SIN PEGAR OJO
Esta muestra de dormitorios en las casas de indianos la elegí un poco al azar, de memoria.
Más que los espacios o la decoración, recordaba las sensaciones de estar en ellos.
A menudo tenía la impresión de que estos grandes dormitorios no invitan precisamente a conciliar el sueño.
Algunos son espectaculares, con sus techos altos profusamente decorados con estucos y pinturas, incluso con murales alegóricos.
Otros destacan por sus grandes cabeceros tallados. Estos me intimidan un poco, como si al meterte en la cama estuvieras dentro de un armazón.
No existe un dormitorio destacable sin un armario de proporciones bíblicas, que pueda guardar en su interior secretos inconfesables que el tiempo ha ido barriendo hacia la oscuridad.
Dejémoslo estar, no creo que se presente la ocasión de ir a dormir a una de estas casas, no siendo las que se han convertido o se convertirán en hoteles.
DORMITORIOS EN LAS CASAS DE INDIANOS
Una selección caprichosa de algunos de los dormitorios conservados en casas de indianos por toda Asturias.
Chalé García de la Noceda, en Pravia
Villa Rosa, en Querúas, concejo de Valdés
Villa Isabel, en La Ferrería, concejo de Soto del Barco
Chalet de los Prieto o Villa Luisa, en Prado, concejo de Caravia
La Casona en Somao, Pravia
La foto que abre esta entrada pertenece a La Casa Roja de Colombres, en el concejo de Ribadedeva.
Me encantan las decoraciones florales de Villa Rosa en sus paredes, aunque eso sí, con unos muebles que destilan tanta artesanía e historia, no le hace ninguna justicia los textiles elegido para la colcha y las cortinas.
En cuanto a las camas de La Casa Roja, disiento de su aspecto agobiante. Son magníficas, soberbias, robustas, de líneas libres y curvas, imaginativas. Eso sí, una de esas grandes camas luce mucho mejor en una habitación más espaciosa.
María, las fotos tienden a engañar -sin pretenderlo- un poquito. Los espacios parecen algo más grandes en foto de lo que son en realidad, sobre todo cuando escoges con cuidado el punto de vista. Ocurre así en el dormitorio de Casa Roja donde -además- el tono oscuro de los muebles «encoge» el espacio.
Hola Alejandro, para compartirte mi experiencia…. Vaya si intimidan éstas habitaciones, al principio tienes la sensación de estar invadiendo el espacio, el silencio de la noche hace más evidente el crujir de los muebles, el crujir de la casa, son los sonidos «propios» de la casa que te hacen imaginar a los anteriores habitantes paseando aún por los pasillos….. Pero luego te acostumbras y llegas a disfrutar y amar estos bellos y tranquilos lugares y llegas a hacer tuyas estas habitaciones, y si!!al final logras pegar ojo!!! Por lo menos es mi experiencia en una de las habitaciones de tus maravillosas fotos, saludos !!
Gracias Alma, eres de las pocas personas que puede compartir su experiencia personal de lo que es dormir en una gran casa de indianos, una privilegiada!. Esas sensaciones que describes tan bien son las que yo imaginaba, los silencios y los sobresaltos con los ruidos inesperados, es lo que tiene dormir en un lugar con mucha historia… Un abrazo y dale recuerdos a Iñigo.
La casa roja y el archivo general de indianos en Colombres, una auténtica maravilla y viaje al pasado. Precioso. Lo dice una burgalesa que en cada viaje a Asturias, se desvía de la carretera durante una hora para admirar ese paisaje.
Un saludo
Eso es afición de la buena, Eva!. Hay muchas casas interesantes que ver en la zona, y en cada visita se descubren cosas nuevas. Espero que repitas, un saludo.
Las fotos buenísimas, pero creo que el orden no corresponde con la descripción de arriba, no? Al menos la de la casa roja, que creo que es la última fotografía…Un saludo y enhorabuena por la página…
Gracias Miguel, no me había dado cuenta del error y ya lo he modificado. Gracias también por suscribirte al blog. Un saludo.
La verdad que las habitaciones no son las mas comunes para nosotros pero hay algunas que son muy acogedoras. Por ejemplo la primera, la de los García de la noceda, a pesar de su ornamentación es muy luminosa y no da la sensación de tan cargante, por lo menos para mi gusto.
La de la Casa Roja sin embargo si. He visto alguna otra foto desde otro punto de vista y me parecía grande aunque no entiendo por que unas camas tan grandes y tan pegadas.
Las pinturas de Villa Isabel son escepcionales aunque no las más adecuadas para un dormitorio, eso hay que reconocerlo.
Lo que no podemos negar es el fino trabajo de los carpinteros y lo duraderos que son los muebles. Pagaría por verlas en vivo y en directo.
Un saludo Alejandro.
David, probablemente el de García de la Noceda es el dormitorio más grande, una habitación italiana con un mueble con lavamanos y un gran armario. Como sabes, estos muebles venían a menudo de las mejores firmas de Londres y Paris, y están hechos para durar muchos años. El trabajo de talla, la calidad de la madera y su acabado los hacen dignos de admiración. Un saludo.
A los muebles de muchas de estas casas les sobra opulencia, son demasiado recargados, y cuando se trata de las camas resultan asfixiantes, con esos cabeceros y pieceros tan altos, tiene que dar la impresión de estar metido en una caja. De todos estos dormitorios, el que mas congoja da es el de la casa roja de Colombres; esa especie de dosel es mortal de necesidad. El mas sencillo; el de Villa Rosita de Queruas.
Como ha cambiado la decoración en estos cien años transcurridos, desde que se edificarón estas mansiones; yo prefiero la sencillez del mobiliario actual a aquel barroquismo agobiante.
Como siem pre; las fotografias preciosas.
Un saludo.
Mª Luisa, coincido contigo. De todos los dormitorios que vi, el de la Casa Roja me pareció el más recargado, y las camas daban un poco de respeto. Supongo que uno se acostumbra a todo, incluso a los dormitorios diminutos de hoy en día. Un saludo.
A mi me parecen maravillosos. De hecho, adoro dormir en camas con dosel.
En el hotelito de Luarca que esta junto al casino hay una habitacion con una que es una maravilla.
Muxu
Rakel, tengo entendido que en ese hotel, que tiene una larga historia, veranearon muchos indianos. Solo he visto el hall de entrada pero parece conservar su aire de antaño. Saludos.
Tienes razon.
Vaya miedo
Juan Manuel, gracias por asomarte al blog. Un saludo.