LA PEQUEÑA HABANA
El título no es mío. Así llamaban a Malleza, en el concejo de Salas ,a comienzos del siglo XX: la pequeña habana.
Había por entonces dos grandes pensiones que se llenaban todos los veranos acogiendo a los emigrantes que venían de Cuba a pasar las vacaciones.
Las fiestas, la animación, y la concurrencia, convertían a la tranquila Malleza en un foco de ebullición y alegría a semejanza de La Habana.
Las dos pensiones ya no existen, pero en el bajo de una de ellas está ahora el restaurante “Al son del indiano” y, justo enfrente, la torre de la iglesia transformada por los indianos con esa llamativa cúpula bizantina.
Sin alejarse mucho, dos casas indianas muy notables: la casona de Don Vicente, reforma de una anterior, y la casona de Don Pancho, con su exhuberancia de balcones y galerías.
Para rematar el paseo indiano y la comida, es imposible no fijarse en las paneras centenarias, testigos de un lugar hermoso con una doble vida.
Nota: a sólo 2 Km. vimos el otro día Villa Alicia.
Un primo del dueño de casa Pancho o Panchon, la azul, hizo negocios por Nueva York, Gervasio
https://historiasjasm.blogspot.com/2020/03/una-habitacion-en-nueva-york-gervasio.html
Hay varios ejemplos de indianos en Cuba que dieron el salto a Nueva York. A veces fue el afán de aventura y otras la actividad al crecer el comercio con Estados Unidos. Gracias por dejar el enlace.
—-Estuve una vez hace años en Malleza y me encantó.El pasado verano pensaba ir, y una averia en el coche me quito varios días de vacaciones por lo que no puedo ser. A ver si este verano por fin puedo darme una vuelta por la pequeña Habana, Mallecina, Riberas, y La Doriga. Hace unos años leí, que en La Doriga habia un horreo de doble altura y que pertenecía a una nieta de Melquiades Alvarez. ¿Sabes tú algo sobre esto Alejandro?. Es que yo nunca he visto uno de estas caracteristicas y siento curiosiodad. Tengo tambien m uchas ganas de ver esa gran casona llena de miradores pintada de azul. Un saludo.——-
PD: Acabo de adquirir el libro Palacios Rurales de Asturias. Espero recibirlo pronto para disfrutarlo.
Mª Luisa, en primer lugar, agradecerte la compra del libro, empezaremos a mandar los pedidos el lunes. Muchas gracias por apoyar el blog y el trabajo que hago, desde el principio. Con respecto al hórreo que mencionas no sé nada. Me parece algo curioso e intentaré enterarme. Tienes una excursión pendiente de lo más agradable, con parada para comer, ya sea en Pravia o en Malleza. Ya falta poco!. Saludos.
A la casa de Don Pancho parece no sentarle muy bien esa farola y la parabólica… en fin… tiempos modernos….
Es el progreso, que a veces no se cuida de la estética.
Este verano pasado me propuse conocer Malleza.Sentía curiosidad por saber cómo sería este rincón apartado de Asturias. Allí me planté con tu libro «Un viaje en el tiempo» como compañero de viaje.He de decir que gracias a él y a la amabilidad de sus dueñas pude conocer el interior de la Casona de Don Vicente. Es cierto que esta casona no despierta demasiada admiración por su exterior, sin embargo me gustó hacer un particular «viaje por el tiempo» por su interior. Recuerdo especialmente los maravillosos suelos de baldosa hidraúlica, cada estancia de uno diferente y a cual más vistoso. La cocina está detenida en el pasado y,en ella, me llamó la atención un curioso timbre para llamar desde cada habitación al servicio. Tampoco me olvidaré del pestillo de la puerta del cuarto de baño, con un indicador de «libre y ocupado». Me encantó «la pequeña Habana».Imprescindible para la ruta indiana. SALUDOS
Nicolás, ibas un poco cargado para ir de excursión, jaja. Yo recuerdo la galería de la casona de Don Vicente como un espacio muy agradable, y el interior en general como entrañable y acogedor, al igual que sus dueños. Malleza está algo apartado, pero merece la pena acercarse. Un saludo.