UN CAPRICHO MEDIEVAL
Decía ayer que el hermano de Obdulio, Antonio, fue mucho más ambicioso a la hora de establecer su residencia en Villaviciosa tras su vuelta de América.
Hay unanimidad entre los expertos a la hora de calificar a Las Baragañas como una obra estelar de la arquitectura indiana (se puede discrepar). Situada a las afueras de Villaviciosa, al pie de la AS-267, es obra del arquitecto Antonio Suardíaz, y se terminó en 1906.
Las Baragañas está considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil en estilo historicista de Asturias. Su inspiración medieval, su situación en el centro de una gran finca con un cuidado jardín, y su color asalmonado actual, le confieren ese aire de pequeño castillo de los cuentos.
En los años 70 fue vendida por los herederos de Antonio Fernández a su actual propietario, que la cuida desde entonces con esmero, conservando además uno de los mejores jardines indianos, con árboles centenarios de gran interés. Sin embargo, sus interiores han sido totalmente remodelados y no guardan recuerdo alguno de su aspecto original.
Habíamos visto la casa del hermano aquí, y su fábrica.
Hola, me gustaría dejaros mi opinión y un poco de información. Por lo que sé, el indiano que mandó construir la casa originalmente murió antes de llegar a estar acabado, esto no sé si es cierto del todo, lo que sí sé es que la mayoría de dueños que pasaron por ella fueron alemanes, el primero mandó quitar la mayoría de decoraciones del interior, incluso lo que hay las final de las escaleras para adornar que no sé ahora como se llaman, y una pequeña capilla que había que ahora se usa como despensa, pero que conserva ventanas con vidrieras, recuerdo de lo que fue. Ahora los dueños ya son españoles, pero como se imaginarán muchas cosas son irrecuperables. La alambrada se debe a que alguna vez creo que entraron a robar durante los últimos años, es fácil criticar que hayan puesto la alambrada pero si fuera su casa, ¿acaso no querrían dormir seguros? No creo que sea algo tan dramático. Saludos y espero que ahora todos entiendan mejor lo que pasó.
Gracias Pedro por visitar el blog y participar en él. Creo que todos entendemos que la alambrada es un «mal menor» para proteger la propiedad, lo que no quita para lamentarlo, siendo el de Las Baragañas uno de los cierres más bonitos de casas de indianos en Asturias. Con respecto a la propiedad, yo ya había oido que en un tiempo perteneció a un aleman, pero no sabia que el indiano que la construyó no la pudo ver terminada. Un saludo.
A mí es una casa que me gusta mucho, a pesar de todos sus excesos. Esas esculturas del jardín… ¿serán originales? Tanta decoración tiene sus peligros.
Es cierto que los interiores, a pesar de ser muy elegantes (lo que se ve en tu libro «Un viaje en el tiempo») chocan un poco con la grandeza de las fachadas. Tal vez esperaríamos un interior más palaciego y menos doméstico, algo en plan Villa Excelsior, o Quinta Guadalupe.
La verja de forja es una belleza, ponerla junto a esa alambrada es un crimen estético. Entiendo que estas casas son muy problemáticas a la hora de protegerlas, tan grandes, con tantas ventanas y sin rejas. No sé, algún otro camino habrá antes de eso, pero bueno. Bastante mérito tiene tener una propiedad en ese estado de conservación.
Gracias a ti Alejandro, porque si no hicieras estas fotos y esta difusión el patrimonio no sería conocido, y al no conocerlo, no lo valoraríamos. Y lo que no se valora no se protege… y ya hay muchos ejemplos de casas olvidadas.
Martín, las esculturas no son originales y son demasiadas (para mi gusto). No era necesario recargarlo tanto, teniendo en cuenta que el jardín es una belleza que no necesita nada más. Esto es sólo una opinión que no desmerece el esfuerzo que hacen estas personas por mantener estas casas tan delicadas y tan costosas. Hay verjas de forja preciosas, pero yo pondría la de Las Baragañas entre las mejores.
Hola,quería dejar mi opinion sobre esta maravillosa casa.Lo más espectacular es su finca,unos jardines maravillosos,con estanque con peces,rosaledas,arboles exoticos,huerta,cancha de tenis,caminos por donde pasear o andar en bici,prados donde jugar al golf ,disfrutando de fauna de multiples especies que acude a buscar alimento o decide vivir en ellos.La decoracion de la casa es elegante,clasica,sin caer en la chabacaneria ni la ostentacion,con zonas menos vistosas por ser las antiguas dependendias de los empleados domesticos,o zonas de paso de los mismos.Tanto los jardines como la vivienda están impecablemente bien conservados y la alambrada que rodea la fabulosa verja exterior es,como alguien minimamente inteligente deduciria,por motivos de seguridad.Un remanso de paz,un reflejo de la ilusion y el trabajo de un matrimonio.
