Y UN POCO MAS ARRIBA
Saliendo de Boal capital en dirección sur verás a la izquierda la preciosa Villa Anita.
Un poco más adelante está la desviación al pequeño pueblo de Prelo.
Con el marco del Palacio de Miranda en primer plano, se abre la vista a las sierras de La Bobia y de Carondio.
Es habitual ver esta estampa de la foto, con las nubes ocultando y desvelando el paisaje como en un juego de máscaras.
PALACIO DE PRELO EN BOAL
El Palacio de Miranda o de Prelo funciona ahora como hotel. Me maravilla que lleguen hasta esta esquina remota del mundo turistas de Sudafrica, Australia o Canada para hospedarse aquí.
Antonio y su compañera Alicia están al mando del hotel.
Merece la pena conocerles. Antonio, un profesor de universidad retirado, ejerce como tal y te puede contar historias maravillosas del antiguo señor de Prelo y de todo lo acontecido en esas tierras durante siglos.
Aun tiene tiempo para bucear en archivos y encontrar nuevos datos.
Por supuesto, si te acercas por allí te mostrará la capilla, sus dos retablos de barroco popular y mucho mas.
Prelo es un remanso de paz.
A mediados del XIX existió aquí un pequeño balneario de aguas medicinales al que acudían las gentes humildes de la comarca.
Ya te comenté que el año pasado fotografié unos cuantos hoteles.
También estuve en Prelo, aunque he ido varias veces en los últimos años, por el hotel, el paisaje y la charla con sus propietarios.
No era difícil repetir, las villas indianas de Boal me hacían volver.
He pernoctado en el Palacio de Prelo y es más que recomendable por el sitio, por su decoración, por su capilla y sobre todo por Antonio que es u conversador/informador fantástico y Alicia por su buena cocina. No os perdáis una escapada a Prelo. Yo la hice en invierno y en primavera y en cualquier estación tiene su encanto.
Carmeta, apoyo la moción, es un sitio encantador por todo lo que mencionas, y además hay mucho que ver alrededor.
Maravillosas vistas y espléndido palacio. Y, de Villa Anita… qué decir de esa casa, para mí la más bonita de las casas de indianos que existe, y mira que son muchas. Pero es que Villa Anita tiene algo especial.
Xurde, no sé si es mi favorita pero personalmente me inoculó el veneno para seguir descubriendo y fotografiando casas. Desde luego que es un ejemplo de la sorprendente variedad de la arquitectura indiana.
No sabes bien cuánto te agradezco estos maravillosos paseos asturianos que doy gracias a ti y todo lo que aprendo con ellos. Eres el mejor compañero de viaje. Fui al link de Villa Anita y me quedé alucinada con esa casa de fantasía. Ahora buscaré el reportaje completo para entender a Anita La Fantástica. De nuevo: mil gracias.
Lidia, Villa Anita fue una de las primeras casas que pude fotografiar por dentro cuando empecé en esto. No hay nada que se le parezca, una pequeña fantasía como salida de la nada. Eso sí, con mucha mucha imaginación.