SALIR DE TIENDAS
Cuando no estoy haciendo fotos profesionalmente (lo que implica mucha parafernalia) llevo sólo una cámara y un único objetivo de paseo y, entre las muchas cosas a las que me gusta tirar fotos, están las tiendas antiguas, tienen ese aire entrañable. Alguna vez me planteé convertir esto en un proyecto más serio, pero entonces aparecería de nuevo la parafernalia…
Por orden: “La Más Barata” en Villaviciosa, “Adelina” en Pravia, y “Conrado Díaz González” en Boal.
Yo ya no veraneaba en Llanes cuando lo tiraron, fué creo a principio de los 90, pero los motivos, según me comentaron en su momento, fueron que estaba en muy mal estado, lo que representaba un peligro, que su recuperación era casi imposible y que con su derribo la zona del puente y la de las antiguas marismas iba a ganar en amplitud, permitiendo que la zona, que tambien habia alojado al antiguo matadero, y se consideraba una zona «fea»pudiera urbanizarse y no seguir escondida a los ojos de la gente.
Yo, que pasé horas sentada en el puente, comiendo pipas (cosa que hacia en algun momento del verano el 99% de los adolescentes de la época en Llanes), me gustaba mucho la imagen del edificio, con su rampa desde la calle y su aspecto más que decadente. Quizás, no digo que no, la zona quedó más despejada, y sí que era verdad que la parte trasera del teatro estaba bastante abandonada, pero así todo, para mi se perdió una de las esencias de la villa. Creo que si se hubiera rehabilitado, se podría haber hecho lo mismo en la parte trasera y dejar el edificio donde estaba, con el rio Carrocedo pasando por debajo.
No se si estaba o no protegido. Con el poco trabajo que les costaba (y en algunos casos les cuesta) desproteger…mirad La Concepción. No sé que estan esperando para darles un toque importante a la propiedad, si no podeis arrerglarlo, pues cesión, expropiación a justiprecio o algo similar, que cuando quieren bien listos andan, sobre todo en Llanes, que sobraba dinero para todo menos para lo que importaba. Es que me da un coraje…
Un saludo.
Mariam, parece que está claro: cuando les interesa dicen que es irrecuperable, que no hay nada que hacer. Pero lo cierto es que estamos viendo que se pueden rehabilitar cosas en muy mal estado cuando hay voluntad. En terminos generales, los cines y teatros que había/hay por toda Asturias, se están dejando caer, son de las partes más debiles de nuestro patrimonio, si es que hay alguna fuerte. Cuando paso por delante de La Concepción, siempre me hago la misma pregunta: ¿ de verdad no se puede hacer nada, de verdad los propietarios tienen «carta blanca»?. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo. De hecho, todavía hay edificios que, por desgracia, tal vez corran la misma suerte (Ay La Concepción…). Lo que creo es que el Ayuntamiento no lo debería haber permitido, en los años 90 ya había leyes que protegían ese tipo de patrimonio… en fin.
Martín, algunas leyes parecen tener el cuerpo de barro, se moldean según convenga. Sobre La Concepción, hay que contener la respiración…
Retomo lo que ha comentado Mariam sobre el «Teatro Benavente» de Llanes. Hace relativamente poco que me enteré de su existencia y desaparición. Me quedé impactado al ver que se derribó finalmente ya en los años 90 (¿Cómo se pudo permitir?) y que aún hoy Llanes no tienen ningún otro espacio que lo sustituya (creo, tal vez estoy equivocado). ¿Sabéis algo del tema? Gracias!!
Martín, yo no sé nada del tema, pero sobre la pregunta genérica «¿cómo se pudo permitir?», sólo hay que echar un vistazo y ver la de cosas que se han derribado sin piedad, sin explicación, y sin verguenza.
Pues es una idea muy bonita. Estas tiendas tienen algo especial. Los escaparates, las estanterias…todo. No la descartes. Saludos.
Noemi, me apatece mucho, aunque ahora no tengo tiempo y tendrá que ser algo más esporádico. Un saludo.
A mi me pasa como a Martin, sería (soy) feliz entre libros, así que nada, si necesitas una ayudanta, y al final pones la libreria, aquí estoy, ja,ja. Pero tienes razón, Alejandro,me temo que seria un negocio ruinoso.
Viendo las fotos se me vino a la cabeza inmediatamente El Siglo, en Llanes, mi sitio preferido cuando era pequeña para encontrar el juguete que buscaba, los complementos para el traje de aldeana ya un poco más mayor, la típica sombrilla de la playa o cualquier chorradita de esas típicas para mandar a parientes fuera de España. Yo creo que si algun dia cerrase, me daria una pena tremenda y Llanes no seria lo mismo, igual que cuando tiraron el teatro.
Me encantan estas tiendas, pero mucho me temo que tienen los dias contados, en los pueblos las ventas van bajando, se pagan un montón de impuestos sin tener en cuenta en donde estas (no es lo mismo Boal que la calle Uria de Oviedo) y además hoy la gente o bien tiene coche,con lo que puede desplazarse casi a cualquier sitio, o te lo llevan el producto a la puerta de casa. Pasó lo mismo con los bares-tienda, que acabaron con ellos a base de darles por todos los lados, y claro, como siempre, ahora se dan cuenta tarde que es una pena, que son el alma de los pueblos, que hacen un servicio social muy importante y bla,bla, bla, a buenas horas, mangas verdes. En el pueblo de mi marido ,en los 60, llegó a haber 3 bares, y ahora, para encima, los dos últimos que quedaban en el pueblo de al lado tambien cerraron por jubilación, así que para tomar un café casi tienes que hacer una peregrinación. Que pena, no? Si es que casi tenian que estar subvencionados, hombre…
Mariam, los que nos movemos un poco por Asturias, sabemos que todas estas tiendas tienen los días contados, que, como mucho, van a llegar hasta la jubilación del actual propietario. Hay, por un lado, la parte económica que apuntas, totalmente injusta para estos pequeños negocios, y por otro, la belleza de estas tiendas, con sus estanterias,escaparates, maderas, suelos, y un largo etc., que las hace irresistibles. Eso que tanto hablan de fijar población en el medio rural tiene bastante que ver con hacer posible que estos negocios sigan abiertos.
jajajaja, bueno, un amigo dice que les cogería tanto cariño a los libros que no los podría vender… no sé yo los clientes.
Entre una cosa y otra, menudo negocio…ruinoso, pero disfrutando cada minuto.
Me encantan especialmente las dos últimas, jeje. Cuando veo una de esas tiendas me dan ganas de montar una librería anticuaria y me imagino ahí, viendo pasar las horas entre libros… Es una suerte que negocios así todavía se conserven.
Martín, yo ya te imagino sumergido entre libros, pero no sé si te ocuparías de los clientes, jaja.
¡Me encantan algunas tiendas!, es una entrada muy buena en el blog, como la que hicistes de las barberías.
Es una delicia cuando en un paseo se encuentra uno con algún escaparate de tiendas de antiguedades, alguna sombrerería, o simplemente con el viejo rótulo testigo de alguna actividad comercial no tan lejana en el tiempo. Un saludo.
Hola Oscar!, qué bien «leerte» de nuevo en el blog. Cuando la tienda, además de antigua, tiene cosas atractivas como las que mencionas, entonces ya me apetece entrar a fisgar. Un saludo.