Y YA DE PASO

Y ya de paso, dejar atrás el faro y bajar al abrigo de las casas y las cosas.

Es entonces cuando podemos deambular sin prisas por Luarca, callejear, acercarnos hasta la rula para ver la subasta de pescado, o ver llegar y partir los barcos, soñar con el ocio del indiano Ventura Olavarrieta, que levantó un salón-mirador para jugar frente al mar (foto 2).

Seguir el rastro del arquitecto Manuel del Busto a través de sus obras: el edificio consistorial (3), el Circulo Liceo (4), la casa de Vicente Trelles (5) o la de Rogelio González (6) en la plaza de Los Pachorros, donde podemos tomarnos un café en la confitería que está en el bajo.

Dejar el bullicio para entrar al jardín de Villa Tarsila (7 y 8), obra de Juan Miguel de la Guardia, y detenernos en cada una de sus fachadas, en la oscuridad de su cenador, en su evocadora arquitectura.

Volver suavemente a la realidad levantando la vista hacia los puentes del ferrocarril Ferrol-Gijón envolviendo la villa.

Entrar de nuevo en las calles estrechas para recobrar el color en los detalles, y terminar bordeando la playa para contar casetas y ver, tal vez, el barrido de la luz en el faro.