LA QUINTA NAVA
Aprendiendo a fotografiar arquitectura repasaba con frecuencia la obra del fotógrafo Walker Evans.
Sus fotos de las mansiones del Sur de los Estados Unidos me vienen a la memoria muy a menudo. Es con esas imágenes que empecé a admirar las columnas en los edificios: grandes o pequeñas, sencillas o barrocas, el caso es que me gustan las columnas como parte del diseño arquitectónico.
Recordé de nuevo aquellas fotos de las plantaciones sureñas fotografiando la Quinta Nava, en Gijón, construida en 1890 para el militar y político Hilario Nava con proyecto del arquitecto Pedro Cabal.
Su elemento más singular es la terraza sustentada en pilares de fundición.
La quinta Nava está situada al oeste de la ciudad, en el barrio de Jove. A mediados del siglo XIX fue el lugar elegido por la clase alta para construir sus villas de recreo. La construcción del cercano Puerto de Gijón frustró ese desarrollo y el barrio es hoy en día una zona parcialmente degradada por el impacto de la actividad portuaria y la contaminación.
Esta casona es casi la única que ha sobrevivido a aquel lejano esplendor. Actualmente es propiedad de la Autoridad Portuaria. Utilizada un tiempo como oficinas, ha sido cerrada y está a la venta.
Completamente de acuerdo con MªLuisa (ya ves, no eres tan rara o al menos no eres la única 😉 ), a mi tampoco me agrada esa «envoltura», parecen los andamios que estamos acostumbrados a ver cuando una casa esta siendo restaurada…Sin embargo, la imagen de la fachada vista en la foto que sigue al comentario sobre que «está cerrada y a la venta», me parece que tiene mucho más encanto.
Así que, yo también me quedo con «La Casona» 😉
Lena, seguro que sois mayoría!
Es muy curiosa esta casa de estilo sureño tipo Nueva Orleans,por decir un lugar de Estados Unidos,ahí puesta en Gijón.
Entre las casonas indianas hay de todos los estilos,según el gusto del dueño y el país a donde emigró,estoy seguro que hubo muchos indianos que al retornar a España quisieron reflejar y recordar el país que les acogió construyendo sus casonas.Es como si se hubiesen traído con ellos un pedazo de tierra de aquellos países lejanos.Las pinturas y frescos que adornan muchas casonas son muy típicas en Cuba,por ejemplo.
Referente a las columnas de hierro forjado yo las veo más como elemento de apoyo que decorativo,la verdad.Y gracias a ellas estas casas no las mueve ni un tornado,yo me quedo con las columnas de La Casona,es lógico,jajaja
Jaja, yo también me quedo con La Casona, no hay duda.
Eso de los gustos es muy personal, y cada uno tiene el suyo. Es algo muy curioso, porque lo que a una persona le encanta, a otra a lo mejor le deja indiferente. En lo que todos coincidimos, es, en admirar esas marivillosas casas indianas, a las que tanto cariño tenemos, y que nos hacen soñar despiertos.
Un abrazo.
Por eso los comentarios son tan interesantes, podemos leer otros puntos de vista. Gracias.
Si me recuerdan a las de la Casona. Como tú dices, quizas estuvieran de moda en aquella epoca, pero las encuentro poco esteticas. La Casona de Somao es tan hermosa, que no la hacen desmerecer esas barras.
No sé hasta qué punto eran prácticas en este clima, pero esas terrazas que sostienen las columnas tienen mucho encanto. (No pretendo venderte la moto, jaja)
Y a mi,que estas columnas no me gustan Alejandro. Me da la sensacion, de que la casa está apuntalada por los cuatro costados, porque al ser barras relativamente estrechas, parece que están sujetando el edificio que se va a caer. Me recuerdan a esas tubrerias del gas que se pon ian hace años, trepando por las fachadas. En varias de las entradas que has ido poniendonos, aparecen estas columnas, sobre todo como soporte de galerias abiertas o cerradas. Quizas soy un poco rara, pero nunca me han gustado.
Mª Luisa, ¿no te recuerda un poco a La Casona de Somao?. Son de la misma época -década de 1890- y supongo que se llevaba bastante este estilo. En este barrio de Jove hay otra -totalmente en ruinas- en la que queda en pie un fachada sostenida por estas mismas columnas.