Ana, yo te pido disculpas si algún comentario te ha molestado. Por mi parte, ya he comentado que siempre me paro a mirarla cuando paso por allí, por la casa y por su maravilloso jardín. Luego, como ves, hay opiniones distintas sobre el estilo de la casa. Eso no tiene nada que ver con el gran merito de sus propietarios por conservarla tan bien. Con respecto a los interiores, en muchas ocasiones las casas han sido transformadas con respecto a su aspecto original, casi siempre porque sus primeros propietarios no dejan apenas nada de su aspecto original al venderla, y eso es lo que parece haber ocurrido en Las Baragañas. Tampoco eso es ningún demerito. Te reitero mis disculpas y gracias por visitar el blog.
Hola Alejandro,segun me ha dicho uno de los hijos del señor que cuidaba la casa,en los jardines llegaron a tener un hoyo de golf para practicas ,porque se acordaba que era la primera vez que veia una pelota de golf.Segun me contaba,el cesped estaba como una alfombra de lo cuidado que lo tenian.Saludos
Hoy en día el jardín sigue estando muy cuidado, su dueño está muy orgulloso. No recuerdo haber visto lo del hoyo de golf, entonces debía de ser un deporte exótico. Un saludo Chema.
Por cierto,segun me han comentado en Las Baragañas veranearon durante muchos años una señora alemana que venia con choferes y criados ,creo que desde finales de los 50 hasta los 70,aunque no se si llegaron a ser los propietarios de la misma.Saludos
Chema, desconocía esa historia. Su actual propietario solo me contó que había estado negociando con una descendiente del indiano para comprar la casa, en los 70. Parece que entonces ya estaba desocupada la mayor parte del tiempo, y un poco dejada. Un saludo.
Hola Alejandro,me parece fantastica la casa,puede gustar mas o menos pero es indudable su porte y simple existencia ya es de por si un regalo para los sentidos.
Por cierto,sobre la pista de tenis del Palacio de Sorribes,me acuerdo de verla hace muchos años y ya de aquella me llamo mucho la atencion aunque estaba muy descuidada.Por cierto el Palacio esta en Sevares.
En el palacio de Rubianes tambien se puede encontrar una piedra con un escudo que aparecio al excavar en la parte exterior del palacio,esta colocada junto a la panera.saludos y hasta pronto.
Chema, bienvenido al blog. Ahora la pista del Palacio de Sorribes ya no es tal, lo han dejado para aparcar los coches de la casa. Como sabes, el Palacio de Rubianes y el de Sorribes son de los mismos dueños. He estado recientemente haciendo fotos. Lo mio de confundir Sevares con Villamayor no tiene arreglo, sigo mezclandolas. Gracias por tu comentario, un saludo.
Sin duda es una gran villa, pero como bien dices un tanto «recargada»; he pasado ultimamente varias veces por delante, pero nunca me he parado a observar desde la verja. A mi tampoco me gusta demasiado. Un saludo.
Lo dicho, al final va a ser que esta casa no gusta demasiado. Yo sigo siendo partidario. Gracias Alberto, y a ver si te paras a verla la próxima vez, igual cambias de opinión.
Sabes a que otra casa de indianos me recuerda un poco ésta? A la casa del «Coju La Guía», o Villa Vicenta. Ya no existe, se derribó hace más de 30 años. En el blog de «El jardin de Villa Excelsior» hay una entrada, aunque sólo pude encontrar 3 fotos de ella, y en blanco y negro. Quizás no tengan nada que ver entre ellas, pero no sé, es algo que me ocurre, cada vez que veo esta casa, me acuerdo de la otra y viceversa. Saludos.
Mariam, creo que se parecen en su aspecto «acastillado» y su aire recargado (los detractores dirán que insoportable). Aquí está el enlace para que podaís comparar. Un saludo
Pues fijate que estoy de acuerdo con Ascen. A mi no acaba de gustarme, quizas porque me parece un castillito demasiado recargado tanto por dentro como en el exterior. Prefiero la casa tipica de Indiano como La Casona, El Marciel, El Capitolio, etc,etc. Claro que, esto de los gustos es muy particular.
Un saludo.
Hola Mª Luisa, al final vaís a ser mayoría y todo, ja, ja. A mí me gusta la casa aunque no sea mi favorita. El estilo historicista es recargado, incluso pretencioso, pero ¿acaso no se trataba de presumir delante de los vecinos?. Un saludo.
