Las cookies de funcionalidad nos permiten recordar tus preferencias, para personalizar a tu medida determinadas características y opciones generales de nuestra página web, cada vez que accedas a la misma (por ejemplo, el idioma en que se te presenta la información, las secciones marcadas como favoritas, tu tipo de navegador,...).
Por tanto, este tipo de cookies no tienen una finalidad publicitaria, sino que activándolas mejorarás la funcionalidad de la página web (por ejemplo, adaptándose a tu tipo de navegador) y la personalización de la misma en base a tus preferencias (por ejemplo, presentando la información en el idioma que hayas escogido en anteriores ocasiones), lo cual contribuirá a la facilidad, usabilidad y comodidad de nuestra página durante tu navegación.
Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.
Mitico con sus banderines de futbol,sus botellas que se adivinaban mas que verse bajo las telarañas y las puertas de la verja de entrada que hacía muchos años que no se cerraban…,eso si,a algun turista que llevé allí le pareció un monumento a la mugre.Saludos
Gracias, Alejandro!!!
Me acaban de traer el ordenador recien formateado (110 virus, cortesia de Telefónica con su «antivirus» (?) para PCs) así que me llevé una alegría, dentro del cabreo que arrastro.
Me pasa igual que a Nicolás, que me arrepiento de no haber hecho más fotos a los sitios, pero en aquel momento las fotos te las haces con la pandilla.
Que pena que lo tiraran, es verdad que el edificio amenazaba ruina, pero, en fin, lo de siempre…
El caso es que el solar ahí sigue vacio, lleno de porqueria, y con restos del muro y las verjas que lo separaban de la calle. Bueno, así estaba en el verano, no sé si habrá cambiado algo.
Un besazo por el regalo.
Y a Nicolás, felicidades.
Gracias Mariam. Eso de llevar la cámara a cuestas todo el tiempo resulta pesado, incluso a mi que vivo de la fotografía. Muchas veces veo cosas o estoy en sitios que me apetece fotografiar pero no llevo cámara. En ese instante me doy cuenta de que no puedo estar todo el día «enchufado». El Rompeolas era un sitio para disfrutar con amigos, aunque ese verde y esos carteles son dificiles de olvidar. Un abrazo.
Muchísimas gracias Alejandro. Ha sido el regalo de cumpleaños que más ilusión me hizo.
Se me iluminó la cara cuando reconocí inmediatamente ese interior tan castizo del rompeolas. Guardaba esa imagen en mi mente, pero ,tonto de mi, nunca hice foto de un sitio como ese que creí que siempre estaría ahí para el deleite de las «rara avis».Es estupendo como una foto refresca la memoria y mantiene el recuerdo. Saludos
Primero Felicidades!. El interior era, como dices, muy castizo. Me sorprendió encontrarlo en Llanes, que le pega más algo tipo Auseva. Fue una pena su desaparición, supongo que debido al derribo del edificio que no parecía estar muy allá. Un saludo.
Me has alegrado la tarde de perros que llevo… como se puede ver por el hueco de la puerta, en el almacén todavía tenían más carteles colocados, entre las típicas montañas de cajas. Saludos .
Me acordé que tenía esta foto con vuestros comentarios. Todo un chigre!. Buen día, Ramón.