Las cookies de funcionalidad nos permiten recordar tus preferencias, para personalizar a tu medida determinadas características y opciones generales de nuestra página web, cada vez que accedas a la misma (por ejemplo, el idioma en que se te presenta la información, las secciones marcadas como favoritas, tu tipo de navegador,...).
Por tanto, este tipo de cookies no tienen una finalidad publicitaria, sino que activándolas mejorarás la funcionalidad de la página web (por ejemplo, adaptándose a tu tipo de navegador) y la personalización de la misma en base a tus preferencias (por ejemplo, presentando la información en el idioma que hayas escogido en anteriores ocasiones), lo cual contribuirá a la facilidad, usabilidad y comodidad de nuestra página durante tu navegación.
Puedes activar o desactivar estas cookies marcando la casilla correspondiente, estando desactivadas por defecto.
Quizá ese cielo plomizo y ese día de aspecto triste que reflejan las fotos desmerezcan el lugar, dando una sensación de tenebroso. Pero no es el recuerdo que guardo de ese sitio. Tuve la suerte de conocerlo el otoño pasado en un día soleadisimo e iluminado y me pareció fascinante. La sorpresa de encontrar esas ruinas ahí se hace mayor cuando uno sabe apreciar el enclave en el que están : un rincón apartado del mundanal ruido y rodeado de naturaleza, de montañas interminables y de paisaje idílico.
Si a eso le sumamos que está en Alles, el pueblo más bonito de la zona por su ubicación y por su , también , sorprendente ramillete de casas indianas hacen obligada su visita.
SALUDOS
Nicolás, yo lo conozco de las dos maneras. Fotográficamente quizás me gusta más como está aquí, con cierto halo de misterio, con esas nubes que a menudo se pegan a las montañas en esta zona. También quiero verlo un día temprano, tiene que ser precioso con la primera luz del día.
Paseando por lo poquito que queda de esta Abadía me imagino a los frailes trabajando en el huerto,con mucha imaginación entonando el canto gregoriano en el Coro,asomarse por el claustro,descansar en sus celdas,en fin,seguro que todo ésto pasó de verdad.Este tipo de ruinas gustaban mucho a los escritores románticos,y les servían de inspiración para sus obras de teatro y poemas ,hoy sólo nos queda imaginarnos cómo pudo ser la Abadía.Pero aunque esté en ruinas merece la pena conocer toda esa zona porque debe ser muy bonito.
Ignacio. Peñamellera Alta es una zona toda ella muy atractiva, un paisaje de montaña con pequeños pueblos y una herencia indiana poco conocida. Un abrazo.
Preciosas fotografías y precioso rincón…de leyenda.
No había oído hablar de este lugar nunca. Gracias por mostrarnos, una vez más, estas historias que de otro modo permanecerían en el olvido y pendientes de descubrir…Queda apuntada una escapada al pueblo de Alles e intentar dar con estas ruinas tan evocadoras…Gracias Alejandro.
Lena, el sitio no tiene pérdida. Primero la visita a Alles, con varias casas de indianos muy interesantes. Ya ves que la tradición de emigrar se remonta hasta nada menos que un Fiscal de la Inquisición que era del pueblo. En la parte alta del pueblo, pasada la iglesia, encuentras el camino señalizado hasta Plecín, un paseo por una pista cómoda de apenas diez minutos. Y el paisaje, impagable…