PEREGRINOS COMO INDIANOS
No sé cómo será de confortable, pero los peregrinos que hacen el Camino de Santiago por la ruta interior en Asturias, ya tienen un nuevo albergue cien por cien indiano en su duro caminar hacia Santiago de Compostela.
La Quintana ha vuelto a la vida tras muchos años de abandono en los que parecía peligrar su integridad.
Su aspecto anterior no presagiaba nada bueno, pero afortunadamente me equivoqué al incluirla en mi particular lista negra de casas indianas a punto de desmoronarse.
Esta casona fue en su día propiedad del indiano Aurelio Huerta y el proyecto se debe al arquitecto Leopoldo Corugedo. En 1930 se reformó para añadirle las dos torres.
Está situada en Grado, formando parte de uno de los núcleos de casas de indianos más interesantes de Asturias.
José -muchas gracias- me avisó hace meses de que La Quintana estaba en obras, y solo recientemente pude hacerle fotos al resultado final.
Al menos con la vista, los peregrinos podrán disfrutar de toda una experiencia indiana. Felicidades.
¡ Bravo por la Quintana y su proyecto de recuperación !
¡ Asombrosa la transformación ! Pasó de moribundo a «caballero de fina estampa». Me encanta la varita mágica que utiliza la pintura para cambiar, absolutamente, el aspecto de algo.
Me encantaría ver la expresión de la cara de tantos peregrinos que atraviesen la verja y vayan subiendo por esa esa escalinata con coponas de piedra a los lados . Supongo que les parezca un premio de consolación por tantos otros que dejan mucho que desear. No conozco demasiados , la verdad , pero comparo éste con el de Santander, mi ciudad, y ahora mismo » caería muertito de vergüenza «. Y es , entonces, cuando uno se da cuenta que las comparaciones son odiosas .
Viendo esta casona-albergue , bien podría decirse que los de Grado » atan los perros con longaniza «.
SALUDOS
Nicolás, no sé si es un modelo «exportable» a otras casas de indianos. Lo cierto es que hay muchas a pie del Camino de Santiago, pero es complicado rentabilizar algo así, sobre todo por el coste inicial de rehabilitación y sin contar con apoyo público como en este caso. Han sido muy valientes y, si les va bien, espero que cunda el ejemplo para tener más posibilidades de conservar casas de indianos. La imaginación al poder!
Esta casa de la Quintana, fue propiedad de mi bisabuelo, Aurelio Huerta, quién llegó a México a principios del siglo XX, con una mano delante y otra detrás. Con duro trabajo e inteligencia amasó una pequeña fortuna. Esto le permitió vivir de sus rentas y poder retirarse con su familia a Grado a principios de los años 30, para descansar y pasar el resto de su vida en el pueblo que lo vio crecer, emigrar y volver. Desafortunadamente, los indianos regresaban a sus pueblos de origen con mucho dinero y ostentación, lo cual despertaba envidias entre los lugareños que no habían emigrado y no habían tenido éxito económico al haberse quedado a vivir en el pueblo. Mi madre nació en La Quintana en 1931, y toda la familia tuvo una estancia placentera por varios años, hasta que estalló la guerra civil, Mi bisabuelo era de ideas socialistas y antimonárquico, por lo que algunos en Grado le pusieron el mote de «el comunista», entonces al quedar Asturias en un momento dado del lado nacionalista, corrió el rumor de que iban a «llevar de paseo» a mi bisabuelo o lo iban a fusilar junto con toda su familia por ser rojos, por lo que tuvo que huir con toda su familia solo con lo puesto a Francia y después a México, para nunca más volver a España, hasta su muerte en México en 1947. La casa de la Quintana, al quedar abandonada, fue saqueada por los lugareños y después de la guerra civil se alquiló por varios años a divesos inquilinos, hasta que mi abuela Marina (hija única de Aurelio) y su esposo, mi abuelo Daniel, decidieron venderla en los años 50. Que gusto que esta casa se haya salvado, después de tantos años de abandono. Hace 3 años que la visité con mi esposa e hijas, para enseñarles donde había nacido mi madre, me encontré al nuevo dueño, un señor muy amable de setenta y tantos años, que estaba trabajando junto con los albañiles codo con codo, en la restauración de la casa. Conversamos un rato y me dio un recorrido por las obras de la casa,contándome sus planes de convertirla en un albergue del Camino de Santiago. Me regalo un escudo enmarcado del pueblo de Grado, que estaba colgado en una pared. Al regresar a México le di ese escudo a mi madre, quien estuvo feliz de colgarlo en su casa y me recordó toda esta historia de La Quintana, de que vivió ahí los 4 primeros años de su vida, de los que no recuerda nada pero sus padres y abuelos le contaron toda esta historia de la que se podría hacer una película.
