EL SOL SOSTENIDO
No tenía pensado parar pero, al doblar la última curva antes de entrar en el pueblo, no pude resistirme.
El sol estaba colocado en el vértice de la montaña que resguarda Boal, como un foco de cine que iluminara con precisión Villa Anita, la fantástica.
Salté del coche, hice varias fotos seguidas, apresurado, temiendo que desapareciera la magia de un momento a otro. Noté entonces el cielo azul, y el rastro de nubes coronando la casa. La quinta Modesta, a su lado, lucía igual de hermosa.
Me fui satisfecho para descubrir, más abajo, que ese mismo foco se había colocado para la siguiente casa, y la siguiente, y la otra. Cogí las cámaras y me fui caminando carretera abajo, de casa en casa, con la luz perfecta rozando las fachadas, mientras iba pensando: “no, en la próxima ya se habrá ido la luz”.
Pero el sol se sostuvo durante largo rato, acariciando todas las casas de indianos de Boal, orientadas hacia ese obstinado sol que se había sentado en la montaña.
Yo ya las había fotografiado antes, para “Asturias, Tierra de Indianos”, pero estas son las de aquel extraño 13 de Agosto pasado en el que el sol se quedó mirando embobado las casas de indianos.
Tenía dos títulos para esta entrada y más fotos, así que mañana hay segunda parte.
Nota: la pasada semana nos dimos otro paseo indiano, por Ribadesella.
A todo eso que enumeras, hay que añadir la pericia, el buen hacer, y la valia del fotografo. Un saludo.
Mª Luisa, uno de mis maestros fotográficos decía que el 90% era «aparecer», estar allí en el momento.
Vaya, andamos de casualidades. El domingo estuve haciendo fotos a Villa Anita, esperando encontrarme los últimos rayos del día sobre esos preciosos azulejos de Talavera, pero nada, no hubo suerte, y cuando llegué los rayos ya sólo incidían sobre Quinta Modesta, que se llevó todo el protagonismo.
Ya en Octubre, el sol se vuelve más esquivo, parece tener prisa en ocultarse. Aún así, Villa Anita siempre tiene momentos gloriosos de luz durante todo el año.
Aqui se cumple la máxima que dice: No hay como estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado y a la hora adecuada. Preciosas fotografias, con esas nubes sobre las casas, que parecen casi irreales. Un saludo.
Tienes razón Mª Luisa. Las fotos son eso, en gran parte. Primero ir, y segundo, encontrar el momento o esperar pacientemente por él. Aquí fue todo rodado, con el sol colocado en el sitio exacto. Un saludo.