UN PUERTO DIFERENTE
San Esteban de Pravia pertenece al diminuto concejo de Muros del Nalón, en el centro occidental de Asturias.
No es un pueblo de pescadores al uso, como los que acostumbramos a ver por la costa Cantábrica (Cudillero, Tazones, Lastres, etc.). Durante varias décadas del siglo XX, este puerto daba salida a la mayor parte del carbón extraído en las minas del interior de Asturias.
Ese pasado industrial -ya lejano- ha dejado muchas huellas: restos de los cargaderos de carbón, grúas antiguas, viejos almacenes y un paisaje -abierto al amanecer y a la desembocadura del río Nalón- que resulta muy evocador.
Como toda villa que haya tenido una corta y explosiva etapa de esplendor, la abundancia de dinero hizo que en San Esteban se construyera rápido y en una amplia variedad de estilos, al gusto de sus prósperos propietarios. Nada que ver con las casitas de una típica villa marinera.
Cada vez que visito San Esteban de Pravia, me hago el propósito de fotografiar algún día tantos interesantes edificios que aun quedan, además de una preciosa capilla, un viejo teatro en ruinas e innumerables fachadas testigos de la pujanza de otros tiempos.
En medio de toda esa variedad, hay también una casa de indianos situada en primera línea del paseo del puerto.
Es la Casa Altamira que, con su llamativo color azul y su estilo pintoresco, pugna por destacar en medio de este colorista y abigarrado conjunto.
Te recomiendo la visita, aunque aquí volveremos para ver muchos rincones y edificios de San Esteban de Pravia.
¿Sabéis algoi de un señor de San Esteban de principios del siglo XX llamado Prudencio El Brillante?
Yo no sabría decirle nada, lo siento.
Así es Alejandro,yo me refiero a la antigua pensión El Brillante,de San Esteban de Pravia,donde veraneaba Rubén Darío.El empresario Fernando Artime quiere hacer un gran hotel,uniendo dos edificios,El Brillante y el siguiente restaurante que se llama Marino.Este señor desea hacer un hotel de cierta categoría para atraer al turismo.
Parece un proyecto ambicioso, ojalá se haga pronto. Gracias.
Curiosamente en 1908, un periodista recomendaba como visita turística San Esteban, cuando el puerto empezaba su importancia carbonera.
http://historiasjasm.blogspot.com.es/2016/08/bienvenido-sr-y-sra-turista-welcome-mr.html
Gracias José, es muy interesante.
Se me olvidó contar en mi anterior comentario que Rubén Darío en la primera década de 1900 visitó mucho San Esteban,para descansar,pues estaba destinado en España como Diplomático de su país.Se alojaba en El Brillante.Que casualidad que acabo de leer que esa antigua fonda u hospedaje lo van a restaurar y convertirlo en un hotel que por las noticias promete mucho.
Íñigo, conozco una casa en Riberas de Pravia que luce una placa recordando la estancia de Rubén Darío algunos veranos, pero tú te refieres a otra en San Esteban de Pravia, ¿no es así? No lo sabía, me suena que El Brillante está frente al puerto… Gracias
Villa Altamira luce como la perla antillana de San Esteban de Pravia. Es el mejor recuerdo que guardo de este lugar. Una casa sencilla pero estratégicamente ubicada para que pueda lucir mejor que ninguna la exquisita guardamalleta que recorre todo su alero. Esta casa deja claro que para destacar no es imprescindible una arquitectura elaborada y de autor. Una buena puesta en escena donde armonicen color y carpinteria artística será la fórmula perfecta para triunfar.
SALUDOS
Es que estas casas pintorescas nos ganan enseguida. Son entrañables, como las de los cuentos de la infancia.
Creo Alejandro que San Esteban de Pravia todavía es muy desconocida para muchos turistas porque se tiene la imagen de antiguo puerto para llevar y traer carbón,pero ha cambiado mucho.Recuerdo salir a cenar con mi familia y ver a los pescadores con sus pequeñas lanchas en la pesca de la angula.Hay en el puerto un barco muy antiguo como reliquia del pasado que le llaman El Vaporín creo y también han convertido el puerto en un bonito paseo donde se conserva a modo de museo las antiguas grúas de carga,recuerdo del que dicen fue el primer puerto carbonero de España.Hay un club naútico donde de pueden practicar varios deportes como remo ,la vela y la pesca .cuenta con una senda para caminar y bonitos miradores que te llevan hasta la cercana playa de Aguilar,en Muros de Nalón.Buenos restaurantes para cenar y hoteles donde alojarse que no tienen nada que envidiar a los de una gran ciudad,en fin,que San Esteban merece una visita.La Casa Altamira es preciosa,y más en tus fotos Alejandro,como destacan el azul y el blanco,tienen que haber por esa zona muchas casas de indianos,creo que vas a tener que volver por esa ruta para hacer fotos.Un saludo.
Íñigo, tu comentario es una invitación a visitar San Esteban, a la que me uno sin dudarlo. Es un puerto diferente a lo que estamos acostumbrados, pero con su particular atractivo. En los últimos años han aparecido nuevos restaurantes y locales de ocio, señal de que el turismo está acudiendo.
Esta zona conoció la llegada de madera desde la zona del Narcea, para destinarla a los Astilleros, incluso anteriormente los barcos llegaban más arriba del curso del Nalón, hay esta la torre de San Martín como recuerdo, además de la angula que estos días empieza la pesca, hay que recordar la pesca del carbón en la ría del Nalón, con sus embarcaderos en la zona del túnel del Forno y el puente de la Portilla, que un indiano lucho por él Constantino Fernández Vallín (Marqués de Muros, como él pidió ya que el título iba a ser Marqués de Montoro, donde había fallecido su hermano en la Gloriosa 1868).
Lo que cambia San Esteban, es la aparición del Vasco Asturiano, que empezará a prestar servicio 02/08/1904, y la marítima Vasco Asturiana, llegando a convertirse en el 2º puerto asturiano en salida de carbón, incluso llego a ser la playa de los mineros y los pueblos que circulaba el tren, aunque su playa fuera de piedras, además había servicio de barca para pasar a la playa de San Juan.
Incluso hubo otro proyecto de ferrocarril para este puerto el Pravia – Villablino, que nunca se realizó, aunque en la zona de Forcinas, Quinzanas.. todavía quedan infraestructuras que se hicieron, pero nunca vieron los raíles.
Como curiosidad un indiano de Somao, fue consejero del Ferrocarril Vasco Asturiano José Menéndez Viña, el propietario de la casa El Noceo.
José, muchas gracias por aportar tantos datos, especialmente por señalar la importancia de la llegada del ferrocarril y mencionar al Marqués de Muros, cuya casa vimos en esta entrada.