ATALAYAS
Empieza a amanecer en Castropol, y parece como si todas las casas se hubieran apilado en lo alto de la colina para ver cual es la primera en recibir los rayos del sol.
En Castropol hay muchos miradores, muchas atalayas, muchos lugares desde los que contemplar el formidable paisaje. En la primera foto veis el mirador de Villa Rosita, rivalizando en altura con la iglesia. Villa Rosita es un palacio del XVIII comprado por un indiano a principios del XX, que le añadió ese mirador sobre la torre (ver “Asturias, Tierra de Indianos”).
Otras casas privilegiadas disfrutan de estos promontorios: redondos, cuadrados, hexagonales, nacidos sobre las cubiertas de pizarra para ver el horizonte. Las aves se posan en lo mas alto del Palacio de Santa Cruz del Marcenado.
Amanece en Castropol, y la luz está a punto de colarse por sus calles.
Seguimos viaje.
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