
CUESTIÓN DE ESCALA

Paseando por el casco antiguo de Avilés, me topé con la silueta rotunda del Palacio de Camposagrado reflejada en un escaparate, con las pequeñas figuras humanas a su alrededor.
La escala se invirtió cuando puse la cámara bajo la estatua del pintor Carreño Miranda que está enfrente. El Palacio se volvió pequeño ante las piernas de un poderoso Gulliver a punto de aplastarlo.
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