BAÑOS DE MAR EN RIBADESELLA
Empecé a frecuentar el veraneo en la villa de Ribadesella para fotografiar sus muchas casas de indianos.
El paseo que bordea la playa de Santa Marina es en si mismo un compendio de arquitectura indiana.
Los que ya estáis familiarizados con las casas de indianos recordaréis Villa Rosario, o el Chalé de la Marquesa de Argüelles, ambos convertidos en hotel.
En primera línea de playa también encontrarás el magnifico Chalé de Miguel Llano, el de Antero Prieto, y el Chalé Verde.
Toda esta arquitectura indiana se construyó en las primeras décadas del siglo XX.
VERANEO EN LA VILLA DE RIBADESELLA
Ribadesella conserva ese sabor de villa costera decimonónica.
A finales del siglo XIX la burguesía y la aristocracia pusieron de moda los veraneos en la costa.
En el caso de Ribadesella fueron sobre todo los indianos, abanderados por la Marquesa de Argüelles, quienes construyeron sus chalés al borde del mar como segundas residencias.
Salinas, Gijón y Ribadesella fueron las primeras localidades costeras asturianas en despuntar como destinos turísticos.
Se levantaron entonces las primeras instalaciones balnearias que prometían remedios para casi todas las dolencias.
Las mejores playas estaban reservadas a las clases pudientes que, como recomendaban entonces, se daban baños de un máximo de quince minutos.
Por otro lado, esas largas estancias en veraneos que duraban tres o cuatro meses, demandaron otros atractivos para el ocio y así fue como surgieron casinos, salones de baile, cafés y distintos festejos para entretener a los más afortunados.
Otro día haremos un recorrido por las casas de El Arenal. Entretanto, ¿quieres ver como era?.
Mas información en “Asturias, Tierra de Indianos”.
Hola Ramón, igual no lo explico bien en el texto. Falta la nº 2, si empiezas a contar desde Villa Concha, que es de una casa de Pola de Allande, pero de la que no tengo una foto general, error mio. La que pongo como nº0 es la que abria el post y es una casa de Boal. Y no sigo que me pierdo. Un saludo.
Creo Alejandro que has descrito a Ribadesella con la palabra exacta; decimononica, porque toda ella rezuma ese aire un poco decadente y señorial que tanto nos gusta.
Yo diría que, junto con San Sebastian, y Santander forman el trio señorial del cantabrico.
Un saludo.
Creo que San Sebastián y Santander, al convertirse en residencias de verano para la nobleza, impulsaron el auge de otras villas del Cantábrico como Ribadesella, y ahí sigue…
Las fotografías son maravillosas al igual que las de tus libros y las del resto del blog. Lo que no tiene desperdicio es la leyenda que aparece en el escudo del chalé de la marquesa de Arguelles.
un saludo
Gracias Ascen por participar y por los halagos. Te faltó poner lo que dice el escudo para los que no lo saben: «Después de Dios, la casa de Quirós». Los Quirós fueron una influyente familia asturiana, uno de cuyos miembros se casó con la Marquesa de Argüelles. En fin, que no se daban importancia.