Estimado Fernando Aurelio, le agradezco mucho que nos haya relatado la peripecia de su bisabuelo Aurelio Huerta. Un saludo.
Hola Fernando, que ilusion saber la historia de su bisabuelo, mi nombre es Lorena, soy la hija de Luis, el señor que le enseño la casa y le regalo el escudo (en ese entonces 64 años), mi padre compro la casa en el año 2004, jubilado en el año 2016 como no queria aun rendirse decidio pasar sus horas en La Quintana, ir restaurando poco a poco, en ese momento no tenia claro que hacer con ella pero el tenia ilusion por ver este lugar restaurado y darle la imagen de lo que un dia fue, por ese entonces yo me quede sin trabajo y comence a pasar a saludar a mi padre todos los dias, siempre me pedia ayudame aqui, vete a buscar esto…., el hombre con su valentia aqui pasaba las horas, los dias y los meses, la mayor parte del tiempo solo, la admiracion que siento por el me llevo a ponerme un patalon de obrero y ayudarle a todo lo que ffuera necesario, aqui pasamos los dos dias compartiendo el tiempo juntos y planificando que podriamos hacer para darle vida, un dia le dije «papa, podemos abrir un albergue» y me dice …¿que es eso?, le dije de Peregrinos, paso dos semanas diciendo que no estaba bien, jjjj , yo estaba atenta y a cada peregrino que pasaba le llamaba a gritos para que lo viera pasar, un dia me dijo….»esta bien, vete al ayuntamineto y mira a ver que se necesita para poder hacer un Albergue». En un principio planteada la idea no veian inconvenientes pero cuando la arquitecta reviso se dio cuenta de que no era posible, decian Hotel o Pension, pero para Albergue me ponian inconvenientes, no entendia nada, visite el ayuntamiento a diario, hasta que por fin (de pesada e insistente)hicieron modifficacion puntual y logre que fuera posible, en ese entonces ya teniamos pintada la fachada (mi madre y mi pareja fueron los autores de ello, los aleros yo misma embarazada de mi bebe), trabajamos los de casa todo lo que pudimos pero fue en Mayo del 2018 cuando una vez nos dieron el permiso para nuestro proyecto cuando contratamos obreros para que los trabajos fueran mas rapidos y poder abrir puertas ese año, asi fue en Julio 2018 abrimos el Albergue, solo la planta baja, en noviembre del 2018 se cerro de nuevo y aprovechamos ese momento para abrir la planta 1, dentro de la misma idea pero con habitaciones privadas con baño, y aqui estamos en 2020, luchando con la misma ilusion y ganas que el primer dia, recibiendo todos los dias a mucha gente que pregunta por la historia de esta casa y de su gente. Dicho todo esto me encantaria recibir de nuevo vuestra visita para que podais ver todas las cosas que hemos conservado y sobretodo para tomarnos una sidrinas y que me conteis todo lo que sepais para poder transmitirlo a todas aquellas personas que se intesan y nos visitan. Su familia forma parte de este proyecto y me gustaria saber si existen fotos que yo pueda obtener para hacerles un rincon y homenaje en esta casa. (por cierto aun conservo un escritorio donde tenia documentos firmados por Varela)
espero estar en contacto Un abrazo Lorena y familia
Maravilloso el cambio de esta Casona,convertirla en Albergue para los caminantes ha sido su salvación.Buenos precios,limpieza,comodidad,teniendo en cuenta que no es un hotel ,sino un lugar de descanso del peregrino.Muy bien la verdad,ha quedado muy guapa esta Casona,
Para este tipo de negocio el Principado sí que da ayuda,lo cual es un aliciente para futuros negocios de estas características.
Ignacio, creo que ha sido muy valiente rehabilitar la casa para albergue de peregrinos. Espero que les vaya bien.