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La foto superior me hace evocar una mansion de la Costa Azul en los felices 20.
Ana, coincido contigo, tiene ese aire de los veranos de la «dolce vita».
Deliciosas contraventanas de lamas… si tuviera una casa, las pondría iguales, ja..ja.. de momento, miraré para el armario empotrado de casa que las tiene así, y soñaré un poco.
Lo de las lamas tiene algo especial. Son delicadas pero muy bonitas, más razones para fotografiar ventanas.