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El Palacio de Mon, en San Martín de Oscos, fue adquirido por el Principado. Tiene una parte en ruinas y el resto algo restaurado. Por dentro no quedan puertas, ni mobiliario de ningun tipo. De momento el ayuntamiento hace visitas guiadas en fechas festivas. No se sabe en el pueblo, ni a nivel de Ayuntamiento que haya ningun plan para él.
Noemi, gracias por la información. Cuando estuve sacando fotos allí, todavía había gente ocupando una parte del edificio. Los exteriores son grandiosos, dadas las dimensiones del palacio. Me gustará volver y hacer una visita más completa. ¿Se puede reservar?, ¿son fechas fijas?. Un saludo.
Ya sabemos, admirado Alejandro, para quién sirve de consuelo el mal de todos.
Otra cosa es que, como tú haces magistralmente, demos a conocer la situación de abandono en que se encuentra gran parte de nuestro patrimonio histórico y artístico.
En todas las provincias ribereñas del Cantábrico hay mucho para admirar, indignarse, llorar… o esperar que en alguna ocasión al poder y al dinero se añada, casi por milagro, cierta dosis de sensibilidad.
Tampoco es consuelo que la cosa venga de antiguo; ya Quevedo, en la primera mitad del siglo XVII, decía de su casa familiar en el valle cántabro de Toranzo:
Es mi casa solariega
más solariega que otras,
pues por no tener tejado
le da el sol a todas horas.
Ni que decir hay que de la casa de don Francisco de Quevedo en en pueblo de Vejorís no queda ya ni rastro.
Juan, pocos ganan en ironia a Quevedo. Como dices, mucho patrimonio está esperando la conjunción casi milagrosa, y al mismo tiempo, de el dinero, el poder, la oportunidad, y ya de paso, sensibilidad y buen hacer para restaurar. Toda una carambola. Un saludo.
Son muchos los palacios y casonas asturianas que se encuentran en este estado….Cerébanes, Lindoy, Villanueva de San Cucao, Tormaleo, etc. etc. Pero hay que ser optimistas, supongo que la primera vez
que vi el Palacio de Prelo o La Bariega en Cimiano ya hace bastantes años también pensé que terminarían arruinados y convertidos en un montón de piedras. Y sorprendentemente han resurgido como establecimientos hoteleros.
De todos modos considero que aunque estén en muy mal estado siguen conservando su personalidad como
las casonas solariegas que fueron. A veces, las restauraciones con materiales y gustos modernos desnaturalizan
mucho estos palacios. Pero siempre es de agradecer el esfuerzo que hacen muchos propietarios por mantener
en pie esta parte del patrimonio asturiano.
Oscar, no conozco todos los casos que mencionas. Casualmente estuve ayer en Villanueva de San Cucao haciendo fotos. Su estado es muy parecido a Celles. Es cierto que hoy en día casi cualquier restauración es viable, pero sería deseable no tener que llegar a estos estados de abandono. Un saludo.
Da pena y tristeza, ver el deterioro y la ruina de estos edificios, que un día rebosaron señorio y albergarón mucha vida tras sus muros. Desgraciadamente, hay muchos en Asturias como este, y tu lo sabes mejor que nadie; yo lo comparo con el Palacio de Mon, que no llega a tanto, pero casi, casi.
Un saludo.
Mº Luisa, el Palacio de Mon, en San Martín de Oscos, está parecido. He oido que recientemente ha pasado a manos del Principado y no sé que planes tienen. Con respecto al Palacio de Celles, la situación está atascada. Esperemos que aún no sea demasiado tarde.Un saludo.