
POSTALES EN EL CAMINO

Salir a mirar casas, adivinar su edad y su pasado, rodearlas, alguna quizá tenga el nombre en la puerta, y seguir adelante, como un buscador de tesoros.
Al dejar la autovía y tomar dirección a Pravia, la carretera es recta y transcurre cerca del río. Atraviesa dos pequeños pueblos, Riberas de Pravia y Peñaullán, cargados de construcciones indianas.
El primero, Riberas de Pravia, todavía en el concejo de Soto del Barco, es conocido porque en él pasó algunos veranos el poeta Rubén Darío. Algunas de sus casas son enormes, como La Quintanona, la Casona de Bouza, o Vista Hermosa, con un atractivo jardín.
Casi saliendo del pueblo está Villa América, arquetipo de casa de indianos.
Apenas a 1 Km., y ya en el concejo de Pravia, está Peñaullán. En esta recta frené un día en seco al ver el coqueto balcón de la casa de Baldomero Pendás.
Ya casi al final, encuentras dos casas de la familia Morán, construidas por el indiano para sus hijos, y otra más sencilla, ejemplo de casa indiana en versión modesta que se repite una y otra vez con ligeras variaciones.
Parece que en esta zona se decantaron mas por dar a las casas un estilo mas regionalista haciendo algún guiño a la arquitectura local. Algunas con sus aleros de tejas, sus balconadas e incluso algún entramado de madera que recuerda a la arquitectura cántabra y vasca.
Matias, es cierto lo que dices. Te puedo añadir que, en Riberas de Pravia, la Casona de la Bouza y la Quintanona son muy antiguas, de alrededor de 1850, lo que las sitúa casi como precursoras de lo que fue toda la arquitectura indiana que vino detrás. Un saludo.