Lo siento pero esta casa no me gusta nada, cuando la vi. por primera vez en tu libro me causó desasosiego y al natural sigue produciéndome la misma sensación , hasta la verja está coronada por una alambrada. Un saludo
Ascen, lo de la alambrada sobre la preciosa verja es imperdonable aunque lo pueda entender por seguridad. No eres la única que no le gusta esta casa. A Marta Llavona, arquitecta y autora de los textos de «Un Viaje en el Tiempo», le parecía un horror (aunque no lo dice en el libro). Saludos.
En Villa Excelsior tambien habia pista de «tennis» (se decia así, que quedaba más chic), creo que estaba a la derecha de la entrada y hacia el fondo. Lo que ya no estoy segura es si era de hierba o de cemento.
Mariam, no lo sabía. La primera vez que entré en V. Excélsior, y la única, el jardín ya era una selva y no vi la pista de «tennis», pero encaja perfectamente con la personalidad de este indiano. Un saludo.
El señor J.M. Noriega del Palacio de Sorribas, ha puesto en marcha hace un par de años como hotel, el Palacio de Rubianes. No está muy lejos de Sorribas y tiene unas vistas preciosas. Por cierto, muchísimas gracias por el libro !!! Tiene unas fotos espectáculares !!!.
Ramón, estuve hace poco haciendo fotos en el Palacio de Rubianes. Es un hotel espectacular. Del palacio original queda una escalera interior muy interesante. Pienso enseñar ese palacio aquí en el blog. Gracias por el apunte, un saludo.
Leí por algún sitio ( no recuerdo dónde), un relato sobre la pista de tenís de la finca La Isla . Creo recordar que un importante personaje dejaba intencionadamente dinero en el suelo ( no sé por qué , creo que mencionaba la hierba) para ver si un jóven criado lo devolvía y así demostraba su valía. También creo que en Villamayor, frente al parque junto a la carretera, más o menos, hay una casona que tenía una pista que yo recuerdo » verde», hace ya años que la vi y puede también que fuera por verdín… lo que sí se, es que tiene unos tupidos setos que la ocultan así como la casona.
Gracias Ramón. En el Palacio de Sorribas, en Villamayor, había una pista de tenis de hierba que ahora han eliminado para dejar sitio para aparcar. Estuve haciendo fotos en ese palacio hace poco.
La verdad es que es espectacular, más allá de las preferencias de cada uno . Las pistas de tenis de hierba debían representar entonces el status de «sportman» del propietario . ¿ Cómo está decorado el interior?, aunque ya no sea el mobiliario original, al menos que tenga buen gusto. Saludos a todos.
Ramón, creo que el tenis sobre hierba era de lo más moderno a principios del pasado siglo entre la clase adinerada. Estaba tratando de recordar alguna otra pista de hierba en casas de indianos, y estoy seguro de haber visto alguna más, pero no me viene ahora. La decoración interior no me gustó nada, pero tomalo como una opinión personal, quizá estaba contrariado por no haber encontrado un maravilloso interior de época. Saludos.
Otra maravilla, Alejandro. Yo viví durante varios años en Villaviciosa y podía quedarme observándola durante horas. La vedrad que no hay comparación entre la casa de uno y la del otro. Lo mejor de todo fue que mas tarde me enteré que esa preciosa fachada que vemos desde la calle , no es la principal..jajaja. Los interiores los pude apreciar en el libro y también son fascinantes,¿ se conserva bastante bien el interior verdad?
La verdad es que no, David. El dueño no me comentó en que estado «recibió» la casa, pero, aparte de las puertas originales y la escalera principal, no queda mucho más. El resto ha sido aportado por su propietario, aunque la distribución de la casa sigue siendo la misma. La sensación que tuve dentro fue de una casa más pequeña de lo que parece por fuera, pero debe de ser por la estrechez del hall y la escalera. Fue una pequeña decepción, pensé que la casa sería espectacular, como promete su fachada y su jardín. Siempre tengo que parar a verla desde la verja cuando paso por allí. Un saludo.
En esta zona era donde se recibía la banda que tocaba en las fiestas, por ejemplo, en las fiestas de Nuestra Señora del Portal.
Y en la Guerra Civil en ella se llego a pagar haberes.
Gracias por la información José. En estas casas de indianos ocurrieron muchas cosas, casi todas malas, durante la Guerra Civil. Como sabes, lo más habitual fue su ocupación como hospitales, cuarteles, o viviendas de oficiales. Parece que a La Baragañas no le fue mal del todo.