
LA VERJA

Algún día haremos entre todos una selección de las verjas más bonitas que hemos visto, y hay muchas preciosas. Hoy quería fijarme en la del Palacio de Doriga, cuyo diseño se aplicó a las dos entradas, parte del muro, una finca de su propiedad al otro lado de la carretera, y al acceso al patio interior del palacio. Todo a juego.
¡Elegantísimo! Es muy difícil encontrar hoy artesanos capaces de tanto virtuosismo en «hierro dulce» (me encanta la metáfora).
Coincido contigo Martín, es preciosa.