VIDAS AL ATARDECER
El abandono no ha conseguido apagar su color. Poco antes de la puesta de sol, la casa brilla como un neón a pie de carretera que parpadea a punto de fundirse.
Esa escalera desmesurada en relación al resto es un gesto de grandilocuencia digno de un indiano. De momento me basta con la luz maravillosa, un árbol en flor y una casa pegada a una escalera.
No es posible saber cuántas casas de indianos hay en Asturias. Si indagáramos la historia detrás de cada casa con algún detalle fuera de lo común en su construcción (entre 1870 y 1930), en la mayoría de los casos encontraríamos un capital que vino de América, rentas, herencias o la segunda o tercera generación de indianos que disfrutó del dinero hasta que se agotó.
Tengo el tiempo justo de tirar unas pocas fotos antes de que sol se deslice entre las copas de los árboles. Busco algún vecino en los alrededores para saber algo de la casa y solo encuentro a un señor que recuerda a dos hermanos que construyeron aquí dos casas iguales (la otra está más abajo, me dice). Eran los hijos de un indiano que se dedicaron a fundir la fortuna familiar. El de esta casa llevó una vida de aventuras y recalaba aquí de vez en cuando. Más que trabajar, se tomó la vida como una sucesión de experiencias, incluso estuvo una temporada de cocinero en el Palacio de El Pardo en tiempos de Franco. Qué historias podría contar!.
Me dicen que aún vive aunque no recuerdan su nombre, está en una residencia de ancianos en alguna parte…
Ya me gustaría a mi, no lo dudéis. Comprarla y celebrar una fiesta indiana por todo lo alto.
Gracias por la información Alejandro…¡por supuesto estarías invitado!.
Quedamos a la espera!
Me gusta mucho ese suelo hidráulico y también los ojos de buey de la planta baja. Lena , si te compras la casa.. tendrás que celebrarlo con una fabada en Casa Gerardo…! Saludos.
Pides mucho!
Me encanta esta «casina», es preciosa… me voy a apuntar el teléfono…;)
Estoy completamente de acuerdo con Nicolás en cuanto a lo de las proporciones más humanas y que ello no le resta encanto y elegancia. Además, con la luz del atardecer, resulta todo un acierto para sacarle aun más partido.
Por cierto Alejandro, no dices donde esta ubicada. Me encantaría poder acercarme hasta ella y apreciarla de cerca.
Lena, se me olvidó. Esta en la carretera de Gijón a Avilés, en la parroquia de Prendes, concejo de Carreño. No tiene pérdida porque está un poco después del restaurante Casa Gerardo y a pie de carretera. Si la compras, avisa…
Pues tiene su encanto, sí. El porche una maravilla, y sus pequeñas dimensiones la hacen más coqueta.
Una pena que no se sepa nada de su historia y también es una pena la «espantosa» pared amarilla que se vislumbra a la derecha de la primera foto.
Gracias por ir descubriéndonos las casas que hay por cada rincón de nuestra geografía. Son increíbles.
Paloma, muy observadora, hay una nave industrial en la finca colindante, qué se le va a hacer!
Me gustan con avaricia este tipo de pequeña casa Indiana. De proporciones más humanas, sencillas y elegantes a la vez, muy armónicas en formas y materiales.
Quizá pasen desapercibidas , con mucha frecuencia , porque no responden al esquema de las más evidentes y suntuosas.
Esta aún lleva sello de un origen , más que probable ,indiano. Pero en otros muchos casos jamás caigamos en su procedencia de ultramar. Normalmente corresponden con las de capitales más modestos, limitándose al arreglo de la casa familiar u otras del entorno . En estos casos es casi imposible saber si la casa del entorno rural se hizo con capital indiano o corresponde a la del terrateniente del pueblo.
Más difícil aún es reconocer la procedencia Indiana en Las ciudades . Es casi imposible averiguar por sí mismo si un edificio de un casco urbano es de origen indiano . Sólo con investigación se sabría ,no por un simple vistazo.
También se construyeron muchas casas de discretas proporciones que pudieran confundirse con el resto de las ya existenten o de las que se hicieron o arreglaron con posterioridad. Quieren camuflarse inadvertidas . Pero quienes tenemos constantemente conectado el radar de «descubrecasasindianas» nos pita a la primera sospecha. Hay muchos pequeños detalles en la arquitectura que dejan el sello de identidad de su origen . Es un » no sé qué…» o un » qué se yo…» Y casi nunca nos falla.
SALUDOS
Nicolás, ya sabes que con la pérdida de Cuba en 1898, la repatriación de capitales fue enorme. Esa riada de dinero se prolongó durante varios años y buena parte fue a parar -como dices- a arreglos y construcción de casas que mejoraron las condiciones de vida de familias y parientes. Muchas de esas casas que podríamos catalogar como indianas son imposibles de identificar, pero es cierto que en ocasiones parecen querer presentarse ellas mismas.
Bueno, nunca había visto una puerta al ¿sótano? tan principal… las casas indianas están, literalmente, por todas partes. Creo que este tipo de arquitectura es lo más visible de un fenómeno que vertebra Asturias, de oriente a occidente, y forma parte de nuestra identidad. Me ha encantado el porche con azulejos y suelo hidráulico.
El porche -muy sucio- es encantador. La puerta de abajo da a un semisótano. La casa es curiosa y llamativa.