SOBRE LA ORILLA
Con el último rayo de sol el río Nalón se congela para siempre convertido en espejo. Sabe que -tras este quiebro final- solo le espera el mar.
A su orilla se asoma el Palacio de La Magdalena (Soto del Barco). Hace poco, estando allí, recordaba esta foto antigua del palacio que había mandado José. Por entonces -años 20 del siglo pasado- la casa pertenecía a una rica familia de indianos, los Fernández Castro, que tenían su hogar en Villa Isabel (La Ferrería, Soto del Barco).
Hoy se ha convertido en hotel, con una altura más y unos coches muy diferentes.
No muy lejos, en la otra orilla, todo sigue más o menos igual. El palacio, encaramado en la colina (a la izquierda en la foto), sigue mirándose atontado, buscando su reflejo en el Río.
No sería angula, aunque hace años también se pescaba carbón.
Ambas cosas eran oro, cada una en su tiempo.
Me alegro que el palacio esté restaurado y sea un hotel rural.No podría tener mejor uso,se ha salvado de la ruina,y todo,el mundo puede disfrutarlo.Es impresionante la vista de toda la ría del Nalón,desde Somao por ejemplo,sobre todo al amanecer que la cubre la bruma,es precioso,y de noche se ven las luces o puntos de luz de las barcas y los pescadores haciendo su faena.Son recuerdos de cuando estoy en Somao.No me preguntes que pescan porque no lo recuerdo,lo he oído mil veces,sobre todo a mi padre,pero,se me olvidó.Saludos.
Como dice José, es angula, en noches sin luna del invierno.
Poco a poco, muchos de estos inmuebles se van salvando de la ruina.
Estamos de enhorabuena.
Un enclave privilegiado, repleto de referencias indianas.