EL FILO DE LA NAVAJA
La madera, el fuego y el agua son la alquimia necesaria para convertir el basto mineral de hierro en el delicado filo de una navaja.
La elaboración de cuchillos y navajas con hoja de hierro y empuñadura de madera de boj o brezo, es una tradición artesanal que se remonta al siglo XVIII y que aún se mantiene viva en una docena de pequeños talleres del concejo de Taramundi.
La madera da vida al fuego que ilumina la oscuridad de la fragua y calienta el metal.
Con el hierro al rojo vivo, comienza la forja. El mazo y el martillo van dando forma al perfil de la hoja.
Golpe tras golpe el artesano va afilando el trozo de metal, apenas completará media docena de piezas en un día.
Llega el momento de sacar brillo a la hoja en un torno y colocar la empuñadura de madera.
Finalmente se talla el mango y se remata con dibujos geométricos.
No puedes perderte la visita a uno de estos talleres cuando vayas a Taramundi.
Taramundi es siempre un agradable encuentro con la naturaleza, la fecundidad artesana de sus fraguas y un irreductible remanso de tranquilidad, paz y sosiego que convierte a este concejo y en general a gran parte del Occidente de Asturias en ese gran paraíso desconocido, pues habitualmente son otras zonas de Asturias las que acaparan los focos mediáticos.
Una navaja de Taramundi siempre es sinónimo y garantía de calidad y durabilidad.
Xurde, vamos a conseguir entre todos que se hable más de Occidente, queda mucho por contar y descubrir.
Fué precisamente mirando con detenimiento los titulos incluidos ya en la Biblioteca Indiana, cuando decidi buscarla en google para ver la sinopsis del argumento, y asi dí con el video y la descripción que ella (Silvia) hace de su abuela. PD. La visita al taller de Taramundi fué muy gratificante, porque es cierto, que el fuego danzando en la fragua, unido al martilleo y el agua es algo mágico, que todo el que va a Taramundi tiene disfrutar. No sé que tiene el crepitar del fuego y tambien el agua corriendo en por los arroyos que nos atrae tanto; debe de ser algo ancestral que todavia conservamos en nuestro cerebro. Un saludo.
Esa imagen del tallado vale más que mil palabras… hablando de fraguas, yo la única que visité ( y ya desaparecida), fue en un sitio que me chocó mucho. Estaba en una bocacalle próxima al colegio de La Inmaculada de Gijón, en un vetusto edificio de planta baja…. recuerdo quedar hipnotizado mirando las labores del ferreru. Saludos a todos.
Llama la atención el contraste entre ese trabajo a «martillazo limpio» y la limpieza y precisión del resultado. Fuerza bruta bien dirigida.
Ver trabajar a estos artesanos es apasionante por la destreza con que lo hacen. El fuego en la fragua, el agua y el martillo sobre el yunque, forman un baile casi diabolico en una simbiosis perfecta. Es algo mágico, que cuando lo has visto nunca lo olvidas. En uno de mis viajes a Taramundi acudi al taller de Magadan (me parece que se llama asi) y mis hijas se comprarón 2 navajas que las termino casi delante de nosotros,; lo que ocurre es que, al ser trabajo artesanal resulta un poco caro, pero merece la pena. En otro orden de cosas: Hace unos días mirando la sinopsis de la novela «Contigo Aprendi» de Silvia Grijalba, me enteré que era casi una biografias de su buela, que desciende de Villa Radis. Cuando ganó el premio Lara de novela 2011, en TPA le hicieron una breve entrevista, que incluia la visita de ella a la casona. La verdad es que no le habia prestado atención a esta novela, pero sin duda la leeré. Me imagino que tú ya lo sabrias, pero para mi fué una agradable sorpresa. Un saludo.
MªLuisa, creo que se comentó aquí alguna vez lo de la novela de Silvia Grijalba, y es cierto que es una biografia novelada de Radis. Con esa coartada, se hace interesante la lectura. Es un de los títulos de nuestra biblioteca indiana. Saludos. PD. Me gusta mucho tu descripción de la visita a los talleres de Taramundi.