
EL PAPEL PINTADO

Me deslumbró la vistosidad del papel pintado nada más entrar en el gran salón de la Casa Longoria.
Estaba haciendo el reportaje fotográfico para el volumen III de la Colección de Palacios y Casonas de Asturias.
La propietaria de la Casa me pasó entonces una hoja fotocopiada que resume muy bien la historia del papel pintado en la decoración de interiores.


El Papel pintado en las artes decorativas
Aunque pueda parecer algo más reciente, el uso del papel pintado en la decoración se remonta -en Francia e Inglaterra- al año 1481.
Pronto se convirtió en una manera económica de sustituir a los tapices o cordobanes.
En el siglo XVI eran de factura bastante sencilla, representando motivos florales y heráldicos, incorporando el color en el siglo XVII.
El uso del papel pintado está relacionado con la tradición oriental desarrollada en China y Japón.
En Europa importamos sus técnicas de estampación, siendo el inglés Jeremías Lanyer -en 1634- el primer fabricante del que se tiene noticia.

El auge del papel pintado llega a finales del siglo XVIII en Francia, donde se localizan numerosas fábricas en la zona de Alsacia.
Las técnicas de estampación se perfeccionaron hasta conseguir realizar vistas panorámicas de paisajes, las favoritas en la época del Imperio.


El papel pintado en España
La fabricación del papel pintado en España llega hacia 1773 con la primera fábrica instalada en Pastrana (Guadalajara) y que fue propiedad del Duque del Infantado.

Durante el reinado de Fernando VII, hacia 1819, existió una Real Fábrica de papel pintado que estaba situada frente a la iglesia de las Comendadoras en Madrid.
Entre los mejores ejemplos de papeles estampados en España, se citan los conservados en el Palacio de la Quinta en el Pardo y los del Palacio de Aranjuez en Madrid y el Palacio del Marqués de Lozoya en Segovia.

Viendo cómo es por el exterior la casa Longoria de Pravia nadie imaginaría que pudiera tener este interior tan palaciego . Sorprende enormemente. Tampoco imaginaba que lo que parecían tapices fueran papeles pintados . Más sorprendente aún . Me encantan .
Con el nuevo formato del blog me quedo con las ganas de poder pinchar en las fotos y poder ampliar para ver los detalles .?
sALUDOS
Nicolás, nunca se me hubiera pasado por la cabeza fotografiar esta casa porque, como dices, no llama la atención su exterior y no la tenía en mi lista de deseos.
Sin embargo, las casualidades y un parentesco con otro palacio me llevaron hasta la Casa Longoria. Aunque solo sea por este salón mereció la pena, y por su propietaria que fue encantadora conmigo y me dio todo tipo de explicaciones sobre la historia de la casa.
En cuanto al blog, ¿antes se podían ampliar las fotos? Me parece que no aunque ya me haces dudar…