PRIMERAS FLORES
Hoy comenzó la primavera (por aquí lloviendo) y nada mejor que celebrarlo con las primeras flores.
Estas pasadas semanas he tenido varios “viajes indianos” por Asturias y, entre tanto árbol desnudo, buscaba flores que anunciasen el cambio de estación. Aquí van algunas:
Las primeras en llegar son las de la camelia, presente en la mayoría de casas de indianos. Empiezan a florecer en Enero y resisten varios meses según los lugares. Me gustó el contraste de esta camelia contra el fondo azul de la Casa del Jardín (indianos) en Santa Eulalia de Carranzo, Llanes.
Flores de la camelia en una acequia del jardín del Palacio de Doriga.
Las calas en la ventana, recién cortadas, son de la Casa de la Torre (indianos) en Puertas de Vidiago, Llanes.
Las flores de la Mimosa son algo escandalosas, especialmente en días soleados cuando lucen un amarillo cegador. La foto está hecha en El Valle, Carreño.
Las flores blancas de la magnolia tienen un toque como de jardín oriental. Chalé de Doña Nati, Poo de Llanes.
Creciendo al resguardo de un muro de piedra, Cangas de Narcea.
Pequeñas y frágiles, en el jardín de Villa Vista Hermosa, Riberas de Pravia.
Preciosas las camelias, y esos paisajes, un privilegio de ver.
Pues a mi me gusta tanto la sencillez de las florinas tapizando el muro de piedra en Cangas como la apabullante mimosa de Carreño.
Soy una «pequeña» fotógrafa de flores. Allá por donde voy y veo el colorido, delicadeza, profusión, diversidad etc etc de unas flores captando mi atención, foto que me regalo.
Una pena que estos fríos comienzos de primavera acaben helando y marchitando las primeras flores que tímidamente (o no tan tímidas) comenzaban a asomar.
Hoy mismo me he encontrado yo con una camelia toda «despeluchada» y despojada de sus flores con la ventolera que ha hecho estos días.
Paloma, es una afición maravillosa fotografiar flores, yo nunca me canso. El vendaval de estos días habrá arrasado las flores que quedaban, esperaremos por el buen tiempo para buscarlas.
Con el tiempo que estamos padeciendo esta primavera recién estrenada, mucho me temo que se echaran a perder todas estas flores. Al menos te ha dado tiempo a inmortalizar algunas…¡Que bonitas esas camelias en la acequia!. Las calas nunca han sido mis favoritas, pero es una foto muy elegante, con un juego de luces muy bonito. La vajilla de San Claudio da un toque hogareño a la foto. Junto a la cortina corrida, parece que nos están esperando para tomar una taza de té…
Lena, desde el día que empezó oficialmente la primavera, tenemos un tiempo horrible. Nos toca esperar…
Disculpado, Alejandro, no te preocupes. Reescribo lo fundamental del comentario, que era agradecerte el regalo de esas fotos preciosas y desearte a ti y a todos los amigos del blog una feliz primavera. (Mi añoranza de Asturias -al ver esas flores tan bonitas- no volveré a mencionarla, a ver si es verdad eso de que «de lo que no se habla no existe», ja, ja, ja…)
Maite, gracias, yo he podido conservar mi respuesta a tu comentario desaparecido: Gracias Maite, me encanta poder ofrecer desde aquí pequeños retazos de Asturias. Fueron unos días preciosos, incluso cálidos para esta época del año. Esas flores pequeñas no sé cómo se llaman, mi conocimiento sobre naturaleza es muy limitado, pero parecen silvestres (es el término que utilizo para flores que nacen donde les da la gana, jaja) Un abrazo.
Pobres casa y jardín de Dª Nati, cada vez que los veo se me cae el alma a los pies. Creo que la dejó en herencia a la Iglesia, le hicieron un arreglo chapucero en las ventanas y cada vez está más triste y abandonada. Para esta entrada has elegido dos de la flores que más me gustan, las camelias y las calas, preciosas. Un beso.
Si Ascen, la casa de Doña Nati está penosa, el supuesto arreglo es tremendo, al menos la magnolia resiste. Besos.
Nuevamente tengo que pedir disculpas por eliminar sin querer dos comentarios (de Esther y de Maite) en este post, y que ya había contestado. A medida que crece y crece el tráfico en el blog, también aparece más spam indeseable que tengo que eliminar uno por uno. Pido perdón, no volverá a ocurrir.