda, una de mis favoritas, quizás por esa discrección que guarda lo más sorprendente para ella. Quien pudiera comprarla y vivir en ella!
Por cierto, ¿el dormirtorio da al salón?
David, tienes buen ojo. Es cierto que ese dormitorio da al salón, y al mencionarlo me has recordado que no está en la planta baja, como sería lógico, sino en la 1ª planta, lo que indica que podría ser más un espacio familiar que pensado para recibir. A la entrada, en la planta baja, está la sala de billar a la derecha y una salita a la izquierda. A continuación, junto a a la escalera, está la entrada al gran comedor.
Eran varios hermanos, Eduardo, Benjamín, José, Alejandro, Ramón, María, Leonor, Manuel, Luisa y Matilde.
José, sabía que eran muchos hermanos. Como en el caso de otras familias «indianas», los miembros del clan se fueron incorporando al negocio familiar a medida que éste prosperaba, y los Castro llegaron a tener una considerable fortuna que se desvaneció con la llegada de Fidel Castro.
Has «mentado a la bicha»; Fidel Castro. Mi bisabuela, natural de Santiago de Cuba, era propietaria de una extensísima finca de producción de tabaco y caña. Hasta que llegaron este sujeto y sus descamisados, y «en nombre del pueblo» la desposeyeron de sus propiedades. Hoy allí se asienta una población de 21.000 hab. Aún conservamos las escrituras de propiedad, como recuerdo amargo de una tropelía.
Valga como nota al margen que este individuo es una de las mayores fortunas de Latinoamérica, muy dado además a los lujos «capitalistas». Claro está que a costa de tantos como mi bisabuela, y «del pueblo»…
Antonio, igual sabes que ya hay grandes bufetes de abogados americanos recopilando casos de muchos cubanos que fueron expropiados injustamente, a la espera de que cambie la situación en Cuba y le lluevan las demandas al nuevo gobierno democrático que tarde op temprano llegará.
Llama la atención que un exterior tan frío y espartano contenga un interior totalmente opuesto. Nunca lo hubiera deducido. Es un auténtico museo de pintura decorativa modernista, tan de la época. Hoy día nos puede resultar recargada en exceso e incluso cursi el empleo de tanto elemento floral, pero si nos trasladamos a aquellos años sería seña de identidad del logro económico y social de sus moradores. Me gusta especialmente la escalera ; sus balaustres de hierro son preciosos, como también lo es el zócalo verdeagua con sus flores rosas .Tiene un aspecto delicado y muy femenino. Me sorprende el buen estado en que parece estar todo , especialmente los regios cortinones del salón .No quiero imaginarme los de mi salón cuando estén a punto de cumplir el siglo como los de Villa Isabel….Saludos
Debía de ser muy impresionante ser recibido en ese salón por la familia, un golpe de efecto importante. El interior no parece recargado, las habitaciones de la planta baja tienen una altura de techos de 3,70m. y como puedes ver, todo está muy bien conservado, salvo la galería exterior orientada al sur, que amenaza ruina. Una casa sorprendente.