LAS PALMERAS QUE TE GUARDAN
Si viajas por la Asturias rural, una palmera en la distancia te servirá -casi con toda seguridad- para identificar una casa de indianos.
Así me guié yo mucho tiempo.
Lo que nunca imaginaron los indianos de entonces es lo mucho que llega a crecer una palmera. Incluso a veces, cuando el espacio de la finca es escaso, aparecen a pares compitiendo por la atención del que mira, como si el marco fuera más importante que el lienzo.
Después de visitar Las Helgueras, pasé unos días algo obsesionado con las palmeras y, al pasar por San Roque del Acebal (muy cerca de Llanes), no pude evitar pararme a hacer una foto al chalé de Doña Gloria, convertido ahora en hotel indiano.
Sí que parece que las palmeras podrían comerse la casa.
Pasa algo parecido en Villa Teresa, situada en Pando, concejo de Ribadesella. Aquí poco más y no me entran en la foto.
Siempre me gustó mucho el conocido como Chalé Francés, situado en Colunga, cuya palmera parece enfatizar la simetría de la casa partiéndola en dos.
Y otra casa más modesta que parece haberse puesto las palmeras de sombrero. Es el chalé de Manuel Toyos, en Libardón, concejo de Colunga.
Todas estas palmeras tienen un mismo fin: correr la voz de que el indiano adinerado ha regresado al pueblo.
Hola Alejandro.
Muy buenas descripción y muy interesante todo lo referente a las casas de indianos.
Yo trabajo en el Palacio de Valdesoto en Siero y también hay dos buenas palmeras de la especie Phoenix Canariensis y otras dos Burlas Capitatas.
Yo también soy un enamorado de las palmeras y lo que más me gusta es verlas bien trabajadas y bien limpias.
No hay mucha cultura de la poda o más bien del saneamiento de estos ejemplares, ya que, en su mayoría superan una altura de 15 metros y la verdad que no es broma.
Lo que desgraciadamente también tengo que dar la razon, es el poco amor y el poco aprecio que los propietarios suelen tener por estos «dinosaurios» vegetales ya que consideran más barato su tala que su mantenimiento. Tengamos en cuenta que tranquilamente esas palmeras pueden tener más de 150 años y la edad máxima de una palmera puede ser entre 250-300 años.
Una auténtica pasada! Para ser una planta.
Por cierto,
La primera foto donde aparecen un camino de entrada a una casona con una hilera de palmeras a derecha y a izquierda, cual es su nombre? Y donde se encuentra??
Muchas gracias
Hola Andrés, gracias por visitar el blog. Las palmeras de la primera foto corresponden a una casa de indianos de Colombres. La casa no es gran cosa pero esa avenida de palmeras es espectacular. Un saludo.
Que palmeras mas bonitas yo tengo unas parecidas tambien en mi casa son una palmeras de jalea aunque no sopn tan altas como esas pero no queda mal jajajaj.
Saludos
En esta relación de espléndidas palmeras -que ya sé que no es exhaustiva-, echo de menos unas palmeras-centinela que custodian una casa de aspecto sencillo, cuyo magnífico interior nos enseñaste hace bastante tiempo a través del ‘Ojo de la Cerradura’. Esas palmeras guardan celosas el secreto del indiano.
Me refiero al Chalé de Pedro Cueto, en Naves. Me encantó ese interior, al que -por cierto- ahora ya no puedo acceder.
Ni tampoco a contenidos de ese ‘Ojo de la Cerradura’ desde los enlaces que nos enviabas a los suscriptores (interior de la Casa Mori, Cabo de Peñas…) ¿Sería posible recuperarlos?
Preciosa entrada, Alejandro.
Hola Maite, la tecnología corre mucho más que yo. El «Ojo de la Cerradura» fue antes de la primera «mutación» de este blog para ponerse al día y actualizarse. Ahora estoy igual, corriendo con la lengua fuera detrás de cambios internos de todo tipo, certificados SSL, actualizaciones, etc, totalmente imprescindibles para que esto funcione mínimamente. Es una pesadilla total dentro de este Gran Hermano Orwelliano en el que estamos instalados. Imposible recuperar esos enlaces, desgraciadamente. Se crearon antes de usar Mailchimp para la comunicación con los suscriptores. Lo siento. Tampoco entiendo por qué el blog no me aprueba tus comentarios inmediatamente, está configurado para aceptar -sin revisión previa- direcciones de correo que tienen comentarios aprobados anteriormente. Sigo en ello, agotado detrás de la zanahoria.
Como sabes, el chalé de Pedro Cueto sale en «La Travesía de la Memoria». Fue un gran descubrimiento para mi esa casa, llena de encanto. Ahora tiene nuevo dueño y su fachada está pintada de blanco, resulta menos enigmática que antes, pero lo importante es que está conservada.
Sí, por suerte el chalé de Pedro Cueto -como otros interiores bellísimos- está en «La Travesía de la Memoria». Pero me ocurrió en una ocasión en que no estaba en casa y quise mostrarlo a alguien desde el blog. Ahí me di cuenta de que estaba ‘perdido’.
No te disculpes, Alejandro. A mí me sigue admirando que consigas que todos los enlaces funcionen, mucho más que mínimamente. Haber puesto todo en orden desde la última ‘mudanza’ del blog, es casi una hazaña.
