EL PARAÍSO PERDIDO II
En los alrededores todo el mundo la conoce como la “Torre del Difuntín”. Este nombre no es debido al aspecto actual del edificio, sino a la ocupación de su antiguo dueño.
La propiedad de los Bango tiene su origen en una casona solariega del siglo XVIII. Está situada en Santiago de Ambiedes, concejo de Gozón, y fue comprada por un indiano a finales del siglo XIX.
Don Ángel Álvarez, que había hecho fortuna en Cuba, tenía dos negocios importantes. Por un lado era fabricante de ataúdes, razón por la que se le conocía como “el difuntín”. Por otro, tenía una importante flota de barcos. Esta última ocupación le llevó a levantar la gran torre adosada a la casa, desde la que podía divisar la entrada de sus barcos por la Ría de Avilés. Había un mirador coronando la torre, ya desaparecido, y en el último piso se ven las ventanas ojo de buey, cuyo interior estaba decorado como el camarote de un barco.
El indiano también añadió la capilla adosada y la galería en una de las fachadas. Su estado actual amenaza ruina.
Hola debo aclarar varias cosas con respecto a la vida de Don Angel Álvarez.lo primero es aclarar que no hizo su fortuna en Cuba y tampoco era fabricante de ataudes.Angel alvarez era hijo de un carpintero que acabo dedicandose a la fabricación de ataudes de hay el apodo de el difuntin.Simenbargo no fue él quien heredo el negocio familiar sino su hermana Dolores Alvarez.Don Angel alvarez era cantante de ópera de hay que todos sus barcos fueran bautizados con nombres de cantantes.Tenia mucha amistad conVictoriano Fernández Valsera quien le ayudo a crear su flota de buques cargueros.Fue así como consiguió su gran fortuna.
Lo demás todo correcto es una buena página con magnificas fotos una pena que el ayuntamiento de Gozón deje deteriorarse así un edificio histórico tan representativo.
Acabo de encontrar un blog en internet que se llama LUGARES CON HISTORIA que tiene una entrada de hace casi 3 años, dedicada a esta pobre ruina y con fotos del interior. Aviso que no tiene nada interesante a no ser alguna de la torre.
Y os preguntareis, porque esta mujer no pone un enlace para ir directamente? Porque no pude o no me dejó, aunque si tengo que ser sincera, posiblmente será la primera opción.
Alejandro, una sugerencia, no estaria bien poner en esta página un rinconin con ultimos comentarios? Lo digo porque a veces se encuentran cosas como yo hoy y la verdad si no vas comprobando una por una las entradas no te enteras…y ahora mátame y dime que ya se puede hacer y yo no veo cómo.
Ah! y gracias por tu respuesta al mail que ya sabes, me ha llegado al alma. Un beso.
Mariam, me parece una gran idea lo de los últimos comentarios, voy a ver si es posible incluirlo (este blog es un poco especial en sus entrañas). Con respecto al blog que citas, aquí va el enlace (para eso estoy yo aquí). Muchas gracias y un beso.
Aqui estoy, despues de un impass, que diria un/a cursi. Yo conozco esta casa desde hace mucho. Queda camino de un sitio que frecuentábamos mucho en mi pandilla de hace veintitantos años (tantos? horror, jaja), el Molin del Puerto, y siempre me dió no sé, mala espina. Hasta el nombre es feo, por Dios. Creo que hubiera sido una buena opción para hacer la pelicula de «El Orfanato» o «Los otros». Ademas, sí que tiene una arquitectura ecléctica, vamos, tiene de todo., una mezclolanza como poco rara. Parece un cuartel de la Marina. Ahora, eso sí, las vistas desde la torre deben ser de fábula, y una buena tormenta ya, vamos, de diez. Pero no, no me gusta. Y queda como en medio de un prao sin mas. En fin, que sintiendolo mucho y respetando todos los gustos, si tuviera que hacer una lista de patrimonio a salvar, se quedaria en los ultimos puestos, la verdad. Besin a todos.
Mariam, durante la Guerra Civil fue cuartel. Es lógico, podías divisar al enemigo un día antes de que llegara desde esa torre. Si hay que hacer la lista, yo también la pogo para el final. Besos.
Me alegra que un premiado en los galardones Príncipe de Asturias se lleve un libro tuyo. Seguro que lo disfrutará.
Ramón, siempre me sorprendes. No sabía nada pero me alegro mucho.
Pues a mí me encanta eso de «Torre del Difuntín»… No hay nada como el ingenio popular para rebautizar, ja, ja…
Tiene gracia. Además, en algunos lugares si no tienes mote no eres nadie.
¿Pero cuantos restaurantes tiene este hombre?. Si hasta en la Torre del Niemeyer puso los ojos… Pediría alguna ayuda y no se la concedieron, claro…
Esta idea la tuvo antes de coger el Niemeyer, y creo que llegó a comprar la casa y que sigue siendo el dueño, aunque el proyecto quedó aparcado.
Pues yo lo mismo, ni idea de su existencia. Lo que hay que descubrir!. Gracias.
Alberto, salió en los medios alguna vez porque el cocinero Koldo Miranda compró la casa con la intención de abrir un restaurante y hotel allí, pero parece que el proyecto quedó en nada.
No tenía ninguna noticia de este edificio. Está claro que Asturias, aun sin ser muy grande en tamaño, si lo es en patrimonio y en historia. Veo en tus fotografías que las ventanas del primer piso han tenido que ser tapiadas para evitar males mayores. Una vez más el vandalismo hace más daño que el transcurso del tiempo, ya perjudicial de por si. No parece que pueda mantenerse en pie mucho tiempo más. Tus imágenes le dan una dignidad al edificio que seguramente no se aprecie en vivo.
Yo creo que tenemos un patrimonio enorme, en parte desconocido para nosotros mismos y en parte olvidado, y salir por Asturias es ir de sorpresa en sorpresa.
Más que amenazar ruina, parece que ya lo es. La verdad es que el nombre no da buenas vibraciones a la casa. Saludos.
La torre sigue en pie, y los muros principales. Algo es algo.