SOLEDADES DE ESTACIÓN
Por el camino no sucumben los mejores, tan sólo aquellos que se cansaron de seguir el hilo de la historia.
Sin apenas darse cuenta fueron tomando el rumbo de los olvidados, y hoy malviven, están cerrados o abandonados. Pero su belleza no ha caducado, son edificios muy atractivos, aunque ya nadie los mire.
1- El notable edificio del hotel Tamanaco (nombre exótico) está muy cerca de la estación de tren en Infiesto, concejo de Piloña. Una vecina me contó que en su día fue la casa de una rica familia de comerciantes, tal vez indianos, que la ocuparon hacia 1920. En los 70 se convirtió en hotel, restaurante y sala de baile de la mano de una venezolana. Hoy apenas funciona una lúgubre cafeteria, de esas en que las mismas personas miran fijamente, día tras día, al fondo de un vaso.
2- El Hostal restaurante La Pista, en Lieres, concejo de Siero, hace tiempo que luce los carteles de venta. Al borde de lo que en su día fue una carretera de paso obligado y lindando con la estación, la construcción tiene maneras de edificio industrial y elementos del regionalismo montañés.
Funcional y espartano, su actual abandono le da un toque casi áspero.
3- El Hostal Sagrario, ya cerrado, se encuentra junto a la estación de Pravia. Su hermosa fachada de ladrillo visto le da la espalda, como si quisiera guardar la discreción de encuentros prohibidos.
Pegando la nariz al cristal puedo ver el comedor años 50, alguien dejó mesa y mantel antes de irse para siempre.
yo me alojé en el hostal Sagrario, hace 30 años, fue la noche antes de entrar en el colegio San Luis. Aunque iba allí por buen estudiante, recuerdo que fue uno de los mejores veranos de mi vida. El Hostal era agradable pero ya decadente hace 30 años, eso si hacían un pastel suizo más que digno de mención.
Gracias Nacho por la anécdota. El colegio San Luis de Pravia tenía fama de ser muy duro y exigente. He visto el edificio paseando por el centro de Pravia, pero no recuerdo ahora si sigue funcionando.
En el Tamanaco aún sirven comidas ; es un lugar frecuentado sobre todo los lunes ; que es día de mercado. Mi madre me comentó , que era el antiguo casino de Infiesto y que los indianos estuvieron por Venezuela. También me dijo, que regenta el local una hija. Saludos.
Ramón, grracias por la información. Por dentro el local está muy dejado, con ese aire de antiguo esplendor y, salvo el día de mercado que mencionas, apenas se ve gente por allí.
Fíjate que creo que es la primera vez que me ha dado un poquito de mal rollo y tristeza las fotos de este blog… Quizás algún comentario, quizás esa decadencia… Agria sensación… Qué curioso…
Lo siento Paloma, es cierto que los sitios más o menos abandonados transmiten tristeza, pero yo encuentro que son edificios interesantes.
Hola Alejandro,llevo años viendo ese hostal abandonado y siempre me llamó la atención,como si hubiera algo de misterio en su interior,como todas las casas abandonadas que ocultan un pasado que no quisieran desvelar a nadie,esa mesa puesta,como esperando a unos invitados que nunca llegan o quizá ………..nunca se sabe verdad?Yo solo en esa casa no entró ni loco!!!,menudo yuyo.Un saludo.
Ignacio, estos lugares son muy propicios para inventarse historias. ¿Entrar?, yo creo que si, ¿quién sabe lo que podríamos encontrar? Saludos
Alejandro siempre me asombra tu capacidad de encontrar belleza en sitios para los que otros no miraríamos. Da pena ver como languidecen esos edificios, sin embargo el comedor y a pesar de estar abandonado, aún conserva un cierto aire acogedor. Un abrazo, Esther
Sabes Esther, no me di cuenta hasta que empecé a escribir esta entrada que los tres edificios están pegados a estaciones de tren…, y cambié el título. No es un hecho especialmente relevante, sólo que estos lugares de tránsito tienen un aire especial. Un abrazo.