LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL CIELO
Ya sé que no es plato de gusto para todo el mundo, pero hoy, festividad de Todos los Santos, vamos a ir de visita a un cementerio.
Se trata del cementerio de La Carriona, en Avilés, uno de los más interesantes de Asturias desde el punto de vista artístico.
Inaugurado en septiembre de 1890, es obra del arquitecto Ricardo Marcos Bausá, y se estrenó en un momento de gran auge para la ciudad, con los grandes capitales que venían de Cuba haciendo florecer los negocios y la prosperidad. Muchas familias indianas descansan en este camposanto.
Hay que darse una vuelta sin prisas. Los panteones y esculturas son una amalgama de estilos que van desde la inspiración medieval al neoclasicismo. A mí me llama especialmente la atención la calidad de las esculturas en estos monumentos funerarios.
Destaca sobremanera una obra del gran escultor asturiano Cipriano Folgueras, un ángel de grandes proporciones con las alas desplegadas, realizada para los marqueses de San Juan de Nieva (las fotos que abren y cierran esta entrada del blog).
Nota: mañana un apunte sobre Cipriano Folgueras.
Enhorabuena por las fotos: son preciosas. En especial la del atardecer con las siluetas de los ángeles ,columnas y obelisco envueltos en una penumbra misteriosa. Me encanta.Sorprendente el cementerio. Me lo apunto para una próxima visita .Coincido con Maite y Mª Luisa: los cementerios como este son evocadores y llenos de belleza. Muchos panteones son joyas arquitectónicas en diminuto. Da gusto contemplar como un conjunto de panteones y sepulturas bastante numeroso y de tan variados estilos se integren perfectamente y convivan en armonía .Supongo que mucho tenga que ver el material con el que están construidos: la piedra caliza , que es tan solemne y consigue esa pátina grisácea que le da el tiempo y le hace más bella en la vejez. En cualquier caso se trata del «buen saber hacer» de antes. Ahora, desgraciadamente los cementerios son sólo manzanas de bloques de nichos anónimos, feos a más no poder, o panteones «marmóreos» o,peor aún, «graníticos» , tal cual encimera de cocina, que no tienen perdón de Dios. A mi ni»muerto» me meten en uno de ellos…. SALUDOS
Tienes razón, especialmente el granito tipo encimera de cocina es agobiante. Te queda el consuelo de que ahora empezarán a hacerlos de Silestones, para estar al día, ja,ja. Un saludo Nicolás.
Pues la verdad no tengo mucha idea sobre el topónimo de La Carriona, la teoría de José puede ser cierta. Indagaré a ver si me culturizo un poco. La verdad que los barrios de Avilés tienen su aquel Versalles y el Quirinal por ejemplo podrían ser una copia de los importantes pero quién sabe. Por cierto, llevo en ascuas desde que dijiste que nos ibas a enseñar los interiores de la Casa Mori! Si no fuese porque últimamente Avilés sale mucho por el blog, me hubiese enfadado ja ja. Un saludo a todos nosotros afortunadamente vivos (ya que según leo es por lo que no ha dado en esta entrada jaja)
David, gracias. Me he retrasado con lo de la Casa Mori (mil perdones). Quiero acabarlo este fin de semana. Lo de los nombres de los barrios en Avilés si que tiene su punto…
La gente de Avilés sabe mucho más de esto que yo, pero tengo entendido que Carriona viene de carretera grande, y hay que tener encuentra que el lugar se encuentra en el trazado de la carretera Avilés – Grado, que en su tiempo tuvo importancia.
José, muchas gracias, tiene sentido que ese pueda ser el origen.
Es cierto que los cementerios encierran esculturas y panteones que son verdaderas obras de arte, a las que no prestamos la debida atención, ni nos pararnos casi a contemplarlas debidamente, porque las asociamos con la muerte y el sufrimiento. Ese angel con el dedo apuntando al Cielo es magnifico, con esos tirabuzones, y los pliegues de la ropa parece real. Yo siempre asocio estas sepulturas y sarcofagos, con la barca de Caronte encargada de llevarnos al mas alla, aunque sin la moneda en la frente. Una entrada muy apropiada para el día de hoy, o mejor para mañana que es el de difuntos. Un saludo para los vivos, y para quienes están en el mas alla, y que son nuestros seres queridos.
Ese panteón realizado por Cipriano Folgueras merece él sólo la visita al cementerio de La Carriona. Lo del saludo va a ser el cachondeo de esta entrada…
Bellísimas fotos y oportuna entrada, Alejandro. Nunca defraudas. Los cementerios son lugares evocadores y de paz. Museos donde pasear y pensar. En los cementerios hay mucha vida, al contrario de lo que parece. Bajo cada lápida hay una vida entera… Cada nombre grabado en una tumba es una historia. ¿Sabes qué significa «La Carriona» o el porqué del nombre? . Siempre mi curiosidad por los nombres… Ramón, yo recojo tu saludo. Ni me he ido «de puente», ni -de momento- al «más allá» (no tengo ninguna prisa, ja, ja…). Otro para ti.
Gracias Maite. La Carriona es el nombre del barrio de Avilés donde está ubicado el cementerio, pero desconozco su origen. Quizás David lo sepa y nos lo aclare cuando pare por aquí. Un abrazo «de vivos».
Verdaderas obras de arte para acompañarlos al más allá. Hasta en la muerte quedaba patente su poderío. Saludos a todos los que estamos y también a los que se fueron.
Ramón, no me queda claro si saludas a los que se fueron «de puente», o a los que se fueron al «más allá», jaja. Saludos.
Los faraones construían pirámides para perpetuar su inmortalidad, los cristianos erigen grandes panteones. Ahora ya ni eso: nos conformamos con simples cenizas . Si las convertimos en jabón ¿borraremos nuestros pecados?
Montse, a esa pregunta no sé responder. Parece que la evolución de la historia de la civilización occidental va en la dirección de suprimir todo tipo de ritos funerarios, reducidos finalmente a algo tan aséptico como el jabón.