Por otra parte, a mí no me importa que se queden mis comentarios ‘a la espera de moderación’ (por si un día me desmeleno, jajaja…)
Un abrazo
Jajaja!, gracias Maite.
Una palmera es a una casa de indianos lo que una sidra es a Asturias : un símbolo o emblema, un elemento identificativo .
Hace justamente siete años publicaste una entrada dedicada también a las palmeras que tenía el título perfecto, la mejor definición de lo que es una palmera en estas tierras que no son las suyas: «Aquí estoy yo «. Es el estandarte más querido por todo el que vino rico de América y que quería que todo el mundo de alrededor lo supiese.
Aunque es cierto que no todas las casas de indianos tienen palmera en su jardín ni que todos los jardines con palmera corresponden a una casa Indiana , nos cuesta entender lo uno sin lo otro . Es ya un mito.
Otro mito probable sea la procedencia de las palmeras: ¿ Vinieron de América? ¿Trajo consigo el indiano la plantita en barco que , en muchas ocasiones, suponía una travesía de más de un mes de duración ? ¿Por que coincide que siempre es la palmera canaria la que se repite en todos los jardines, habiendo cientos de especies de palmeras distintas en todo América ?
Da igual que el indiano proceda de México, Cuba, Venezuela o Argentina, todos plantan la misma palmera : la Palma canaria ( hay alguna extraña excepción , como las palmeras Washingtonianas de Villa Excelsior). Eso da qué pensar. Lo apunta Marta Llavona en su libro y tiene una lógica explicación : es más que probable que en los viajes de vuelta de América , donde se hacía siempre escala en las Islas Canarias , compraran la planta de la palmera para engalanar los jardines de sus flamantes chalets. La Palma Canaria es , de todas las especies de palmeras, la más apreciada por su porte, elegancia , resistencia y longevidad . Tanto es así que fue la elegida y llevada a América para lucir en plazas, jardines y avenidas de las mejores ciudades . Así que vinieran de América o de las Islas Canarias , las palmeras escogidas por nuestros queridos indianos son las endémicas de estas islas.
SALUDOS
Nicolás, me surgen varias dudas. Por un lado, como apuntas, muchas casas que tienen palmeras no son indianas, como muchas viviendas de la burguesía enriquecida en la industrialización y que no sé si «copiaron» la palmera como un símbolo exótico, o fue que los mismos jardineros que trabajaban para todos estos clientes (el más nombrado es Múgica) incorporaron la palmera a su repertorio para dar ese toque exótico que tanto gustaba entonces. Lo de traer el árbol en la maleta me sigue pareciendo una imagen de lo más romántica. La he escuchado en varias historias de indianos referidas a venir con el aguacate y otras especies foráneas para plantar en el jardín.
En todo caso, la palmera es un faro para el que quiera ponerse a descubrir casas de indianos viajando por Asturias, Cantabria o Galicia. Probablemente dos de cada tres veces acertará y estará frente a una casa construida con dinero que vino de América.
No hay ninguna duda que no hay Casona de Indianos que no tenga palmeras, yo creo que querían traer a Asturias un pedacito o un recuerdo de la tierra americana donde viviò el indiano.
Tu primera foto es Justo lo que digo, ese paseo con esas dos filas de palmeras a ambos lados de la acera es lo mismo que se ve en unas fotos antiguas que mi bisabuelo Gabino tenía de Cuba .
Son majestuosas y señoriales, algo digno de ver.
La Palmera del Chalé Francés yo la hubiera puesto a un lado, porque Justo en medio de la casa parece que la partiendo en dos.
En La Casona de Somao de todas las que había antiguamente sòlo queda una al lado del Panteón , se cortaron a saber por qué, decían que las raíces obstruían las tuberías, hoy en día hay palmeras nuevas, todo se va renovando.
Ignacio, yo creo que en Somao, precisamente, no hay demasiadas palmeras en relación al gran número de casas indianas. Quizás es que las talaron, como en tu casa, para evitar otros males mayores.
La verdad que es una planta espectacular. La única pega que le veo es que si no la «heredas» hay que esperar demasiado tiempo para verla con cierto porte. En Llanes hemos perdido algunos ejemplares por enfermedades o porque, si no hay medios para mantenerla podada, es más barato talarla (a pesar de catalogaciones, etc., una pena…). De estas fotos me enamora el chalet de Colunga, con esa palmera maravillosa. Me ha recordado la casa que hay en Parres que también tiene una palmera central a cuyos lados discurre la escalera. Aquí, en algunos pueblos, los indianos, en lugar de plantar palmeras, plantaron pitas (Agave americana). Parece ser que la identificaban muy concretamente con México y toda la añoranza de esa «tierra de provisión», nunca mejor dicho. Algunas se conservan y de un tamaño impresionante. ¡Gracias!
Es verdad Martín, recuerdo haber visto esas pitas, ya muy grandes, en algunas casas de la zona, y esas parecen requerir menos mantenimiento. En cuanto a la casa de Parres, el chalé de Diego Escandón, iría muy bien en esta entrada, con la palmera muy bien puesta entre las dos escaleras. Creo que es uno de esos casos en que el indiano no calculó lo grande que llegaría a ser. Una casa, por cierto, que me sigue intrigando, nunca he podido visitarla aunque parece estar muy bien conservada. Hace poco que aprendí que la palmera es, como dices, una planta y no un árbol. El tamaño despista.