UN HOMBRE BUENO
Desde 1903 la efigie de Manuel Ibáñez Posada, serena y decidida, preside la plaza de Colombres que él financió y mira al ayuntamiento que también sufragó.
Se diría que todas las obras públicas de Colombres fueron debidas a su generosidad y firme creencia en el progreso: la iglesia, el cementerio, la traída de aguas, la escuela, la fuente, el lavadero, la plaza y el edificio del ayuntamiento.
Manuel, junto a su hermano Luis, forjó una de las mayores fortunas indianas a caballo entre España, Méjico y La Habana. Manuel Ibañez Posada no responde al prototipo conocido del indiano. Hombre muy culto e inquieto, nunca se retiró para vivir de su fortuna. Tras sus comienzos en la industria textil, ampliaría sus negocios a los cultivos, la ganadería, las materias primas y la banca.
Por su destacada labor fue nombrado conde de Ribadedeva. Hoy nos quedamos entrando en su casa de Colombres, llamada Las Raucas. El próximo lunes veremos el resto de los interiores.
Como siempre, has acertado con el titulo de esta entrada, porque bueno es todo aquel que se preocupa por el bien de los demas, y el lo hizo. Todos estos indianos hicieron muchas cosas en sus lugares de origen, pero sin duda alguna, lo mas importante las escuelas, conscientes de la importancia que tienen la cultura y la educación.
Colombres es uno de los lugares del oriente de Asturias que tiene un encanto especial; con tantas casas de indianos parece un arco iris por su colorido; la cueva del Pindal y la ermita de San Emeterio completan la visita a este precioso pueblin.
Esperaremos al Lunes para ver el resto.
Un saludo.
Gracias Mª Luisa, un saludo.